El problema de subestimar el agua como riesgo y oportunidad - EL ÁGORA DIARIO

El problema de subestimar el agua como riesgo y oportunidad

El Foro Económico Mundial alerta de que empresas e inversores no contemplan la importancia fundamental del agua en sus informes ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), algo que está ralentizando la consecución de los retos relacionados con este recurso


Los informes ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) dominan las estrategias corporativas de sostenibilidad en la actualidad. Sin embargo, aunque ha aumentado el interés de los inversores en estos temas, hay un punto del que adolecen la gran mayoría de estos informes: subestiman la importancia del agua como riesgo empresarial y como oportunidad. Esta situación está ralentizando la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, agua limpia y saneamiento para todos, según señala el Foro Económico Mundial en un reciente análisis.

En la actualidad existen diversos marcos de informes internacionales ESG. Los principales son el CDP, el Climate Disclosure Standards Board (CDSB), el Global Reporting Initiative (GRI), el International Integrated Reporting Council (IIRC) y el Sustainability Accounting Standards Board (SASB).

El Foro señala que, en general, estos marcos de información subrepresentan el agua como un riesgo y una oportunidad críticos, en un momento en que el agua se reconoce cada vez como uno de los elementos claves en la crisis climática y se considera de manera creciente como un riesgo material clave para las empresas.

Afortunadamente, existe el compromiso de alinear varios de los principales marcos de informes internacionales. Pero este proceso llevará tiempo y, por ahora, «las empresas continúan gastando recursos en informes a varios marcos, recursos que podrían emplearse mejor para abordar problemas ambientales y sociales críticos«, lamenta el Foro Económico Mundial.

Agua, un concepto singular

Los marcos de presentación de informes generalmente se centran en la huella de una corporación a lo largo de su cadena de valor con respecto a la energía, el carbono y el agua. Sin embargo estos conceptos son muy diferentes entre sí y requieren un tratamiento completamente distinto.

«Necesitamos expandir el pensamiento, la estrategia y la presentación de informes más allá de la huella. Centrarse en la huella de una empresa a lo largo de su cadena de valor es limitante en el mejor de los casos e irrelevante en el peor. Por ejemplo, el cero neto funciona para el carbono pero no para el agua. El agua no es fungible y tiene atributos sociales y culturales además de sus dimensiones temporales, espaciales y de calidad. El carbono no tiene ninguno de estos; una tonelada de carbono es igual en cualquier parte del mundo. Los marcos de información actuales ignoran o minimizan la importancia de esta diferencia», señala Will Sarni, fundador y director ejecutivo de Water Foundry.

Como resultado, las corporaciones han adoptado ‘agua neutra, neta positiva y reposición‘. «Estas líneas de etiqueta y estrategias tienen poco en cuenta los atributos únicos del agua, si es que lo hacen. La huella hídrica y las estrategias ‘netas positivas’ han sido cuestionadas durante años  y son cuestionados cada vez más por empresas líderes en estrategias de agua», afirma Sarni.

Además, parte del problema con las estrategias de reporte de huellas es que no representan el impacto positivo que algunos sectores industriales y empresas tienen al abordar los problemas ambientales y sociales a través de la naturaleza de sus productos y servicios. Por ejemplo: el sector de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) lidera el camino en el desarrollo y la implementación de tecnologías ‘inteligentes’ como la Inteligencia Artificial o el Internet de las Cosas, que mejoran la eficiencia y pueden proporcionar datos en tiempo real para una gestión y un acceso al agua muy mejorados.

«Los ESG deben abordar rápidamente la alineación de los marcos de informes, reconocer las deficiencias de una mentalidad centrada en la huella y colocar el agua en el mismo nivel de importancia que el cambio climático. Solo a través de esta nueva lente podremos imaginar un verdadero progreso hacia los ODS en los próximos nueve años. Si no mejoramos los informes ESG, corremos el riesgo de informar sin tener un impacto real y, por lo tanto, la capacidad de resolver nuestros problemas ambientales y sociales más urgentes quedará fuera de nuestro alcance», concluye Sarni.



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