El saneamiento del agua salvaría dos millones de vidas en el mundo

El saneamiento del agua salvaría dos millones de vidas en el mundo

La OMS afirma en un reciente informe que sanear el agua y una higiene adecuada podría ser suficiente para prevenir la muerte de dos millones de personas provocadas por los distintos patógenos que se encuentran las aguas no tratadas


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado recientemente una revisión de la situación global del agua, el saneamiento y la higiene adecuadas (WASH, por sus siglas en ingles) como elementos principales para preservar la salud humana.

“Muchas enfermedades son causadas por agentes patógenos que se ingieren a través de un agua que no ha sufrido un tratamiento correcto, y que se propagan por un lavado de manos inadecuado y por las escasas e ineficientes infraestructuras enfocadas a mejorar la higiene”, ha señalado la OMS.

En este sentido, la organización ha señalado que cerca de dos millones de muertes en todo el mundo y 123 millones de años de vida ajustados por discapacidad global (AVAD o DAYLs, por sus siglas en inglés) se podrían haber evitado si los países contasen con sistemas de saneamiento de agua e higiene correctos.

Concretamente, la mayoría de esas muertes se podrían salvar en el África subsahariana, región donde el 53% de las defunciones están relacionadas, según los datos de la OMS, con los grandes déficits que existen en materia de saneamiento e higiene.

Ante esta situación, la organización ha propuesto en este informe una serie de acciones concretas para orientar los enfoques nacionales e internacionales con el fin de lograr un WASH adecuado. Estos enfoques pasan, sobre todo, por una eficaz evaluación y gestión de riesgos que abarquen toda la cadena de suministro de agua, así como por la mejora de las infraestructuras hídricas.

“Los niños menores de cinco años serían los más beneficiados de todos los avances relacionados con el agua y la higiene. Según nuestros datos, cerca del 13% de las muertes dentro de este grupo son causados por un WASH inadecuado”, han señalado.

Infografía: Marta Carrión

Enfermedades del agua

Para los expertos de la OMS, la causa de todas esas muertes está relacionadas al 100% por la presencia de bacterias dentro del agua utilizada que, en estos casos, no cumplen con unos mínimos de tratamiento.

Las enfermedades diarreicas, como el cólera, se encuentran entre las enfermedades más mortales relacionadas con un WASH inadecuado. Según la OMS, estas enfermedades, que principalmente se adquieren a través de la ingesta de agua, causan la muerte a 829.000 personas en los países de bajos ingresos y el 8% de todas las muertes en niños menores de cinco años a nivel mundial, que solo se salvarían si se invirtiese en la construcción de infraestructuras de saneamiento.

Tras estas dolencias se encuentran las infecciones de las vías respiratorias, que se transmiten durante el contacto cercano entre las personas a través de gotas y el contacto cara a cara.

“Se ha calculado que unas 370.000 muertes en el mundo en 2016 estaban relacionadas con infecciones respiratorias agudas”, han destacado en el informe.

Para combatir la propagación de este tipo de enfermedades, la OMS ha señalado al lavado de manos como la mejor arma disponible, al igual que ya hizo con el coronavirus, una enfermedad surgida en China y que afecta a las vías respiratorias.

La cloración, la mejor arma contra las enfermedades

A pesar de que existen otros métodos de saneamiento, la cloración del agua es, hoy en día, el método más eficaz para lograr que el agua llegue lo más limpia posible a nuestros hogares, según afirman los técnicos responsables.

“Existen alternativas, pero ninguna de ellas otorga la seguridad en los controles biológicos que aporta el cloro”, detalla Fernando Morcillo, presidente ejecutivo de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS).

Esto se debe a que el agua tratada, en muchas ocasiones, debe pasar largos periodos de tiempo almacenada en tanques o viajando por los vastos kilómetros de la red de tuberías que forman nuestro país.

El cloro, en este aspecto, tiene una importante función ya que, tal y como explica Fernando Morcillo, dadas sus características, puede mantener el agua desinfectada durante horas, algo que ningún otro reactivo o sistema de desinfección puede garantizar.

En tercer lugar, de su lista han situado a la helmintiasis, una enfermedad producida por gusanos parásitos que viven alojados en el intestino o en los tejidos del ser humano.

En este caso, la transmisión no ocurre de persona a persona, sino solo desde suelo contaminado con excrementos humanos, que contienen huevos o larvas infecciosas, hacia las personas, como consecuencia del vertido de aguas sin tratar al entorno.

“Aproximadamente 1.500 millones de personas en todo el mundo están infectadas por helmintiasis”, han señalado.

Para reducir esta enfermedad, han destacado que el uso de medicamentos puede ser a corto plazo eficaz. Sin embargo, para cortar el problema de raíz, han apuntado que se deben mejorar considerablemente los sistemas de saneamiento, tratamiento y gestión de riesgos relacionados con el uso del agua.

Aunque principales, estas enfermedades no son las únicas que se relacionan con sistemas WSAH inadecuados. Tras ellas existen más de 20 de enfermedades menos relevantes, pero igual de mortíferas y con una misma solución: hacer uso de sistemas de saneamiento y tratamiento de agua, así como de una mejor higiene.

Los niños, siempre afectados

En su informe, la OMS ha hecho especial hincapié en los niños, un grupo muy vulnerable ante este tipo de enfermedades que, en un futuro, prometen incrementarse debido a las consecuencias del cambio climático.

En este sentido, el reciente estudio de la organización A Future for the World’s Children? (¿Un futuro para los niños del mundo?, en español) publicado en The Lancet,  revela que la salud y el futuro de todos los niños y adolescentes del mundo se encuentran bajo la amenaza inmediata de la degradación ecológica, el cambio climático y las prácticas comerciales nocivas.

“Lo que es más preocupante es que todos los niños del mundo se enfrentan ahora a las amenazas existenciales del cambio climático y las presiones comerciales. Por ello, los países deben revisar su enfoque de la salud de los niños y los adolescentes para garantizar que no sólo cuidemos de nuestros hijos hoy, sino que también protejamos el mundo que heredarán en el futuro», ha apostillado en relación al estudio Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda y autora del informe.

El índice muestra que los niños de Noruega, la República de Corea y los Países Bajos tienen las mejores posibilidades de supervivencia y bienestar, mientras que los niños de la República Centroafricana, Chad, Somalia, Níger y Malí están expuestos a las peores condiciones.

Sin embargo, cuando los autores consideraron las emisiones de CO2 per cápita, los países punteros quedaron rezagados a los lugares de cola: Noruega se situó en el puesto 156, la República de Corea en el 166 y los Países Bajos en el 160. Cada uno de los tres emite un 210% más de CO2 per cápita que en sus objetivos previstos para 2030. Estados Unidos, Australia y Arabia Saudita están entre los diez mayores emisores.



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