El ciclo urbano del agua ha apostado por la telelectura como palanca de transformación del ciclo integral de los recursos hídricos. Entre los ejemplos más recientes destacan Beniel, primer municipio murciano en implantar la telelectura de contadores de agua al cien por cien de su población, y Avilés (Asturias), que ha adoptado la telelectura en un pujante parque empresarial



El cambio climático ha puesto sobre la mesa numerosas incertidumbres que nos abocan a un proceso transformador de las bases de la sociedad y la economía, en las que la sostenibilidad y la digitalización se erigen como los dos grandes pilares de ese puente que hay que cruzar para entrar en la nueva era: la de los datos. En el ámbito de los recursos hídricos, la telelectura supone un gran avance en la gestión del ciclo integral del agua debido a la gran utilidad de la información que proporciona, no solo para optimizar la eficiencia en el uso del agua y en el funcionamiento de las redes de distribución y abastecimiento, sino también para la mejora de la calidad de vida de las personas y hasta de la resiliencia y seguridad de las ciudades.
La montaña de datos que ofrece la telelectura no ayuda por sí misma, es necesario desarrollar herramientas que traduzcan todos esos datos en beneficios reales para operadores, administraciones y ciudadanos, como el grupo Agbar consciente de que los datos son el gran recurso del siglo XXI que requiere de buenas herramientas de gestión.
Uno de los ejemplos más reciente de avance hacia la digitalización del ciclo del agua urbana como motor de la reconstrucción se ha dado en Beniel, que se ha convertido, a través de la empresa mixta de servicios Sermubeniel en el primer municipio murciano en implantar la telelectura de contadores de agua al cien por cien de su población.
Se da la circunstancia de que el 70% del parque de contadores de Beniel está próximo a la antigüedad máxima permitida por la Orden ICT/155/2020, que establece que “la vida útil de los contadores de agua limpia y de los contadores de agua para otros usos será de doce años”.
Este hecho ha determinado la decisión de realizar el cambio de los casi 5.000 contadores que miden los consumos de la población benielense.
La telelectura es un sistema digital de lectura de contadores a distancia que permitirá a cada cliente de Sermubeniel, de manera individual, desde cualquier lugar y en cualquier momento (el servicio está disponible las 24 horas del día), consultar su consumo de agua. Con la telelectura, los clientes podrán activar y configurar alertas de exceso de consumo y alarmas de detección de fugas, que les permitirá recibir una notificación inmediata cuando se produzcan esas fugas o sobreconsumos, sin necesidad de esperar a la emisión de la factura.


Gracias a ese sistema ininterrumpido de recopilación de datos, la telelectura proporcionará una mayor transparencia para los clientes de Beniel a la hora de acceder a sus propios consumos, además de una mayor autonomía y conocimiento en la toma de decisiones sobre el consumo de agua. La telelectura facilitará y volverá más sostenible no solo su vida: también la vida de un municipio cada vez más justo y resiliente.
Telelectura en empresas
Asturagua, empresa que gestiona el servicio de abastecimiento y saneamiento en una veintena de municipios asturianos, cuenta ya con este sistema de lectura telemática y junto con Aguas de Avilés -Sociedad Mixta formada por Asturagua y el Ayuntamiento de Avilés- ha implantado la telelectura de contadores en las empresas del Polígono Empresarial del Principado de Asturias (PEPA). Así, las empresas pueden planificar una gestión más eficiente del recurso y también detectar posibles fugas o averías en tiempo real que, de otro modo, podrían pasar inadvertidas.


Este proyecto, Asturagua ha instalado para Aguas de Avilés 146 contadores digitales para dar servicio a las 118 empresas del PEPA. “Gran parte de los contadores instalados corresponden a usuarios con un gran consumo de agua, a los que la telelectura aportará un importante beneficio: el control y seguimiento en tiempo real del consumo de agua les permitirá ser más eficientes”, indica Ignacio del Río, gerente de Asturagua.
El sistema de telelectura implantado en el PEPA es de red fija y está formado por tres grandes subsistemas: los equipos de medición, la red de comunicaciones y el sistema central. Sobre cada contador se coloca un transmisor de radio que captura los consumos del contador y los transmite por radiofrecuencia a un concentrador. La red de concentradores repartida sobre el terreno recoge las lecturas enviadas por todos los transmisores a su alcance y las reenvía por datos móviles al sistema central, que se encarga de recibir y procesar la información de los equipos de medición para ponerla a disposición de los usuarios y de los gestores de la red.
Los beneficios de la telelectura para el ciudadano
Uno de los principales beneficiados de estos sistemas digitales es el ciudadano, que gozará de una mayor transparencia a la hora de acceder a sus consumos, en línea con la nueva Directiva de calidad del agua potable, ya que la telelectura le permite conocer sus consumos reales, no estimados, en tiempo real 24/7.
Esta información a su vez permite identificar consumos anómalos que destapan fugas, incluso ocupaciones no autorizadas de viviendas.
Además, facilita la lectura de contadores interiores al poder realizarse la lectura sin intervención del lector y es especialmente beneficiosa, a la hora de poder elegir los periodos de tarificación en función de las preferencias de cada usuario y reducir las reclamaciones por el cobro de consumos estimados reforzando la satisfacción de los ciudadanos con este servicio esencial.
De cara a las administraciones locales y ayuntamientos, competentes en la prestación del servicio del agua potable, la implantación de la telelectura les proporciona una imagen actualizada del municipio convirtiéndolas en Smart Cities. Permite un control exhaustivo de consumos municipales, redunda en una mayor transparencia suministrando datos a los portales municipales.
Un avance que será obligatorio en pocos años tras la transposición al ordenamiento nacional de la nueva Directiva Europea de calidad del agua para consumo humano.
El hecho de permitir segmentaciones por épocas del año, geografía y tipo de usuario la información aportada por los contadores digitales puede ayudar al diseño de nuevas estructuras tarifarias.
Al reducirse los desplazamientos para las operaciones de lectura manual de contadores se reduce la emisión de CO2 a la atmósfera (ODS13), cae la siniestralidad laboral contribuyendo al ODS8; y es capaz de aportar información al ámbito social (ODS 3) facilitando, por ejemplo, la implantación de sistemas de teleasistencia.
En el ámbito de las aportaciones de la telelectura al propio sistema de prestación del servicio de agua potable, la infonomía que aporta la telelectura permite llevar a cabo un control diario del rendimiento hidráulico, reduce drásticamente las fugas en las redes de distribución, así como las pérdidas aparentes.
Un mayor control de los consumos en puntos estratégicos, como no facturables, bonificados, deficitarios e incorporar mejoras en la red de distribución y en la calibración de herramientas de modelización del sistema.
En definitiva, la telelectura va mucho más allá de un simple sistema de cuantificación de consumos para su tarificación y ofrece un mundo de información y datos que bien leídos facilitan la y mejoran la vida de los ciudadanos.
