El gobierno chino acaba de terminar una expedición científica a la cima del mundo para confirmar su altitud. Desde que en el siglo XIX los ingleses estimaron por primera vez su altura, ha habido un debate abierto sobre su tamaño exacto. El dato de 8.848 metros difundido habitualmente no es aceptado por todos los geógrafos
Pedro Cáceres | Director adjunto Madrid
| 29 mayo, 2020
Es una de esas cifras redondas que aprendemos desde pequeños. La altura del Everest, la montaña más elevada del mundo es de 8.848 metros. Solo hay 14 cimas en el planeta que superen los 8.000 metros, todas en el Himalaya. Son los famosos 14 ochomiles que ansían conquistar los alpinistas. Y de todos ellos, el Everest es el rey… aunque realmente no sepamos cuánto mide realmente.
Es algo que puede sorprender en una época en la que la Tierra está cartografiada hasta el detalle más mínimo. Sin embargo, los geógrafos siguen sin ponerse de acuerdo sobre la altitud exacta del Everest.
Vistas del Everest, el Lhotse y el Nuptse, en el Himalaya.
Hasta tal punto que el gobierno chino acaba de enviar una expedición científica al techo del mundo para hacer mediciones exactas. Han aprovechado para ello este momento del mes de mayo que reúne las condiciones ideales para ascender a la cima.
En todo el año apenas hay unos días que ofrezcan las ventanas de oportunidad para hacer cumbre. Habitualmente, el mal tiempo y los vientos, que pueden superar los 250 kilómetros por hora en la cima con temperaturas de 70 bajo cero y niveles de oxígeno reducidos a un tercio de lo habitual hacen imposible llegar arriba.
Atasco de montañeros en el monte Everest en mayo de 2019.
Durante años se ha denunciado la masificación del techo del mundo. Acaba de cumplirse un año de la foto que dio la vuelta al mundo. El 22 de mayo de 2019 se pudo ver una foto en la que 25 alpinistas esperaban en fila a hacer cumbre. En apenas una semana, 825 montañeros llegaron a la cima.
Los expertos y escaladores veteranos denunciaron entonces la banalización de la escalada al Everest, que no es solo un reto deportivo y técnico… sino también algo provisto de un aura legendaria que las expediciones comerciales han reducido a la nada.Este año, el panorama ha sido otro totalmente distinto. Nadie ha hollado la cima. Solo los científicos enviados por Beijing para medir su altura.
Según informa Europa Press, un equipo de investigación chino de ocho miembros ha alcanzado el techo del mundo, para colocar en la cumbre un sistema de medición y una antena de navegación por satélite o GNSS para medir la altitud exacta de la montaña sobre el nivel del mar.
El trabajo de campo terminó el 27 de mayo el trabajo de campo y los científicos emplearán ahora diversas técnicas de medición convencionales y digitales para realizar cálculos exactos.
Después del análisis y procesamiento de datos, llevarán a cabo estudios teóricos y verificaciones repetidas para determinar la altura exacta, un trabajo que se prolongará de dos a tres meses, según explica el Ministerio de Recursos Naturales de China en una declaración recogida por la agencia oficial china Xinhua.
Según explican los expertos chinos, se necesitan cálculos complejos para eliminar los errores causados por factores como la temperatura, la presión del aire y el efecto de refracción de la luz.
En la cumbre, los miembros del equipo establecieron la profundidad de la nieve, realizaron estudios de gravedad y midieron la altura usando el Sistema Satelital de Navegación BeiDou (BDS). No deja de ser también una forma de promocionar su tecnología propia de geoposicionamiento, que compite con el popular GPS (Global Positioning System) de patente estadounidense.
Una altura variable
La cima del Everest fue conquistada por primera vez por el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tenzing Norgay, en mayo de 1953. La noticia dio la vuelta al mundo, pero los diarios de la época señalaban que los alpinistas habían conquistado una montaña de 8.840 metros. Esa era la altura oficial de la montaña en ese momento, y la medición tenía un siglo de historia.
La había fijado el topógrafo británico Andrew Waugh como parte del largo, legendario y romántico esfuerzo de los funcionarios de la Corona británica en India por cartografíar y explorar la cordillera asiática. Costó años elaborar las mediciones, realizadas a distancia con teodolitos, y con las dificultades de acceder a zonas de gran altura y vetadas a extranjeros por parte de China y Nepal.
«La montaña debe su nombre al geólogo británico George Everest. Para los habitantes de la zona era conocida hasta entonces como Chomolungma, Madre del universo en tibetano»
La cima del Everest.
Finalmente, en 1856 se concluyó que el Everest, conocido hasta entonces como pico XV por los británicos, medía 8.840 metros y era la montaña más alta del mundo. Por cierto, que Waugh le cambió el nombre a la montaña y le puso Everest en honor a su antecesor en el puesto, el geólogo británico George Everest. Para los habitantes de la zona, el pico había sido conocido hasta entonces como Chomolungma (Madre del universo en tibetano).
La cifra de 8.840 de Waugh se dio por buena durante 100 años hasta que en 1954, un año después de la ascensión de Hillary y Norgay, el recién independizado gobierno indio realizó una nueva medición con métodos modernos y más facilidades logísticas y estableció la altura en los 8.848 metros que figuran en los libros de texto.
Sin embargo, esta altura ha estado en disputa en los últimos años. En 1999, un grupo de topógrafos de Estados Unidos elevó la altura del Everest hasta los 8.850 metros, pero investigadores chinos afirmaron en el año 2005 que en realidad era de 8.844,3 metros. La diferencia es que los primeros medían la montaña con la nieve acumulada encima y los segundos decían haber medido la base de roca de la cima, no el hielo acumulado.
Científicos chinos coronan la cumbre del Everest en mayo de 2020 para instalar equipos que permitan medir su altura exacta. | Foto: Europa Press / Xinhua
En realidad, China ha hecho seis mediciones de la montaña desde el nacimiento de la República Popular comunista en 1949. La altura registrada en 1975 fue de 8.848,13 metros, coincidente con la realizada por India en 1954. No fue hasta 2005 cuando la última medición de la Oficina Estatal de Topografía y Cartografía de China lo redujo a 8.844,4.
Desde entonces hay una disputa abierta entre China y Nepal, los dos países propietarios del Everest, por saber la altura. Para Nepal, sigue valiendo la medición india, es decir, 8.848. Para ello lanzó una expedición en 2019 para corroborar esa altura. Para China, sin embargo, sigue contando su propia medición de 2005, la de 8.844 metros.
Además, un nuevo elemento se ha añadido al debate. En el año 2015, tras el intenso terremoto que azotó Nepal, los geólogos dijeron que muy probablemente el seísmo habría alterado la altura del Everest. Hay que tener en cuenta que la gran cordillera del Himalaya empezó a formarse hace 50 millones de años por el choque de la placa tectónica india con la asiática y que, desde entonces, no para de elevarse y deformarse, a alturas de unos milímetros al año.
La expedición recién lanzada por China para medir de nuevo el Everest tiene un poco de disputa científica y bastante de posicionamiento del país. Es una muestra de su tecnología – su propio sistema de satélites de geoposicionamiento- y de su presencia en la zona. Desde la ocupación del Tíbet en 1951, el gigante asiático se considera también dueño del techo del mundo.
Un rebaño de llamas en el Volcán Chimborazo, situado en el Ecuador terrestre. Su cima, de 6.268 metros de altura sobre el nivel del mar es el punto más alejado del centro de la Tierra y el más cercano al sol. | Foto: Emiliano Barbieri
El Everest es el más alto … según se mida
La Tierra no es una esfera perfecta, sino que está achatada en los polos y un poco ensanchada en su cinturón central. Tiene en realidad un ligero porte amelonado. Esto influye en algunas mediciones curiosas. A la altura del Ecuador, por ejemplo, la misma persona pesa en la báscula menos que en una latitud media, como la española.
Esto se debe a que la línea ecuatorial está más lejos del centro terrestre que otros puntos del globo, debido a la forma oblonga de este. De este modo, la fuerza de la gravedad es menor y así queda reflejado en la báscula.
Lo mismo ocurre si medimos montañas. El Everest es la montaña más alta sobre el nivel del mar. Pero si medimos la distancia que la separa del centro de la Tierra, en realidad es más alto un monte de gran altura que se encuentra cerca del Ecuador. Se trata del Chimborazo, que se eleva 6.268 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, al estar situado solo un grado al sur del Ecuador, está más lejos del centro terrestre que el Everest. La cima del Himalaya tiene más de 8.000 metros pero está situada a una latitud de 46 grados norte, por lo cual está más alejada del punto central del planeta.
El Chimborazo es también, y no el Everest, el punto terrestre más cercano al sol.