Riego sostenible, la clave para alimentar al planeta

Riego sostenible, la clave para alimentar al planeta

En 2050 será necesario duplicar la producción de alimentos para una población creciente. El despliegue a nivel mundial del riego sostenible puede ayudarnos a enfrentar uno de los mayores desafíos sociales del siglo XXI con impactos ambientales mínimos


Un cambio climático que avanza a medida que sigue creciendo la población genera desafíos a los que hay que hacer frente con urgencia. Las tendencias demográficas indican que necesitaremos duplicar la producción mundial de alimentos para 2050 en un planeta cada vez más cálido y con menos agua disponible. Actualmente, la agricultura de regadío representa alrededor del 90% del consumo antropogénico de agua dulce, se implementa en el 22% de las tierras cultivadas y proporciona el 40% de la producción mundial de alimentos.

A medida que el cambio climático afecte a los patrones de precipitación, el riego se convertirá en ser una herramienta poderosa para aumentar el suministro mundial de alimentos, alimentando a más de mil millones de personas adicionales sin convertir los espacios naturales en tierras de cultivo, según un nuevo estudio sobre el potencial biofísico del riego sostenible publicado en Environmental Research.

“Para duplicar la producción de alimentos tendremos que despejar más tierras o cultivar de manera más eficiente, a pesar de las mayores tensiones de un mundo que se calienta”, señala Lorenzo Rosa, autor de la investigación. El experto señala que la conversión de tierras no urbanizadas en granjas exacerba el cambio climático y disminuye la biodiversidad. Pero los bajos rendimientos de los cultivos en las tierras agrícolas existentes se pueden mejorar con la tecnología moderna.

“Es crucial evaluar estas estrategias de intervención para ver cuáles conducirán al mayor aumento en la producción de alimentos y al menor impacto ambiental”, dijo Rosa.

Actualmente, dos tercios de los cultivos del mundo están limitados por las lluvias, pero el cambio climático hará que depender únicamente de las precipitaciones no podrá satisfacer la mayor demanda de alimentos. Una estrategia para mejorar la productividad de las tierras agrícolas es el riego. Los estudios muestran que los cultivos de regadío son el doble de productivos que los que dependen únicamente de la lluvia.

El investigador sostiene que, en las condiciones actuales, hay suficiente agua disponible de fuentes renovables locales para expandir el riego sostenible en más del 35% de las tierras agrícolas de todo el mundo, lo que aumenta la productividad de los cultivos para alimentar a 1.400 millones de personas más. Sin embargo, el cambio climático hará que este cálculo sea más complejo.

producción de alimentos
Detalle de un sistema de riego por goteo en un centro de capacitación agrícola, campamento de refugiados de Kakuma en Kenia.

A medida que el mundo se calienta, el análisis de Rosa indica que además del estrés por calor y los cambios en las precipitaciones, el cambio climático también podría hacer que el agua se evapore más rápido, disminuyendo la eficiencia del riego. Por otro lado, los niveles elevados de dióxido de carbono atmosférico podrían hacer que los cultivos crezcan algo más productivos, lo que podría compensar esta preocupación. Todos estos factores competitivos significan que se necesita investigación adicional para comprender de manera integral la viabilidad del riego sostenible para aumentar la producción de alimentos.

Dicho esto, el estudio de Rosa indica que la construcción de reservorios de almacenamiento de agua a largo plazo podría permitir que el riego sostenible alimente a 1.200 millones de personas más que depender únicamente de los recursos hídricos renovables.

Rosa indica que Estados Unidos, Rusia, Brasil y Nigeria tienen el mayor potencial para el riego sostenible en condiciones de calentamiento extremo utilizando instalaciones de almacenamiento de agua, aunque este tipo de programas también serán factibles en América Latina, Europa del Este y África Subsahariana.

El estudio de Rosa demuestra claramente que el riego sostenible podría aliviar la pobreza y el hambre, al mismo tiempo que disminuye los riesgos ambientales de despejar tierras naturales para fines agrícolas.

“Garantizar un acceso suficiente y equitativo a los alimentos mientras se reducen los impactos ambientales de la agricultura es uno de los mayores desafíos sociales del siglo XXI”, concluyó Rosa. “Este trabajo demuestra que la implementación cuidadosa del riego puede ayudar al mundo a satisfacer estas demandas con impactos ambientales mínimos”.



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