Expertos de 40 países se han reunido en el 12º congreso Micropol para compartir los últimos avances sobre la eliminación de microcontaminantes en el agua. El centro tecnológico Cetaqua ha sido uno de los invitados para avanzar en este importante reto hídrico



Cada día se producen y consumen cientos de toneladas de productos químicos en todo el mundo. Una producción que sigue creciendo debido al aumento de la población y al consumismo exacerbado. Este hecho ha generado desafíos a los que hacer frente el sector del agua en el ámbito de la depuración como la detección y eliminación de microcontaminantes, conocidos también como contaminantes emergentes. Se trata de sustancias asociadas a compuestos químicos que provienen de productos farmacéuticos y de cuidado personal, pesticidas y aditivos industriales, entre otros.
Los microcontaminantes que se vierten al medio llegan a las depuradoras urbanas o alcanzan las aguas superficiales y subterráneas a través de episodios de escorrentía. Aunque están presentes con una muy baja concentración en el agua, la tecnología de las empresas del sector, los avances en I+D+i y los nuevos métodos analíticos se han puesto al servicio de la detección de estas sustancias y están centrando esfuerzos en eliminarlas. La prioridad de los diferentes actores es garantizar la calidad del agua y mitigar los posibles riesgos que los microcontaminantes puedan generar sobre el planeta.
El evento forma parte de la serie de conferencias del Grupo de Especialistas de la IWA ACHSW y se concibe como un foro internacional donde poner en común el desarrollo científico, las soluciones técnicas más avanzadas para el tratamiento de contaminantes emergentes y el know-how de todos los grupos de investigación e instituciones que trabajan en la temática.
Entre los centros españoles invitados a Micropol, destaca Cetaqua, centro tecnológico del agua del grupo Agbar, que de la mano de su investigador Carlos Echevarría, presentó la técnica de sorción híbrida y accionada por presión en tecnologías de membranas para la eliminación avanzada de microcontaminantes, así como su análisis técnico-económico.
Cetaqua, un centro tecnológico de referencia a nivel nacional e internacional, trabaja en proyectos como LIFE AWARE o GUARDIAN para identificar en qué tecnologías apostar para alcanzar altas eliminaciones (>90%) y demostrarlas en entorno real a una escala relevante (>2 m3/h). El experto Carlos Echevarría señala que «no existe una tecnología única que valga para eliminar cualquier tipo de compuesto presente en un efluente residual, pero una combinación adecuada puede permitir abordar un amplio abanico de compuestos de una forma coste-efectiva«.


Dónde actuar es un debate para tener en cuenta. «Qué es mejor, ¿centralizar estos contaminantes para tratarlos en una depuradora urbana? ¿o es mejor actuar en corrientes descentralizadas en las que pueden estar más concentrados? Estas son preguntas en cuya respuesta trabajamos a través de análisis técnico-económicos«, señala Echevarría.
Por otro lado, está la línea de trabajo asociada a la sensorización y monitorización. «Encontrar sensores online, ya sean cualitativos o cuantitativos, para este tipo de compuestos es complejo y será importante para monitorizar el riesgo. A su vez, cuantificar el riesgo según el uso que se le dé a ese efluente está sujeto a investigación», explica el investigador de Cetaqua.
Retos muy presentes en el sector del agua
En un contexto hídrico cada vez más complejo en el que la escasez se de agua se ha convertido en cotidiana, la reutilización es una de las claves para asegurar el recurso. Por ello, el impacto de estos microcontaminantes se tendrá muy en cuenta a la hora de reutilizar el agua, particularmente en usos sensibles como el consumo humano, el agrícola o la recarga de acuíferos.
Ante estos retos, Echevarría destaca que «tenemos que estar preparados para que este sea un tema cada vez más presente en la depuración urbana, y para tener en cuenta en la reutilización de aguas. Como en muchos otros ámbitos medioambientales, el grado de implementación de soluciones tecnológicas aumentará en función de lo que dicte la legislación. Por ejemplo, en Suiza es obligatorio alcanzar eliminaciones del 80%, y esto ha resultado en un revamping de todas las depuradoras del país».


El experto augura que «la legislación se hará especialmente estricta cuando se planteen esquemas de reutilización potable, es decir, recircular de forma directa o indirecta efluentes de agua regenerada para su posterior potabilización. En ese punto, por cuestiones de seguridad y minimización de riesgo, la administración definirá límites muy restrictivos para esta agua regenerada. Para anticiparnos, recomendaría que levantemos la vista y nos fijemos en las estrategias que siguen otros países en los que la reutilización está más avanzada, como puede ser Estados Unidos, Australia o Singapur».


Por ello, Carlos Echevarría destaca la importancia de encuentros como Micropol. «Es en estos eventos en los que el I+D+i, la industria y la administración se tienen que alinear. Me parece un foro internacional muy interesante en el que compartir la visión sobre esta problemática y entender y aprender cómo la están resolviendo otros países con retos similares o distintos», concluye.
