El Foro de la Economía del Agua recuerda que ante la sequía incipiente es importante establecer un abordaje multinivel, apoyado en soluciones tecnológicas de reutilización impulsadas por las alianzas público-privadas



Tras un mes de enero particularmente seco, el segundo más seco del siglo XXI, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha augurado una primavera cálida y con pocas precipitaciones, malos augurios en un contexto de déficit hidrológico que mantiene las reservas de agua embalsada al 44,3% de su capacidad. Ante esta situación, que podría ser la antesala de la octava sequía histórica de España, el Foro de la Economía del Agua recuerda que la gestión de esta situación requiere un enfoque basado en alianzas: un abordaje multinivel, que combine medidas legislativas, políticas públicas y concienciación individual y social, además de una apuesta por soluciones tecnológicas de reutilización del agua.
La sequía es un problema muy complejo que afecta a múltiples áreas, por lo que la solución tiene que ser forzosamente multisectorial y multidisciplinar
“Esta situación extraordinaria de sequía, unida a una ordinaria de escasez, tiene que servir para tomarnos más en serio aún la necesidad de inversiones en el sector del agua”, añade Arana.
“Inversiones en infraestructuras que permitan evitar pérdidas en la red de abastecimiento e inversiones que aumenten el número y mejoren las estaciones depuradoras existentes para poder reutilizar en mejores condiciones y en mayores cantidades el agua residual. Estamos en un momento de reparto de fondos de la Unión Europea, si de verdad queremos que las sequías que están por llegar no nos afecten tanto, es el momento de solucionar esos problemas de futuro, pero de un futuro cierto” apunta.
Planificación hídrica para la gestión de la escasez
El Foro de la Economía del Agua recuerda además que la planificación hídrica es un elemento fundamental para abordar la sequía, así como la educación ciudadana y la gestión hídrica centrada fundamentalmente en la demanda, es decir, la articulación del consumo del agua en función de la disponibilidad del recurso.
«Los efectos de la sequía repercuten negativamente sobre la agricultura, la actividad económica al completo y al medio ambiente»
No obstante, es importante también destinar esfuerzos a la gestión de la oferta, que pasan fundamentalmente por la reutilización de las aguas residuales para múltiples usos, entre los que se encuentra su empleo para la agricultura, la industria y la generación de energía.
En esta línea, Jorge Olcina, Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, apunta que “en un contexto de cambio climático, la gestión de la oferta del agua es cada vez más difícil y a menudo trae consigo tensiones territoriales. Para evitar conflictos en el reparto del agua, la apuesta debe ser emplear solo el agua disponible y reutilizarla al máximo, a través de tecnologías de reúso y desalación, que requieren inversiones de calado”.
Estas tecnologías ya están disponibles en la actualidad, tal y como explica Carlos Mario Gómez, miembro del Comité Académico del Foro de la Economía del Agua: “España tiene tecnología e infraestructuras de sobra para producir agua desalada suficiente, para regenerar aguas residuales y para desarrollar soluciones de ahorro de agua para todos los usos”.
