Tras dos años de gestión municipal del ciclo integral del agua, el Ayuntamiento de Valladolid apenas invierte en infraestructuras y mejora de la red un 25% de los 26,5 millones de euros licitados desde que asumió la concesión. Destina el resto, más de 20 millones, a gastos corrientes y de funcionamiento de la Empresa Municipal Aquavall



Las medias verdades, en ocasiones, son también medias mentiras y así, cuando se nos presentan como inversiones gastos corrientes y de funcionamiento de una empresa pública para justificar su buena gestión, uno no puede escaparse de la necesidad de escarbar para encontrar el dato cierto.
Y así ha pasado con el balance de la empresa municipal Aquavall, encargada desde julio de 2017 de gestionar el ciclo integral del agua de la capital pucelana, tras un osado cambio de modelo de gestión que ha pasado de la gestión público-privada con un operador de prestigio internacional y gran expertise en la materia a una gestión municipal, precaria en experiencia, know how y capacidad operativa.
El pasado miércoles 26 de febrero el Consejo de Administración de Aquavall anunció que desde su puesta en marcha había “invertido en el ciclo del agua vallisoletano 22 millones de euros frente a los 27 invertidos durante los 20 años de gestión privada «.
La primera en la frente
Durante los 20 años de gestión privada a los que alude Aquavall, la empresa concesionaria abonó al Ayuntamiento un canon anual finalista por importe total de 130 millones de euros, según acreditan los balances públicos aportados.
Cabe preguntarse en qué invirtió el consistorio los 103 millones de euros restantes que no fueron a parar a la mejora y renovación de las infraestructuras del agua entre 1997 y 2017.
Hecha la salvedad, volvamos al presente
La empresa municipal dice que “las cifras de inversión presentadas evidencian el cumplimiento de uno de los principales objetivos planteados por el gobierno municipal cuando el 1 de julio de 2017 decidió asumir la gestión pública del ciclo integral del agua: la inversión de todos los beneficios en la conservación de las redes y la mejora del servicio”.
Según el Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR) Aquavall solo ejecutó hasta septiembre de 2019 un 31% de las licitaciones planificadas desde su puesta en marcha
Hacienda informa que desde julio de 2017 Aquavall licitó contratos por un total de 26.455.788,02 de los que sólo una cuarta parte, 6.659.076,22 se han destinado a obras de mejora de la red. Los casi 20 millones restantes son contratos menores de subcontratación de servicios o suministros.
Y de esas escasas licitaciones para obras de infraestructura, una de las más importantes para la ciudad del Pisuerga, el Proyecto para la sustitución del colector de la margen izquierda en el Paseo de Zorrilla en el tramo entre Puente Colgante y el LAVA, tendrá que volver a adjudicarse tras el desistimiento del contratista propuesto, lo que supondrá un aplazamiento de nueve semanas del inicio previsto de las obras.
Y sin embargo, el consejo de administración de Aquavall celebra como un éxito sus cifras de ejecución de inversiones en el último año, “un 85,3% con respecto al presupuesto de adjudicación, con un total de 7,5 millones de euros”.
Cuesta obtener del Portal de Transparencia de la empresa municipal Aquavall cifras completas que avalen la afirmación de los nuevos gestores públicos pero, a tenor de los contratos menores mostrados, se observa que la responsable de la empresa municipal del agua de Valladolid confunde inversiones con los gastos de una empresa que subcontrata casi toda su actividad.
Así de los 9.682.178,40 euros licitados en 2019, vemos que 525.272 se fueron a:
- Al “Contrato de Suministro de Reactivos necesarios para el tratamiento de Agua Potable y Residual de la EPE”, 447.750 euros
- Al Contrato de un “Servicio de Instalación, Sustitución, Precintado y Levantamiento de contadores de la RED de Distribución de agua de la EPE Agua de Valladolid”, 2.229.419
- Al Suministro de energía eléctrica en alta tensión para la EPE Agua de Valladolid-Aquavall, 585.410
- Al Contrato de suministro de contadores de agua fría para la EPE Agua de Valladolid y 392.938,98 a la contratación de los servicios postales para las dependencias del Agua de Valladolid, entre otros servicios y suministros.
Y lo mismo pasa en los años anteriores, donde se licitan aplicaciones informáticas, sistemas de cobro, compra de ropa para el personal y su limpieza, suministro de cloro y reactivos, gasolina y gasoil para los camiones y vehículos, el alquiler de estos camiones y vehículos o 5.994.040 euros en 2017 para energía eléctrica a los distintos suministros de la Entidad Pública Empresarial Local Agua de Valladolid.
En los contratos menores que figuran en el portal de transparencia hay algunos bastante sorprendentes como la cuota anual de asociado a Dircom, asociación que reúne a directores de comunicación de compañías diversas, (1.076 euros), la cuota anual de asociado a la Asociación para el progreso de la Dirección (1.397,52) la compra de vinotecas “que se utilizan para mantener el agua fría en eventos” por 778,50, o contratar “servicios jurídicos varios” a una abogada y asesora fiscal y contable, que el año pasado participó como ponente de Amnistía Internacional en una jornada llamada Mujeres del coño insumiso sobre la represión del movimiento feminista en Valladolid.
Visto lo visto, no queda tan claro que Valladolid haya “avanzado de forma decidida en una necesaria renovación de las redes y equipamientos públicos de abastecimiento, saneamiento y depuración de agua», cuando el 75% de las “inversiones” se ha destinado a cloro, gasolina, servicios postales, trajes para los operarios, equipos informáticos o suscripciones asociaiativas varias.