La Estación Espacial Internacional se prepara para reciclar más agua

La Estación Espacial Internacional se prepara para reciclar más agua

La última sonda que se ha acoplado en la ISS ha transportado un novedoso hardware con el que se actualizará el Sistema de control ambiental y soporte vital de la estación. Esto permitirá recuperar hasta el 90% del agua de la orina de los astronautas, cerrando el circuito cerrado de recursos en el que viven en el espacio


Las propiedades y cualidades de las que hace gala el agua convierten al líquido elemento en una de las más valiosas posesiones de las que se pueden disponer en la Tierra. Por ese mismo motivo, parece casi imposible concebir su valor en un entorno tan hostil para ella como lo es la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en ingles).

En esta obra de ingeniería situada a 400 kilómetros por encima de nuestras cabezas, el agua que necesitan los astronautas para sobrevivir no está disponible de forma natural como en la Tierra, sino que llega hasta allí almacenada en bolsas a través de las distintas sondas que cada cierto tiempo se lanzan desde la superficie planetaria.

Los problemas logísticos y el alto coste que supone el envío de este preciado cargamento provocan que la estación solo reciba la llegada de unas 18 toneladas de agua al año -para unos cuatro miembros-. Con esta cifra sobre la mesa, a un astronauta le corresponderían unos 11 litros de líquido al día, muy lejos de los 128 litros que consumimos de media los españoles en una jornada habitual.

Además, aun con este envío, el tiempo de permanencia previsto para muchos de sus tripulantes excede la capacidad de almacenamiento de agua de la nave, por lo que desde hace tiempo los científicos tuvieron que recurrir al reciclado del agua y también la orina para procurar que toda el líquido de la estación fuese aprovechado al máximo.

 

El encargado de cumplir con esa misión es el Sistema de control ambiental y soporte vital (ECLSS, por sus silgas en inglés) de la NASA, un hardware que “proporciona agua y aire limpio tanto a los miembros de la tripulación como a los animales del laboratorio”.

Según la institución, el Sistema de recuperación de agua (WRS) del ECLSS es capaz de reciclar la orina, atrapar la humedad del ambiente y los desechos de la actividad extra vehicular para convertir los subproductos de nuevo en agua limpia “con unos estrictos estándares de pureza y calidad”.

Más agua para la estación

La última cápsula en acoplarse a la estación fue la Cygnus 15, bautizada S.S. Katherine Johnson en honor a una de las primeras mujeres en trabajar en la estación espacial. A bordo de ella llegaron el 20 de febrero de este año más de 3.800 kilos de carga útil, entre los que había un hardware para actualizar el tan valioso ECLSS.

En concreto, el nuevo Sistema Procesador de Salmuera (BRS, por sus siglas en inglés) tiene la misión de aumentar la tecnología del ECLSS mediante un procedimiento de reciclado de la orina por membranas que pretende recuperar hasta el 90% del agua disponible de 22 litros de salmuera de orina durante un ciclo de 26 días.

Antes de la llegada de la estación Internacional, los sistemas de soporte vital de muchas de las naves míticas, como la Apollo, estaban diseñados para un solo uso, sin posibilidad de reutilizarse en futuras misiones.

Según la NASA, esta estrategia estaba basada en la poca experiencia de los Estados Unidos en la realización de vuelos tripulados de larga duración. La única excepción fue Skylab, una arcaica estación espacial adaptada de la tercera etapa de un cohete Saturno V que estuvo operativa en tres misiones entre 1973 y 1974 que duraron 28, 59 y 84 días, respectivamente.

“El ECLSS en Skylab incluía agua y oxígeno almacenados, un tamiz molecular regenerable para la eliminación de dióxido de carbono y humedad, así como detectores de incendios que utilizaban detección de luz ultravioleta”, señalan desde la NASA.

“A diferencia de las naves espaciales anteriores, el transbordador espacial era un vehículo reutilizable. Aunque incorporó algunos avances en su sistema de soporte vital QUE todavía dependía en gran medida del uso de consumibles”, aclaran.

Las misiones de exploración tripuladas de larga duración requieren aproximadamente un 98% de recuperación de agua, y esta demostración de tecnología en el procesamiento de salmuera ayudará a lograr este objetivo. De hecho, este sistema planea cerrar la brecha para el flujo de desechos de orina de la estación espacial, según la NASA.

En la imagen se muestra una maqueta del ECLSS en 2001. De izquierda a derecha, se muestran la rejilla de la ducha, la rejilla de gestión de residuos, la rejilla del sistema de recuperación de agua (WRS), la rejilla de WRS y la rejilla del sistema de generación de oxígeno (OGS) «Clic para ampliar) | Foto: NASA

En este sentido, cabe destacar que la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) lleva trabajando desde hace más de 30 años en la elaboración de un ecosistema autosostenido personal que los astronautas puedan llevarse con ellos en las futuras travesías espaciales.

“El sistema, que recicla incesantemente desechos como la orina y el sudor, utiliza una cadena de filtros, bacterias en biorreactores y reacciones químicas para producir agua y alimentos limpios. El objetivo es volverse completamente autosuficientes para que los astronautas puedan viajar por el espacio profundo produciendo para siempre los tres elementos básicos de la vida: agua, oxígeno y comida”, detallan desde la ESA.

De momento, la ESA está probando en Barcelona un sistema de soporte vital encerrado en un circuito cerrado con el fin de mantener de manera indefinida a varias ratas en un hábitat cómodo y aislado.

 



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