La sequía se convertirá en la próxima pandemia - EL ÁGORA DIARIO

La sequía se convertirá en la próxima pandemia

La sequía se convertirá en la próxima pandemia

El Informe Especial sobre la Sequía 2021 publicado por la ONU alerta del grave impacto que tendrán las cada vez más crecientes sequías, que agravarán las desigualdades sociales y económicas y que requieren de una gobernanza proactiva y más alianzas


El Ágora
Madrid | 28 junio, 2021


La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) ha publicado su Informe Especial sobre la Sequía 2021 que alerta sobre el aumento de este desastre a causa del empeoramiento de la emergencia climática.

“La sequía está a punto de convertirse en la próxima pandemia y no existe una vacuna para curarla. La sequía ha afectado directamente a 1.500 millones de personas en lo que va de siglo y este número crecerá drásticamente a menos que el mundo mejore en la gestión de este riesgo, comprenda sus causas fundamentales y se tomen medidas para detenerlas ”, dijo Mami Mizutori, representante especial del secretario general de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres, en la presentación del informe.

“La mayor parte del mundo vivirá con estrés hídrico en los próximos años y la demanda de agua superará a la oferta durante ciertos períodos. La sequía agravará las desigualdades sociales y económicas que están profundamente arraigadas en nuestros sistemas», señaló Mizutori.

El informe apunta a que las sequías siempre han formado parte de la experiencia humana, pero las proyecciones del cambio climático sugieren sequías más frecuentes y severas en casi todas las regiones del planeta. Sin embargo, a pesar de su importancia, se subestiman gravemente los daños y los costes derivados de ellas. Esto se debe a los impactos generalizados y en cascada que a menudo no se atribuyen explícitamente a los efectos en cadena de la sequía. Además, golpean de manera desproporcionada a las personas más vulnerables, interconectan grandes áreas a través de aspectos socioecológicos y a diferentes escalas y perduran en el tiempo. En este sentido, el texto afirma que la subestimación constante del coste de los impactos de la sequía da lugar a una respuesta ineficaz y a fallos sistémicos en la gobernanza

El informe hace una estimación de las pérdidas económicas derivadas de los impactos de la sequía entre 1998 y 2017 de al menos 124.000 millones de dólares en todo el mundo. Algunos de los costes directos incluyen pérdidas anuales en Estados Unidos de aproximadamente 6,4 mil millones de dólares, y de más de 9 mil millones en la Unión Europea al año.

¿Qué es una sequía?

El informe especial afirma que «es un desafío definir qué es la sequía» ya que muchas veces se confunde con la aridez o la escasez de agua. Las sequías están causadas por eventos recurrentes de cambios en las condiciones atmosféricas que provocan un clima anormalmente seco o una falta excepcional de agua, que afectan a grandes áreas y representan un riesgo grave para las personas y el medio ambiente. Su duración es muy variable, desde unas pocas semanas hasta varios años. Son difíciles de caracterizar y gestionar debido a sus inicios lentos (en la mayoría de los casos) y finales indeterminados.

Suelo agrícola agrietado por la sequía y la erosión.

Además de las causas naturales, las sequías pueden verse intensificadas por causas antropogénicas como una mala gestión del suelo o una sobreexplotación de los recursos hídricos superficiales y subterráneos. Del mismo modo, las buenas prácticas en materia de agricultura y gestión del agua puede mitigar los efectos de las sequías.

Gobernanza proactiva

A medida que el planeta se vaya acercando a la subida de 2ºC, las sequías se irán intensificando y los impactos directos se observarán en la producción agrícola, el suministro de agua, la producción de energía, el transporte, el turismo, la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas naturales.

Y los impactos indirectos no se harán esperar: aumento de desempleo, cierre de empresas, perturbaciones del comercio internacional, enfermedades debido a la calidad del agua, inseguridad alimentaria, desnutrición y hambruna generalizada, migraciones transfronterizas, malestar social e incluso conflictos en casos extremos.

Ante este panorama, el informe pide un nuevo mecanismo mundial para hacer frente a este riesgo, al que están expuestas más personas en el mundo. Es imprescindible «ayudar a abordar la naturaleza transfronteriza del riesgo de sequía mediante la gobernanza del riesgo, las alianzas, la innovación a nivel regional y la acción decidida a nivel comunitario».

Se insiste en la necesidad de un cambio en la gobernanza para pasar de una gestión reactiva a una gestión proactiva. Cambiar una gobernanza de rescate por una estrategia de reducción de riesgos y resiliencia. En este proceso serán decisivos los sistemas de alerta temprana que «necesitan reinventarse en base al progreso en la comprensión de los procesos físicos subyacentes a la sequía y la propagación e impactos, así como el papel de las personas en la exacerbación y mitigación de la sequía».

Alianzas

Transformar la gobernanza requiere una gestión adaptativa que necesita la participación del sector público, las empresas, la sociedad civil, las universidades y las entidades financieras para acelerar la planificación y la implementaciones de acciones locales, nacionales e internacionales.

La transición puede requerir ajustes rápidos y a veces disruptivos y trasformadores que requerirán mucho diálogo entre diferentes niveles y mayores flujos de información y recursos. Por ello el informe apuesta por impulsar las alianzas entre múltiples partes interesadas donde el aprendizaje y la colaboración, la respuesta compartida y la confianza, sean las claves de la acción ambiciosa que hay que emprender.

Porque «ante un reto tan complejo y tan importante, que amenaza a toda la humanidad, todos debemos participar».

Conclusiones
  • La prevención tiene costes humanos, financieros y ambientales mucho más bajos que la reacción y la respuesta.
  • Una mayor comprensión de los riesgos sistémicos complejos y una mejor gobernanza del riesgo pueden conducir a una acción eficaz sobre el riesgo de sequía.
  • Las asociaciones de resiliencia a la sequía a nivel nacional y local serán fundamentales para gestionar la sequía en un mundo en calentamiento, donde las lluvias serán cada vez más impredecibles y requerirán soluciones prácticas para abordar problemas como la deforestación, el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas, el pastoreo excesivo, la salinización, el anegamiento y el suelo erosión.
  • Un mecanismo para la gestión de la sequía a nivel internacional y nacional podría ayudar a abordar la naturaleza compleja y en cascada del riesgo de sequía.
  • Los sistemas y servicios financieros deben evolucionar para alentar enfoques cooperativos, promover mecanismos de protección social y alentar la transferencia de riesgos y el financiamiento contingente, a fin de brindar un apoyo adaptativo diversificado a la gestión del riesgo de sequía.
  • Se necesitan nuevas vías para fomentar la inclusión de los conocimientos indígenas y locales, el intercambio de valores y oportunidades para obtener los beneficios de una gobernanza eficaz del riesgo y el intercambio eficaz de experiencias de gestión del riesgo de sequía.


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