La presa británica de Toddbrook, agrietada desde el pasado jueves por las copiosas lluvias registradas en la ciudad de Derbyshire, sigue en riesgo de colapsar y liberar el millón de toneladas de agua que alberga



Las lluvias y tormentas previstas por el Servicio Meteorológico Británico para los próximos días mantienen el riesgo de colapso de la presa del embalse de Toddbrook, en la ciudad de Derbyshire, que amenaza con liberar las más de un millón de toneladas de agua que acumula y arrasar las localidades ubicadas aguas abajo.


La semana pasada cayó en las colinas de Derbyshire en sólo 48 horas la lluvia que suele registrarse en un mes y medio causando daños a la presa del embalse de Toddbrook que tiene más de 180 años
La alarma saltó el pasado jueves cuando se detectaron problemas estructurales en la presa, después de que algunas de sus paredes se vinieran abajo como consecuencia de las fuertes lluvias registradas durante los días anteriores, lo que también aumentó su capacidad hasta niveles de riesgo.
La presa Toddbrook fue construida en 1838 y tiene capacidad para 1,36 millones de metros cúbicos de agua. Según informó el ministerio de Medio Ambiente de Reino Unido, los niveles de agua del embalse se han conseguido reducir en 1,3 metros desde el jueves y los bomberos han drenado el 35% del agua, aunque ha evitado precisar cuál es el nivel necesario alcanzar para que la presa se considere segura.
Durante el fin de semana helicópteros Chinook de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) han estado cubriendo los bordes con mezcla de construcción, como grava, arena y hormigón para frenar el desbordamiento.
Desde el pasado viernes, han lanzado más de 500 toneladas de sacos para cerrar la rotura del muro de contención de la presa de Toddbrook.


Las autoridades insisten en que la estructura de 180 años de antigüedad permanece en «una condición crítica», por lo que el riesgo de colapso sigue siendo «una amenaza muy real» y han evacuado a más de 1.500 residentes ante el temor de una avalancha de agua que apenas les daría 70 segundos para escapar y ponerse a salvo en una zona elevada del cauce natural que tomaría el agua.
Se teme que la presa pueda sufrir más daños, o incluso colapsar por completo a medida que los pronósticos meteorológicos advierten sobre más inundaciones y tormentas eléctricas lo próximos días.
Según un informe de la Agencia Ambiental de Reino Unido, la última vez que se produjeron muertes por la rotura de una presa en el país fue en 1925, cuando dos diques se rompieron y 16 personas murieron en Dolgarrog, un pueblo de Gales. Este accidente dio pie a una mejora en los requisitos para la construcción de represas en 1930, que fueron actualizados en 1975. La mayor tragedia de este tipo se produjo en 1864 cuando murieron al menos 240 personas en Sheffield, Inglaterra.
