La sequía merma un 2,5% la producción de cereales de la UE

La sequía merma un 2,5% la producción de cereales de la UE

Bruselas recorta las previsiones de producción de la cosecha de cereales comunitaria que estima en 286,4 millones de toneladas, un 2,5% menos que la campaña anterior debido a la sequia que afecta a algunas regiones europeas


Desde el año 2015 Europa se enfrenta a una generalización e intensificación de los episodios de sequía. Los expertos ya calificaron la de 2018 como la peor de los últimos dos siglos y medio y este 2022 empieza a preocupar a varios socios comunitarios donde la falta de agua afecta ya, no solo a algunas actividades como la agraria, la hidroeléctrica o la industrial, sino que empieza a poner en riesgo el consumo humano.

Así,  en Italia tras el invierno más seco en 65 años con un promedio de un 80% menos lluvia que el promedio estacional y un 60% menos de nieve, la falta de agua pone sobre la mesa un riesgo real de surtir efectos económicos significativos y adversos, impidiendo el riego de los campos, amenazando el 50% de la producción agrícola en el norte de Italia y más del 3% de la producción nacional estimada.

Con el agotamiento de las fuentes de agua, los niveles de los embalses hidroeléctricos italianos están en mínimos históricos. La producción de energía hidroeléctrica, que suele abastecer el 15 % de las necesidades del país, ha bajado un 50% en lo que va de año desde 2021.

En Portugal  el 97,1% por ciento del territorio sufre sequía «severa» o y el 1,4% sequía «extrema»,  y ya califica este episodio como la peor sequía en más de 20 años. Los grandes embalses han alcanzado niveles realmente bajos, y la producción agrícola está amenazada si la situación no cambia.

En España ha comenzado el verano con sequía meteorológica y embalses al 45% de su capacidad, una escasez que ha llevado a la declaración de la pre-alerta por sequía en Galicia y en las cuencas del Guadiana y el Guadalquivir cuyas reservas no pasan del 30% de agua embalsada restringiendo riegos y otros usos no domésticos.

Una sequía que ha llegado a otros países del centro y el norte de Europa como Francia o Alemania donde la cosecha de cereales se ha visto lastrada en un 2,5% respecto a la campaña anterior y apenas alcanzará las 286,4 millones de toneladas, según el último informe de perspectivas agrícolas de la Comisión Europea.

Sin embargo, la CE estima que las reservas existentes «ayudarán a satisfacer las necesidades del consumo interno y parte de la demanda de exportación, que se espera que permanezca alta a la vista de las presiones sobre los mercados globales».

Además, el texto apunta que los precios agrícolas mundiales han repuntado un 30% desde la invasión militar rusa de Ucrania, pese a que se advierte cierta relajación en los mercados ligada a la próxima cosecha.

La Comisión apuntó que los precios de los cereales permanecen «muy altos y volátiles» por la incertidumbre sobre el nivel global de suministro causada por la guerra, «lo que agravó aún más los altos precios de la energía y los fertilizantes y la demanda de alimentos para animales después de la COVID-19».

La medida adoptada por el Consejo de Ministros de Agricultura que permite cultivar en las tierras en barbecho dará como resultado que la producción de semillas de girasol en la UE alcance esta temporada un récord de 11,1 millones de toneladas, un 7,8% más.

En un paso más, el informe pone de manifiesto que la UE cuenta con unas reservas de cereales relativamente altas y pronostica que las exportaciones de cereales de la UE aumentarán un 14% en comparación con 2021, lo que podría compensar parcialmente la reducción de las exportaciones mundiales provocada por el bloqueo de los puertos marítimos de Ucrania y las restricciones a la exportación.

Respecto al sector animal que afecta a carne y lácteos, el informe destaca que los brotes de enfermedades animales, como la peste porcina africana, y los altos precios de los alimentos representan un reto para el sector aunque concluye que la disponibilidad de alimentos en la UE no se verá amenazada.

La disponibilidad de alimentos en la UE no está en riesgo

El informe desvela que las consecuencias de la agresión militar rusa a Ucrania continúan afectando a los mercados mundiales de productos básicos y representan una amenaza para la seguridad alimentaria mundial.

En especial, el sector agrícola ucraniano se resiente a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción al comercio, y esto ha generado una gran presión sobre el suministro mundial de cereales y oleaginosas.

El alza de los precios de la energía y sus consecuencias sobre los costes de producción, del transporte, la calefacción, los fertilizantes o las materias primas se encuentran detrás de esta subida de los precios.

En todo caso, el informe apunta que el precio de los productos básicos agrícolas seguirá teniendo un efecto sobre los precios al consumidor y se espera, por tanto, que los consumidores pasen de comprar productos de mayor valor otros más baratos para controlar el gasto.



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