La sequía peninsular hermana a España y Portugal en la gestión del agua

La sequía peninsular hermana a España y Portugal en la gestión del agua

Las administraciones española y portuguesa han acordado reforzar su cooperación para la gestión de las cuencas hidrográficas del Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana en el marco del Convenio de Albufeira


El déficit hídrico que acusa la península ibérica desde que comenzara, en octubre de 2021, el presente año hidrológico ha encendido todas las alarmas ante la extrema sequía que ya se siente en los embalses de España y Portugal.

Una sequía excepcional por su intensidad, amplitud y duración, tal y como señalan las agencias meteorológicas de ambos países y que ha llevado a las administraciones lusas y españolas a reforzar su coordinación en la gestión de las cuencas hidrográficas compartidas, Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana con el fin de mejorar la protección y el aprovechamiento sostenible de estas cuentas.

Así se acordó durante la XXIII reunión de la Comisión para la Aplicación y Desarrollo del Convenio (CADC) de Albufeira, instrumento que rige la coordinación de los trabajos entre ambos estados para la protección y el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos compartidos.

La situación en Portugal agravada en el interior

Aunque de momento el déficit de lluvia registrado en Portugal no alcanza el nivel del 2005 (entonces un 22% del territorio estaba en enero en sequía extrema, un 53% en sequía severa y un 25% en sequía moderada), según los datos del Instituto Portugués para la Atmósfera y el Mar (IPMA, basados en combinar el nivel de precipitaciones con la humedad del suelo, el país tiene sequía extrema en un 11% de su territorio (Algarve y parte del Alentejo); severa en un 34 % del área peninsular (otra zona del Alentejo y la zona centro del estado) y moderada en un 54% (norte y zona del litoral).

Antigua aldea abandonada de Aceredo aparecida por la sequía en el embalse de Alto Lindoso | Foto: JB Carvalho.

Estos datos llevaron al Gobierno Portugués a implementar medidas el pasado 1 de febrero, tras la reunión de la Comisión Permanente para la Prevención, Vigilancia y Seguimiento de los Efectos de la Sequía.

Fue en esa reunión en la que, entre otras cosas, aprobaron prohibir la producción hidroeléctrica en las presas Alto Lindoso/Touvedo, Alto Rabagão, Vilar/Tabuaço, Cabril y Castelo de Bode (con excepción de la producción para el mantenimiento de los sistemas), cuando se alcancen cuotas que puedan poner en riesgo el abastecimiento .

Esta medida es especialmente relevante en un país en el que el 30% de la energía que se consume es de origen hidráulico. Asimismo, ha cesado el uso de agua para riego en el embalse de Bravura. En algunos concellos también se prohibió el riego.

Los principales temas que los dos países vecinos abordaron fueron la articulación de los procesos de planificación hidrológica y el análisis de posibilidades de actuación ante el riesgo de sequía, así como el intercambio de información hidrometeorológica y la adopción de los informes correspondientes a los años hidrológicos 2019/2020 y 2020/21.

Además, las partes han analizado la situación actual amenazada significativamente por la sequía y diversos acuerdos sobre intercambios de información y valoración de la situación hidrológica, procedimientos que se intensificarán de inmediato hasta que se supere la situación de riesgo de sequía.

Otro aspecto analizado ha sido la coordinación de los procesos de revisión de los planes hidrológicos y los planes de gestión del riesgo de inundación, así como el acuerdo de preparar un documento conjunto divulgativo sobre estos procesos para cada una de las demarcaciones hidrográficas.

Asimismo, se ha tomado nota y actualizado el compromiso de seguir avanzando en varios grupos de trabajo específicos sobre el régimen de caudales en el Guadiana, la calidad del agua del Tajo y, muy especialmente, sobre sequías e inundaciones, en línea con las actividades de los grupos europeos que lideran tanto España como Portugal.

Se han repasado los proyectos conjuntos que se desarrollan con financiación europea, como la iniciativa RISC-Miño/Limia sobre riesgos de sequía e inundación, que finalizó en diciembre pasado, y el proyecto POCTEP-Albufeira, que se encuentra en pleno desarrollo y está destinado a establecer un procedimiento común para la evaluación del estado de las aguas fronterizas.

Finalmente se han repasado diversos temas en relación con los usos y aprovechamientos de agua en los tramos compartidos, así como otros asuntos diversos que requerían el impulso de la CADC.



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