Durante la celebración mundial del Día de la Desertificación y la Sequía llevada a cabo en Madrid, el presidente de Gobierno anuncia una iniciativa sobre restauración de paisajes y de agua que busca avanzar en resiliencia



La celebración mundial de 2022 del Día de la Desertificación y la Sequía se ha llevado a cabo este viernes en Madrid. Un recordatorio de que España es vulnerable a la sequía, la escasez de agua y los impactos relacionados con el cambio climático. Durante el evento el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, anunció una iniciativa sobre restauración de paisajes y de agua «para la resiliencia» con la que combatir la desertificación y el estrés hídrico.
La efeméride, organizada por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCDD por sus siglas en inglés), pretende dejar en claro que aunque las sequías siempre han sido parte de la naturaleza y de la experiencia humana, ahora son mucho peores debido en gran parte a la actividad humana. y aunque ningún país es inmune a la sequía, todos pueden prepararse para enfrentar la sequía de manera efectiva.


El presidente de España aprovechó que Madrid ha sido sede de la reunión para anunciar la iniciativa española ‘Restaurando paisajes y agua para la adaptación y la resiliencia’. Un programa, que según Sánchez, buscará soluciones a la sequía y la desertificación desde acciones locales que se puedan aplicar en distintos territorios. Enfatizó el interés de fortalecer los «vínculos con el continente africano» en esta y otras materias que incumben al cambio climático.
Sánchez reiteró el interés de su gobierno trabajar en el ODS 15 y en la Agenda 2030 en general. Con respecto al agua dijo que es una prioridad trabajar en mejorar los ciclos del agua ya que son críticos para combatir la sequía y la desertificación. «Sumemos fuerzas frente a uno de los desafíos del siglo: la lucha contra la desertificación y la sequía. Hagamos de nuestro planeta un lugar habitable», zanjó Sánchez.
Al intervenir durante la jornada de este viernes, el presidente del Gobierno pidió a los ciudadanos cautela y cuidado al margen de la inusual ola de calor que está viviendo España en junio. Además, abogó porque se piense al actuar en los que están «en primera línea combatiendo los incendios forestales y que lo estarán durante todo el año».
A lo largo de su discurso Sánchez recordó que en España las realidades del cambio climático son notables y notorias: «Llega la primavera y comentamos casualmente que ya no hay entretiempo. Estamos ante temperaturas y eventos que ya no son anécdotas». Con esto, Sánchez enfatizó que es imposible negar lo que está sucediendo y que se debe tomar en cuenta la evidencia científica. El presidente pidió que se combatiera el negacionismo climático y aprovechó para enumerar las acciones emprendidas por su gobierno en la llamada transición ecológica.
Sánchez ha incidido en la urgencia de actuar contra la degradación del suelo y la falta de agua, fenómenos exacerbados por la crisis climática y frente a los que la región mediterránea es «especialmente vulnerable», y ha recalcado que «el futuro inmediato se define con una palabra, «adaptación, y con un enfoque, el de la planificación».
Prevención
Durante el evento el primer orador fue el secretario ejecutivo de la UNCDD, Ibrahim Thiaw, quién recordó que el día de la desertificación y la sequía fue establecido en 1997, un día designado para «buscar soluciones». Thiaw recordó que de no tomarse medidas contra la sequía y la desertificación el pronóstico es que la mitad de la población mundial sufra escasez de agua en los próximos ocho años. El secretario enfatizó que la conmemoración es la oportunidad perfecta para «emprender acciones y lograr la resilencia». «No hay acciones pequeñas, solo la inacción», afirmó Thiaw.
El Secretario ejecutivo de la UNCDD recordó que la sequía no distingue entre países ricos y pobres y aprovechó la ocasión para alabar las acciones preventivas que España ha acometido frente a esta emergencia climática. «España recuerda que prepararse y prevenir para la sequía es más fácil que enfrentar las consecuencias de la misma». Sin embargo, Thiaw pidió mayor colaboración y acción conjunta internacional. El Secretario ejecutivo concluyó su intervención recordando que en esta batalla aplica el dicho africano «si quieres ir rápido, viaja solo. Si quieres ir lejos, viaja acompañado».


El secretario general de la ONU, António Guterres, también habló durante la inauguración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía de forma telemática. Guterres destacó que «cada dólar invertido en proteger el suelo se multiplica por 30», por los beneficios ambientales que reporta.
Guterres enfatizó que «empoderar a las mujeres y a los propietarios de la tierra es importante para la restauración de la tierra». Además afirmó que: «Ya se podría restaurar la tierra invirtiendo una cuarta parte de lo que se destina para inversiones dañinas para el medio ambiente». El secretario general puso de ejemplo la acción llevada a cabo en la gran muralla verde del Sahel (África) «que ya ha restaurado millones de hectáreas y creado miles de trabajos de Dakar (Senegal) a Djibuti».
Sequía en la agenda
Las sesiones de la jornada incluyen mesas de trabajo, este ciclo de debates fue inaugurado por Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En su discurso dijo: «No podemos ignorar lo que hemos aprendido hasta ahora, necesitamos ponerlo en práctica. Es fundamental trabajar el tema de la sequía y la desertificación».
Ribera dijo que en España es notable la disminución del caudal de ríos y que es prioritaria la gestión hídrica. La ministra española afirmó que el problema con la sequía en el territorio es un «clásico», pero que las prealertas y medidas tomadas con los científicos preparan mejor al país.
Ribera recordó que la cooperación es fundamental para atajar la sequía y la desertificación. «Nuestro bienestar depende de el de nuestros vecinos», afirmó Ribera. La ministra aprovechó para pedir la construcción de lo que llamó «un círculo virtuoso de la resiliencia» que involucre a los países del Sahel, otros países mediterráneos y europeos. Esto, recordó Ribera, se debe a que aunque los efectos de la sequía y degradación de la tierra no sean todavía prioridad en la agenda de la UE, sus efectos pronto podrían serlo.
