Científicos de todo el mundo están debatiendo a petición de la ONU sobre el importante ascenso de la contaminación lumínica, un problema que afecta tanto a las investigaciones sobre el cielo nocturno como a la vida misma



La luna llena tiene envidia de las ciudades porque ya no es la única que ilumina los cielos nocturnos en los que antes reinaba. La luz artificial, por su puesto, ha supuesto un enorme avance para nuestra civilización, pero el coste de sus beneficios no ha pasado desapercibido.
Existen numerosos estudios científicos que señalan que el exceso de iluminación antropogénica durante las noches es causante de la interrupción de la cadena de polinización debido a la desorientación y trastornos que producen las luces. También es artífice de desajustes en la cadena trófica e, incluso, mortalidad en masa entre los insectos.
Nathalie Ricard, científica de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (Unoosa), detalla que los seres humanos entran también dentro de ese cúmulo de especies afectadas por la contaminación lumínica debido a nuestros lazos con la oscuridad durante la noche.“Aunque alguna vez se pensó que los seres humanos habían evolucionado más allá de la sensibilidad a la luz y estaban regulados socialmente, ahora se reconoce ampliamente que, de hecho, somos fisiológicamente muy sensibles incluso a niveles muy bajos de luz durante la noche”, explica la experta.
“La mayoría de los animales, la gran mayoría de los invertebrados, incluidos los polinizadores cruciales, y más de las tres cuartas partes de las especies de mamíferos son nocturnos”, añade.
Debido a la importancia de la conservación de la integridad de los cielos nocturnos, la Unoosa, el Ministerio de Ciencia de España y la Unión Astronómica Internacional organizan esta semana el foro virtual “Cielos oscuros y tranquilos para la ciencia y la sociedad”, un espacio de debate en el que científicos y demás expertos pondrán sobre la mesa las principales líneas rojas de este problema.
“Solo en la última década, la tasa promedio mundial de aumento en la potencia de la luz artificial fue del 2% anual en términos de área iluminada y resplandor, aproximadamente el doble de la tasa de crecimiento de la población mundial en el mismo período”, informa Nathalie Ricard.
Por este motivo, además de mencionar los impactos sobre la biodiversidad, también se analizarán los impactos de la contaminación lumínica y radioeléctrica sobre la astronomía y sobre la visibilidad del prístino cielo nocturno.
“La iluminación artificial de las zonas urbanas ha incrementado la dificultad para observar el cielo nocturno en su prístina magnificencia. Además, los sitios remotos elegidos para albergar los observatorios astronómicos más sofisticados debido a su ubicación favorable se están poniendo gradualmente en peligro por la contaminación lumínica, la interferencia de señales de radio y las modificaciones climáticas inducidas artificialmente”, señalan desde la Unoosa.
Asimismo, Nathalie Ricard informa que se “abordará la proliferación de constelaciones de minisatélites de compañías privadas para distintas actividades comerciales, como efecto de la tecnología espacial cada vez más barata y que, sin duda, alteran la imagen del firmamento nocturno”.
Se espera que del encuentro salga un documento de referencia que describa qué medidas pueden adoptar los gobiernos y las empresas privadas para mitigar el impacto negativo del exceso de luz sin disminuir el bienestar de los ciudadanos.
Entre ellas se cuenta el blindaje de luces para limitar su brillo, la reducción de la potencia a la cantidad mínima necesaria, el uso de tecnología adaptativa para regular la iluminación, como por ejemplo, en las carreteras con poco tráfico o para apagar luces en espacios públicos cuando no sean necesarias.
“El comité científico organizador de la conferencia ya elaboró un borrador de recomendaciones para iniciar discusiones a nivel internacional entre astrónomos, autoridades y fabricantes de equipos de iluminación, así como las empresas que lanzan y operan constelaciones de satélites”, indica la experta.
Estas recomendaciones se actualizarán con los debates de esta semana y se espera que se respalden en 2021 en la conferencia oficial sobre el tema de la Unoosa, que será organizada por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en Santa Cruz de La Palma, en La Palma.
