Concluye la Semana Mundial del Agua 2022, que ha reunido a expertos de 130 países para buscar soluciones a los retos hídricos. Tecnología, inversiones del sector privado y la preparación de la Conferencia del Agua de Naciones Unidas de 2023 han centrado los últimos eventos



La Semana Mundial del Agua 2022, que se ha celebrado por fin de manera presencial, tras dos años de formato virtual a causa de la pandemia, cerró ayer sus puertas en Estocolmo con el objetivo cumplido de reunir a expertos del agua de 130 países para buscar soluciones a los retos hídricos que tiene por delante la humanidad.
Con más de 700 ponencias, debates y reuniones de alto nivel, el encuentro mundial ha tenido como lema «Ver lo invisible: el valor del agua». Además de dejar claro que el agua está en el centro de la crisis climática y es necesario pasar de las palabras a los hechos, este 2022 se ha centrado en valorizar los recursos hídricos a todos los niveles: el valor del agua para las personas y el desarrollo, el valor económico y financiero del agua y finalmente, el valor del agua para la naturaleza y el clima.
Las distintas conferencias han dejado en evidencia la tecnología y las inversiones del sector privado son el camino para lograr el agua limpia para toda la humanidad. Ya en la jornada inaugural se destacó la importancia de movilizar capital privado para alcanzar la meta de los ODS 6.1 y 6.2., así cómo las formas en las que las corporaciones líderes pueden desempeñar un papel fundamental en la innovación, la colaboración y los cambios operativos para resolver la crisis hídrica en aumento.
Actos de cierre
Entre los últimos actos de la Semana Mundial del Agua destaca el homenaje al renombrado hidrólogo Wilfried Brutsaert, Premio del Agua de Estocolmo 2022 -una distinción conocida como el ‘Nobel’ del agua- quien ha desarrollado formas de cuantificar con precisión la evaporación, algo que juega un papel importante cuando tratamos de predecir los efectos del cambio climático.
“La evaporación es un aspecto muy importante del ciclo hidrológico, pero es difícil de medir. Descubrí que es posible estimar la evaporación y su impacto en el balance energético de la Tierra. Estas teorías se han utilizado para desarrollar tecnologías de medición, tanto de teledetección como de observaciones terrestres, para evaluar la evaporación. Por lo tanto, también son importantes para la modelización del clima y, a la inversa, en los intentos de estimar los efectos del cambio climático en el ciclo del agua”, explicó Brutsaert en el acto.
“Cuantificar la evaporación es una información esencial que se debe tener al planificar nuestras sociedades y tiene un valor particular para las comunidades locales. Nos ayuda a comprender cuánta agua tendremos, para comprender, por ejemplo, cuánto más puede expandirse una ciudad, o si podemos permitir que las industrias se establezcan en un área determinada”, señaló.
Tras la entrega del premio a Brutsaert, el hidrólogo participó en un interesante debate con Sandra Postel, ‘nobel’ del agua de 2021 y el profesor John Cherry, premiado de 2020, junto con otros expertos en agua.
En la última jornada de la Semana Mundial del Agua, celebrada este jueves, destacó la reunión de alto nivel convocada por los anfitriones de la Conferencia del Agua de la ONU 2023, la segunda que se celebra en la historia de Naciones Unidas, 46 años después de la primera, y que pretende ser un punto de inflexión en la consecución del ODS6.
Esta sesión preparatoria estaba marcada como hito en el en el camino hacia la Conferencia del Agua de la ONU 2023, que será organizada por Países Bajos y la República de Tayikistán (22-24 de marzo de 2023, en Nueva York), con el apoyo de UN DESA y ONU-Agua.


- Asegurar que la conferencia sea diversa e inclusiva.
- Centrarse en la comunicación y la divulgación.
- Invitar a otros sectores, no solo a la comunidad del agua.
- Fortalecer el desarrollo de capacidades en torno al agua y empoderar a las comunidades locales.
- Invitar a varios ministerios, incluido el de Finanzas, y no solo al Ministerio del Agua.
- Definir los roles y responsabilidades de los diferentes sectores.
- Las perspectivas de género deben estar al frente y al centro.
- Preguntar “¿Qué necesita el agua de nosotros?”, reconociendo el rol del agua para la naturaleza, la biodiversidad y nuestros suelos.
- Enfatizar que el agua es un derecho humano.
- No olvidar hablar sobre la justicia social y la situación de los más vulnerables.
- Hablar sobre la salud menstrual.