El este de África está experimentando las condiciones más secas y calurosas desde que hay registros satelitales. Por ello 13 millones de personas en la región actualmente están sufriendo una escasez aguda de comida y agua



En noviembre de 2021 los científicos de la Red de Detección Temprana de la Hambruna emitieron una alerta sobre una sequía sin precedentes en el Cuerno de África. Esto, alertaron, sucedería si continuaban los bajos niveles de lluvia estacional durante el 2022. Su predicción resultó correcta: El este de África, en particular Somalia, Sudán del Sur, Yibuti, Etiopía y Kenia, están experimentando las condiciones más secas y calurosas desde que hay registros satelitales.
Por ello 13 millones de personas actualmente están sufriendo una escasez aguda de comida y agua. Y de continuar al ritmo actual el pronóstico eleva esa cifra de afectados a 25 millones para mediados de 2022. Los científicos sostienen que el cambio climático es en parte responsable de la actual crisis en aquella parte del mundo. También subrayan que es una de las regiones más afectadas del planeta por el cambio climático, cuando África solo contribuye con un 2-3% de las emisiones globales de CO2.
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El reporte de 2022 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) proyecta que las circunstancias en África solo empeorarán de seguir las tendencias actuales. «Sectores clave ya han sufrido pérdidas y daños atribuibles al cambio climático antropogénico, incluida la pérdida en la biodiversidad, escasez de agua, reducción en la producción de comida, pérdidas humanas y crecimiento económico reducido».
Sequía en Somalia
La peor sequía en décadas ha forzado el desplazamiento de más de 450.000 personas en Somalia. La fundación Save The Children advirtió este lunes que durante el primer trimestre de 2022 la población en el país africano se ha visto obligada a marcharse de su hogar en búsqueda de agua y comida. La organización no gubernamental alertó que la sequía actual ha hecho que los índices de desnutrición y sed han incrementado, por lo que ya se han perdido miles de vidas humanas.
Somalia es uno de los países más vulnerables al impacto de la crisis climática y está en medio de la tercera gran sequía de la década. El fenómeno afecta al 90% del territorio en un país de 16 millones de habitantes. Algunas de las áreas en el país están sufriendo las peores condiciones que se han visto en 40 años, por lo que hay mucho miedo a repetir la hambruna de 2011. En aquella ocasión el hambre mató a alrededor de 260.000 personas, la mitad niños menores de cinco años.
Actualmente las ONGs calculan que 1,4 millones de niños podrían estar mal alimentados para mediados de año (un incremento de casi el 64% con respecto a hace dos años) y 330.000 severamente desnutridos si la situación no es atajada pronto. La preocupación sobre el acceso al agua potable y los servicios médicos en los más de 5.000 campos de refugiados también ha incrementado durante las últimas semanas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que el fondo humanitario para ayudar a los somalíes solo recaudó un 2% de los 1,46 mil millones de dólares de lo que necesitaba para atajar la crisis; es por ello que Save The Children y UNICEF han hecho un llamado a la comunidad internacional para hacer un esfuerzo y evitar la catástrofe de hace una década.
