La nueva edición de Fitur se convierte en la primera feria mundial presencial después de la pandemia. Toda una declaración de intenciones para demostrar que España ofrece seguridad, confianza y sostenibilidad, las claves para que el sector vuelva a levantarse, y en las que el agua tiene mucho que decir



Tourism is back. El turismo ha vuelto. El lema de esta edición de Fitur refleja perfectamente lo que espera con ansia el sector, uno de los más afectados (si no el que más) por la pandemia y que se da cita esta semana en Madrid, del 19 al 23 de mayo. La pasada edición, en un enero de 2020 en el que aún no imaginábamos el alcance del virus que ya hacía estragos en China, fue la última gran cita internacional que acogió España, ya que apenas dos semanas después se canceló el Mobile World Congress de Barcelona. Ahora, Fitur es la primera gran feria en celebrarse en España de manera presencial desde que estalló la pandemia y una de las primeras en el mundo.
Y también por primera vez en su historia, Fitur se celebra en un formato híbrido presencial y online que ha recortado el número de países asistentes de los 165 de 2020 a 55 con presencia física en esta ocasión y que tendrá los aforos reducidos al 50% para garantizar la seguridad sanitaria. Sólo se exigirá test de antígenos o PCR para las jornadas profesionales (los tres primeros días). El público general podrá entrar durante el fin de semana, sin necesidad de test.
Esta edición está llamada a marcar el punto de inflexión tras un año casi en blanco, en el que España ha perdido 70 millones de turistas internacionales y 92 millones de viajes de los nacionales, con pérdidas que superan los 100.000 millones de euros respecto a 2019, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), que la alianza Exceltur eleva a 116.000 millones. Lo que se traduce lógicamente en una sangría de empleos: a cierre de marzo había más de 750.000 empleos afectados por el parón de actividad.
Y ante este terrible panorama, España pretende con Fitur recuperar su prestigio turístico internacional y ser país de acogida en este reinicio de la movilidad internacional. El objetivo mejorar los números de visitantes y la previsión del Gobierno es llegar al 50% de las cifras de 2019.
Los destinos turísticos seguros y el impulso a la sostenibilidad del sector serán los dos principales ejes de esta edición de Fitur. Y no podía ser de otra manera. La seguridad y la confianza de los turistas será la única manera de que el sector vuelva a levantarse, por ello los distintos destinos «venderán» sus avances en esta materia para atraer a los usuarios. Y por otro lado, no podía faltar la sostenibilidad. Al igual que el resto de sectores están apostando por una reconstrucción verde en consonancia con unos objetivos globales ambientales cada vez más ambiciosos, el turismo no se puede quedar atrás y en su relanzamiento también destacará sus esfuerzos por ser cada vez más sostenible.
La seguridad es la clave
Como siempre, todas las Comunidades Autónomas españolas estarán presentes en Fitur y en esta edición, además de los atractivos de cada región, destacarán sus avances en materia de seguridad para que los turistas que vengan a visitarnos tengan la confianza de que están en zonas seguras.
El pasado verano ya se probaron distintas técnicas para controlar aforos en la playas y prevenir la saturación. Es el caso de Alicante, por ejemplo, que puso en marcha un aplicación en varios idiomas que mostraba en tiempo real y mediante un código de colores la ocupación de sus playas. Este sistema de videocontrol pionero en España, puesto en marcha por Aguas de Alicante y el consistorio de la ciudad, permitió tanto a las fuerzas de seguridad, que podían controlar de manera adecuada los aforos, como a los propios ciudadanos, que evitaban desplazamientos o elegían el enclave en el que pasar el día, hacer frente con seguridad a su tiempo de ocio y evitar incertidumbres.


El ciclo urbano del agua también cumplió el verano pasado, y el resto de la pandemia, una labor importantísima en el control y la alerta temprana sobre los contagios, contribuyendo de manera decisiva a la seguridad en todas las ciudades y zonas turísticas. Es el caso del observatorio digital Sentinel, lanzado por SUEZ en el mes de junio del pasado año, que permite a los municipios detectar la presencia de la carga viral en las aguas residuales días antes de la confirmación de los primeros casos clínicos. Esto permite a las autoridades tomar decisiones rápidas y con una localización muy concreta, lo que contribuye a la seguridad ciudadanos y turistas.
Por otra parte, la presentación que se espera con más expectación en Fitur tendrá lugar el próximo viernes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentará el ‘certificado digital verde’ de la Unión Europea que se podrá aplicar a partir de junio y que permitirá viajar de forma segura. España, que ya está preparada para ello, espera «cuanto antes» la aprobación de la Comisión Europea. Según la ministra de Turismo, Reyes Maroto, diez destinos han pedido que se aplique este certificado a modo de piloto y el Ministerio trabaja para poder aplicarlo de forma recíproca con otros estados miembros de la UE.
Turismo cada vez más verde
Junto a la seguridad, la sostenibilidad es la segunda tendencia que marcará las preferencias de los turistas y lo seguirá haciendo cada vez más en los años venideros. El sector no es ajeno a la revolución verde que el coronavirus ha traído consigo y el turismo debe ser parte de la recuperación económica siguiendo la senda de la sostenibilidad.
Así, hace apenas un mes, el Gobierno presentó nueva Estrategia de Sostenibilidad Turística en Destino, que sentará las bases de un nuevo modelo turístico para transformar los destinos de acuerdo a criterios sostenibles alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ‘España Puede’. La ministra Reyes Maroto ya destacó que “el futuro del turismo será sostenible o no será” y adelantó que se invertirá «más de 1.900 millones de euros en nuestros destinos turísticos para reforzar su sostenibilidad en su triple dimensión: medioambiental, socioeconómica y territorial”.
La adaptación del turismo al cambio climático y los desafíos que traerá consigo serán cruciales para la supervivencia del sector. Y entre estos retos, el consumo de agua en un contexto de creciente estrés hídrico es la cuestión más acuciante. No en vano, cuando nos convertimos en turistas somo mucho mas derrochadores del recurso que cuando ejercemos de «ciudadanos locales». Según los últimos datos, el consumo visitante puede alcanzar en España entre 300 y 400 litros de agua diarios, muy por encima de los 136 litros que el INE establece como media de consumo de un ciudadano medio en España.
Y no hay que olvidar que el 85% del turismo se concentra en regiones secas, según un estudio de la Universidad de Alicante. Todo un reto para las administraciones y empresas especializadas en la gestión integral del agua que no sólo hacen posible que llegue a grifos, sanitarios, piscinas o jardines, sino que deben depurarlas y tratarlas tanto para optimizar su reutilización como para evitar vertidos al medio natural.


La concienciación de los turistas junto con una apuesta decidida por la reutilización del agua son la respuesta a este desafío. Es la apuesta del cuarto destino turístico de España, Benidorm, premio nacional de Ciudad Sostenible por su gestión del agua. Una ciudad que pasa de 180.000 habitantes, 70.000 censados y el resto residentes habituales, a 500.000 en los meses de mayor afluencia de visitas.
Y es que en los últimos 25 años, pese a que la población se ha incrementado en un 44%, el suministro de agua se ha reducido un 18%. Además, en el último año ha aumentado en un 77% la reutilización de agua regenerada. Para los expertos, estos datos demuestran la gestión eficaz del agua que se viene realizando en este municipio, gracias al centro tecnológico Dinapsis, una gestión inteligente que se ha convertido en una seña de identidad de calidad turística de la ciudad.
España, uno de los países que más se verá afectado por los efectos del cambio climático, debe apostar por la adaptación de sus destinos turísticos si quiere que esta actividad siga siendo un motor de prosperidad económica. Y en esta edición de Fitur que comienza, sin duda, debe mostrar que el turismo español tiene más futuro que nunca.