La revista ‘Science’ ha puesto en portada un trabajo realizado por científicos españoles en el que se investigó la distribución de las raíces de las plantas dependiendo de si están o no cerca de competidores. Se trata de una muestra más del potencial de la ciencia en nuestro país



Las raíces de las plantas son un elemento insustituible para las plantas, que las necesitan para captar agua y nutrientes del suelo, pero también lo son para la actividad agrícola mundial, además de ser una herramienta eficaz mitigar los gases de efecto invernadero que emitimos cada día a la atmosfera.
Sin embargo, estudiarlas no es una tarea fácil ya que se esconden debajo de la tierra, incluso llegando a enterrarse decenas de metros bajo ella. Tal vez por eso, que un equipo mixto de científicos españoles y americanos haya podido establecer un modelo matemático basado en la teoría de juegos para predecir su crecimiento, ha sido la razón de que la prestigiosa revista científica Science haya colocado su trabajo en la portada de la publicación de diciembre de este año.


Se trata de un ejemplo más de cómo la ciencia española tiene el potencial de equipararse a la ciencia desarrollada en cualquier parte del mundo. El problema de que esto no suceda tan a menudo se debe a la escasa inversión científica de nuestro país -un 1,2% del PIB, mientras que la media europea se sitúa en el 2,11%- que, en parte, ha propiciado estampida de nuestro intelecto hacia otras partes del mundo donde sí los están aprovechando, entre otros fenómenos.
Hasta ahora, los estudios sobre la competencia de las raíces se basaban, o bien en su distribución o longitud, es decir, a qué distancia llega la raíz desde el tallo, o en la producción total de la raíz de la planta, o lo que es lo mismo: en la inversión en biomasa que la planta dedica a las raíces.
Como novedad, este estudio publicado en Science y que ha sido desarrollado en los invernaderos experimentales del Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid, combina por primera vez ambos factores, el espacial y el de la inversión en biomasa radicular. “Con esta investigación hemos logrado conciliar dos hipótesis aparentemente opuestas: la de la distribución espacial, que postula la reducción del rango de las raíces; y la de la inversión en biomasa que afirma que, ante la presencia de competencia, las plantas invierten en exceso en producir raíces”, explica Fernando Valladares, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
El estudio han participado expertos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), la Universidad de Princeton (EE.UU), la Universidad Estatal Paulista (Brasil) y la Universidad Rey Juan Carlos
“Las plantas responden a la competencia invirtiendo más en raíces si el competidor está cerca porque priorizan el desarrollo cerca del tallo, pero, por el contrario, responden invirtiendo menos en sus raíces si el competidor está lejos ya que en este caso prevalecería la segregación que postula la teoría de la mayor inversión en biomasa”, concluye Valladares.
“Este resultado resuelve las contradicciones que manifestaban esos modelos respecto al crecimiento de las raíces en competencia, y ayuda a entender el desarrollo de esta parte invisible, pero vital de las plantas. Además, aumenta nuestra comprensión de la competencia subterránea dando pie a numerosas preguntas que debemos continuar investigando”, añade Ciro Cabal, investigador de la Universidad de Princeton que participó en esta investigación durante su estancia en el MNCN.
