Transformación digital para lograr una economía circular

Transformación digital para lograr una economía circular

Un informe de la OCDE plantea las soluciones digitales a los retos que enfrenta la economía circular y enfatiza que las alianzas público-privadas son esenciales para la implementación de tecnologías en la producción. Y en este nuevo modelo, el agua tiene mucho que aportar


¿Qué tiene que ver la inteligencia artificial con el cuidado de recursos naturales? Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​ (OCDE), el futuro sostenible une ambas inexorablemente. La OCDE arguye que la inteligencia artificial, entre otros tipos de tecnologías, serán necesarias para lograr una economía circular que sea respetuosa con el medioambiente. La transformación digital se reconoce cada vez más como una herramienta esencial para el crecimiento inclusivo, sostenible y mayor bienestar social. En el contexto ambiental, la digitalización puede contribuir a desvincular la actividad económica del uso de los recursos naturales y sus respectivos impactos ambientales. Además, la tecnología es la forma de acelerar la transición a la economía circular y liberar su potencial por completo.

En el informe publicado por la OCDE, las tecnologías como la inteligencia artificial, blockchain, internet y almacenamiento en la nube, facilitan la transición hacia una economía circular más eficiente en el uso de los recursos. Esto ayuda a superar los obstáculos que se interponen en el camino del despliegue a gran escala de modelos de negocio más ecológicos, así como una aplicación más eficaz de las políticas de economía circular.

El documento argumenta cómo la digitalización puede impulsar el sector público y el privado, y muestra cómo las tecnologías pueden auxiliar en la creación de políticas efectivas de economía circular. Aunque el organismo reconoce que existe la posibilidad de consecuencias no deseadas con el uso de la tecnología, la OCDE aboga por establecer un marco de políticas que ayude a mitigar los riesgos que conlleva la digitalización.

Los retos de la economía circular

Según la OCDE existen cuatro grandes aspectos en la economía circular que han afectado su potencial, pero en los que es posible que la tecnología ayude. El primero que menciona el reporte es el de información imperfecta o incompleta. La información incompleta entorpece la trazabilidad inadecuada de los productos, componentes y materiales utilizados. Además a veces imposibilita la reutilización y el reciclaje. La Organización propone la tecnología como posible solución el crear una especie de pasaporte digital o registro auditable que se implemente desde el primer momento de producción, hasta el final de su vida útil. Esto permitiría también una mejora en el manejo de desechos, ya que se sabría qué componentes son reutilizables o no.

El informe también afirma que los costes de transacción y los relacionados con las incertidumbres en torno a los residuos pueden ralentizar los procesos. La OCDE propone la adopción de tecnologías digitales que reduzcan estos costes como son las plataformas de abastecimiento digital combinadas con IA y blockchain. Un tercer aspecto es cambiar la perspectiva del cliente con respecto a la calidad final con el uso de materiales más sostenibles; la tecnología puede ayudar proveyendo un control de calidad que mejore a la certidumbre del consumidor.

Como último reto el informe plantea la fabricación descentralizada de componentes o productos finales. Sugiere optimizar el diseño de los productos para lograr un desmantelamiento eficiente y la recuperación de materiales. ¿Dónde entra la tecnología como posible solución? Utilizar los avances en diseño asistido de 3D y la tecnología de impresión para facilitar la optimización del desmontaje más fácil y reciclaje de productos.

Alianzas público-privadas

Para la OCDE «la inversión privada debe ser dirigida a través de instrumentos económicos, mientras que los fondos públicos podrían centrarse en financiar las fases iniciales de I+D+i». La Organización sugiere complementar esto con modelos de financiación mixta y compra pública verde. La OCDE reconoce el valor que pueden aportar las empresas privadas al desarrollo de aplicaciones digitales relevantes para la economía circular. Por ello, la OCDE plantea una I+D colaborativa, es decir, público- privada para fomentar la innovación en los modelos comerciales circulares. Para obtener esa colaboración la Organización propone a los países incentivar la inversión privada a través de instrumentos económicos, como desgravaciones fiscales y exenciones. El documento hace hincapié en la importancia de modelos de financiación mixta, así como la implementación de fondos públicos verdes para ampliar aún más los nuevos modelos de negocio.

Proyectos innovadores y circulares ligados al agua

En marzo de 2022 el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Economía Circular. El objetivo del gobierno español es acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de materias primas. Este proyecto gubernamental llega al tiempo que la iniciativa privada española explora ya las posibilidades de la tecnología para la economía circular.

En abril de 2022 la Comisión Europea otorgó financiación al proyecto español Ecoplanta. El proyecto, impulsado por Agbar Repsol y Enerkem, producirá de manera sostenible metanol circular a partir de residuos sólidos urbanos no reciclables. Ecoplanta es una iniciativa puntera que utilizará tecnología de gasificación. Este es uno de los siete proyectos escogidos por la Comisión entre casi 300 propuestas. Ecoplanta destacó debido a la innovación que propone, así como su escalabilidad. La planta, que estará ubicada cerca de El Morell en Tarragona,  producirá 240.000 toneladas al año de metanol y recuperará el 70% del carbono presente en los materiales no reciclables.

El PERTE de Economía Circular del gobierno español no contempló el agua en su estrategia, sin embargo las empresas españolas del agua ya están trabajando en aras de la economía circular. Un ejemplo de ello es la iniciativa Smart Farm BioGas La Palma en Canarias. El proyecto busca la circularidad y la reducción de la huella de carbono en la isla. La ambiciosa iniciativa para generar energía y deshacerse de residuos al mismo tiempo ha sido impulsada por el Ayuntamiento, el Cabildo Insular y cuenta con la colaboración de Canaragua. La Smart Farm BiogGas La Palma busca valorizar entre 10-20.000Tn/año de residuos orgánicos para producir entre 3-6 GWh/año de energía primaria verde destinando su uso al ciclo integral del agua para reducir la huella de carbono de la Isla.

Además de la valorización de residuos, las propias depuradoras de agua serán una fuente de materias primas como demuestran dos proyectos que se están desarrollando en la biofactoría de Ourense: ECOVAL y WalNUT.

El primero de ellos, liderado por Cetaqua Galicia, está desarrollando distintas tecnologías para la valorización de residuos orgánicos urbanos y fangos de depuración para la obtención de bio-productos. Entre estas tecnologías exploradas por el proyecto ECOVAL, destaca una que permite modificar las condiciones de la digestión anaerobia que se produce en los procesos de depuración y el tratamiento de lodos de depuración para detenerla en un momento determinado y obtener ácidos grasos volátiles, uno de los subproductos obtenidos del petróleo y que se utilizan en infinidad de objetos cotidianos, plásticos, lubricantes y pinturas.

Por su parte, el proyecto WalNUT que busca la recuperación de nutrientes y la posterior producción de biofertilizantes, previniendo así la contaminación de las masas de agua y promoviendo la circularidad en la industria de los fertilizantes en el marco de la Unión Europea.



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