Seis empresas gallegas lideradas por la empresa concesionaria del servicio de agua en Galicia, Viaqua logran una sonda para monitorizar la calidad del agua a la salida de las potabilizadoras en tiempo real, una solución tecnológica que aplica un enfoque preventivo y de gestión de riesgos



Los efectos del cambio climático suponen un auténtico desafío para todos los sectores de la economía y la sociedad. La pandemia, asociada a la pérdida de biodiversidad, nos ha abierto los ojos acerca del impacto y las consecuencias reales que el cambio del clima tiene para el conjunto de la naturaleza y el ser humano como parte de ella.
La salud es uno de los ámbitos que más impacto está teniendo en el último año, y nos ha permitido descubrir el papel esencial del agua, no solo como barrera higiénica para frenar los contagios de coronavirus, sino también como elemento clave de la red de alerta temprana epidemiológica a través de innovadores sistemas analíticos de las aguas residuales, que permiten anticipar hasta en dos semanas la evolución sanitaria, facilitando la consiguiente toma de decisiones a las autoridades de salud.
Anticiparse para mitigar impactos y reducir, mediante la toma de decisiones acertadas, la exposición al riesgo, es la clave de la adaptación al cambio climático.
La crisis climática ha disparado la demanda, tanto de empresas como de administraciones e instituciones, de servicios cada vez más sofisticados de alertas y predicciones a través de los cuales tomar decisiones y gestionar emergencias con la máxima precisión posible. Esta necesidad también ha llegado al ciclo urbano del agua.
Después de tres años de trabajo colaborativo entre pequeñas y medianas empresas, gestores del agua urbana, administraciones y centros tecnológicos, el proyecto TRIHSENS ha logrado desarrollar un sistema completo de control y alarma para la gestión eficiente de procesos de potabilización durante el tratamiento del agua.
Tanto los fenómenos de lluvias torrenciales como la sequía afectan a la calidad de las aguas que llegan a las potabilizadoras desde sus fuentes de captación, para ser tratadas y distribuidas con calidad óptima y en las mejores condiciones de seguridad y salubridad.
La turbidez, la materia orgánica, los agentes patógenos, condicionan los tratamientos que se aplican en las mismas para garantizar esa calidad y salubridad que ofrece el agua del grifo en España.


Con el objetivo de proporcionar protocolos de actuación más ágiles y precisos en el sistema de potabilización de agua de consumo humano, los participantes en el proyecto han logrado el desarrollo e instalación de una sonda para la monitorización, en tiempo real, de la calidad del agua en la ETAP del Tambre, en Santiago de Compostela, gestionada por Viaqua.
Marcos Martín, consejero delegado de Viaqua, destacó durante la presentación de los resultados del proyecto la imprescindible necesidad de reforzar las alianzas y la cooperación entre instituciones, empresas y tercer sector, defendiendo siempre la colaboración público-privada como elemento imprescindible para un crecimiento y desarrollo sostenible.
Gracias a la participación en proyectos colaborativos como TRIHSENS, “buscamos desarrollar tecnologías que permitan solucionar problemáticas existentes o futuras en la gestión del agua, y poner a disposición de las administraciones públicas la implantación de dichas soluciones”.
Anticiparse para una respuesta más rápida


TRIHSENS ha logrado desarrollar un sistema completo de control y alarma para la gestión eficiente de procesos de potabilización durante el tratamiento del agua.
Este sistema, que consta de un sensor de fluorescencia, un modelo de predicción y una herramienta de apoyo a la decisión, supone una apuesta por la protección y la preservación de la calidad del agua.
En la última fase del proyecto, terminado a finales de 2020, se ha instalado una sonda de control en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del Tambre, para la monitorización in situ del proceso de potabilización.
La sonda, que está compuesta por sensores de fluorescencia basados en tecnología LED de bajo coste, se ha acoplado al modelo de predicción y a la herramienta de apoyo a la decisión. Este sistema integral permite dar una respuesta rápida y precisa frente a eventos de contaminación, y facilitar el control de la calidad del agua de consumo.
El desarrollo de este sistema completo garantiza, de forma rápida y segura, la gestión eficiente del agua de consumo distribuida a la población en la ciudad de Santiago de Compostela.
Esta solución plantea un modelo más ágil y económico que pretende a la larga sustituir los muestreos manuales y en laboratorios externos, reduciendo el tiempo de respuesta y el alto coste asociado, pues aunque la normativa actual sigue exigiendo la realización de estos controles analíticos en laboratorio, la sonda complementa y adelanta el resultado, facilitando la gestión de la planta
“La posibilidad de controlar en tiempo real la calidad del agua que entra en la potabilizadora nos permite pasar de un enfoque basado en la gestión de crisis a otro enfoque preventivo que anticipa riesgos” y prevé la respuesta para facilitar y anticipar su implementación, según destacó para El Ágora Leticia Rodríguez, coordinadora de Viaqua en el proyecto.
Potabilización de precisión
“Pasamos a una potabilización de precisión” ya que la sonda hace todas las mediciones desde la propia planta, sin necesidad de recurrir a análisis en laboratorios externos que siempre demoran los resultados y ralentizan la capacidad de respuesta para optimizar los tratamientos desinfectantes del agua.Rodríguez destaca, asimismo, que el proyecto tiene mucho recorrido de cara a facilitar la implementación de la nueva normativa de calidad de las aguas para consumo humano, recientemente aprobada y en fase de incorporación a nuestro ordenamiento jurídico. Una normativa que incorpora nuevos compuestos a los controles rutinarios, como microcistinas, bisfenol A y otros contaminantes difusos y de interés emergente, para mejorar aún más la calidad del agua potable.
De hecho, la nueva regulación incluye la elaboración y aprobación de planes sanitarios para zonas de abastecimiento de más de 50.000 habitantes a partir de las evaluaciones de riesgo y precisamente TRIHSENS promueve una gestión proactiva del riesgo.
Además, siendo la transparencia uno de los ejes de esta nueva normativa, con la que se persigue generar una mayor confianza en el agua del grifo, el sistema desarrollado por TRIHSENS aporta una herramienta de apoyo a la decisión que favorece esa transparencia.


En definitiva, TRIHSENS promueve el cambio impulsado por las nuevas políticas europeas mediante el desarrollo de una tecnología enfocada a una gestión preventiva eficiente; a la vez que sigue fomentando la colaboración, a través del apoyo a proyectos de investigación, desarrollo e innovación.
Este proyecto, que está enmarcado en el programa ConectaPeme 2018 y cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia, a través de la Axencia Galega de Innovación y la Consellería de Economía, es un ejemplo de innovación y cooperación entre los socios: Viaqua, Roca Roibás, Syspro y Ayco, y los centros tecnológicos que colaboran con el proyecto: Aimen y Cetaqua.