La vicepresidenta tercera y Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera ha urgido a una reducción drástica de la presión agrícola y urbanística sobre el Mar Menor y ha apostado por un «cinturón verde» de 390 hectáreas para frenar los aportes a la laguna salada



El Mar Menor «no admite más desarrollos; no es posible el crecimiento ni urbanístico ni agrícola«, para poder recuperar la laguna. Así de contundente se ha manifestado la vicepresidenta tercera y Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera durante su comparecencia este lunes a petición propia ante la Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados, al tiempo que ha insistido en que hay que trabajar para lograr levantar las hectáreas ilegales de regadío y restituir los terrenos.
Ribera ha expuesto sus «líneas maestras» para el Mar Menor, que pasan por la aplicación de las medidas cautelares que impuso la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) cuando declaró en riesgo químico el acuífero del Campo de Cartagena, como la prohibición de utilizar fertilizantes «orgánicos e inorgánicos, todos», en la zona 1 de 1.500 metros más cercanos al Mar Menor, limitar el ciclo de cosechas en la Zona 2 y la constitución de una comunidad de usuarios de aguas subterráneas, «para tener un único interlocutor».
Ribera ha rechazado el Plan de Vertido Cero, consensuado con la Región de Murcia, porque no actúa sobre la raíz del problema: las actividades económicas que aportan la carga de materia orgánica al ecosistema, «no basta con disimular los nitratos, hay que eliminar su aportación«, ha afirmado.
Ha apelado a la implicación «al máximo» y la actuación «de manera coordinada» de todos los actores y administraciones para recuperar el enclave de una situación «dramática» y con consecuencias sociales y económicas graves.
Ribera ha evitado debatir respecto a quién corresponde la responsabilidad del actual estado de la laguna salada aunque ha recordado que las competencias ambientales y agrícolas son autonómicas y no ha querido «entrar en un debate de quién es la competencia», sino en «poner coto de una manera rápida y eficaz contra el crecimiento del problema».


En ese sentido, ha anunciado que este mismo lunes ha obtenido el compromiso de los regantes para buscar soluciones y que el Gobierno de la Región de Murcia en la última semana «ha evolucionado mucho». No obstante, ha insistido en que el tiempo «corre en contra» por lo que el esfuerzo a realizar por delante «es inmenso».
«Las causas son claras y exigen respuestas muy concretas, pero muy respaldadas por el conjunto de la comunidad científica», ha comentado la ministra que, aunque no ha querido entrar en confrontación con el Gobierno murciano, ha dicho que más allá de que la administración regional haya diagnosticado y descrito en el plan de actuación autonómico también «sería deseable» que además se aplicaran las medidas.
Ribera ha informado de todas las actuaciones que ha acometido el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para identificar los regadíos ilegales, unas 7.800 hectáreas, reforzando con 28 efectivos la vigilancia en la confederación hidrográfica, iniciando expedientes sancionadores entre otras actuaciones para acabar con la ilegalidad que perjudica a la «máxima mayoría» de los agricultores murcianos.
La vicepresidenta ha enumerado otras medidas dirigidas a la restauración de la actividad minera abandonada para evitar que las escorrentías terminen llevando metales pesados al Mar Menor o un plan para de gestión de riesgos de inundación que afectan a los municipios ribereños; actuaciones para restaurar la biodiversidad local y prevenir frente a especies invasoras para lo cual no descarta revisar y delimitar el dominio público marítimo terrestre o recuperar ocupaciones ilegales o una monitorización de la laguna para tener información en tiempo real sobre la vulnerabilidad de la laguna.


Ha indicado que el Gobierno destinará una inversión de 317 millones de euros ya presupuestados para atender a la laguna murciana pero «es muy probable» que requiera de inversiones adicionales. Además ha añadido que «se requiere» también por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como de la Administración Regional de «una aportación equivalente».
Frente al Plan Vertido Cero de la Región de Murcia, Ribera apuesta por el conocido como cinturón verde, «un área de laminación» en la franja más cercana a la laguna, que actúe de «esponja» ante las escorrentías. Esta superficie sobre la que actuar, que cifra en 390 hectáreas se acompañarán de la restauración de trece kilómetros de cauce.
La ministra también ha analizado que se va a ampliar el convenio entre la Dirección General de Costas y el Instituto Español Oceanográfico para realizar el seguimiento permanente de la evolución del Mar Menor, así como plantear proyectos específicos e incorporar la participación ciudadana.
En este sentido ha señalado que la intención es mantener encuentros presenciales al menos una vez al mes con los colectivos ciudadanos y ecologistas implicados en la defensa del Mar Menor, así como periódicamente con el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras.