Focas equipadas con GPS para estudiar el deshielo en la Antártida

Focas equipadas con GPS para estudiar el deshielo en la Antártida

En los últimos años, un grupo de investigadores ha comenzado a implementar equipos de registro de datos oceanográficos en animales marinos como las focas para poder estudiar el comportamiento de las aguas y el hielo de la Antártida durante todo el año


Las plataformas continentales de la Antártida son una de las regiones biológicamente más productivas de los océanos del mundo como resultado de la gran cantidad de nutrientes generados por las interacciones entre las corrientes, el hielo marino y el terrestre. Sin embargo, debido a la dificultad de realizar observaciones oceanográficas por barco en áreas de la plataforma continental cubiertas por hielo terrestre, estos intercambios de agua y sus variaciones estacionales todavía no se comprenden del todo bien. Para solucionarlo, un grupo de investigadores japoneses llevan unos años implementando equipos de registro de datos en animales autóctonos como las focas, una técnica innovadora que podría revolucionar el futuro del estudio de la Antártida.

Este hallazgo, realizado por científicos del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón, han aparecido esta semana en la revista Limnology and Oceanography y se centra principalmente en los datos que registran conductividad, temperatura y profundidad, fundamentales para determinar las características del agua del océano y estimar su origen. «Estudios anteriores que utilizaron instrumentos atados a los elefantes marinos del sur y las focas de Weddell residentes, un depredador que se sumerge en las profundidades, habían mostrado algunos procesos físicos interesantes en las áreas antárticas», explica Nobuo Kokubun, autor principal del estudio, «pero, hasta ahora, apenas ha habido nada que investigue las áreas costeras cubiertas por hielo terrestre».

El estudio se basó principalmente en la Antártida oriental, una región con una gran población de focas donde los fuertes vientos catabáticos aumentan la producción de hielo marino en las polinias costeras, áreas de agua de mar abierta y no congelada rodeadas de hielo marino. Sin embargo, estas formaciones, situadas junto a grandes extensiones hielo marino adherido a la costa (conocido como hielo terrestre), se están viendo afectadas por el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático, lo que podría suponer una amenaza para la forma de vida de depredadores como las propias focas de Weddell o los pingüinos emperador.

Fue precisamente allí donde investigadores llevaron a cabo un estudio de campo explorando las condiciones oceanográficas invernales y sus consecuencias biológicas, uniendo sensores vía satélite con pegamento a las cabezas de ocho focas de Weddell de marzo a septiembre de 2017. Los sensores pesaban alrededor de medio kilogramo y tenían aproximadamente el tamaño de un pequeño cubo de Rubik. Las áreas fueron cerradas por su gran cantidad de hielo terrestre y la falta de plataformas continentales anchas o polinias costeras distintas.

Agua cálida en la Antártida

Usando los datos transmitidos de las focas instrumentadas, los investigadores encontraron que aparecía agua cálida y de baja salinidad en el fondo durante el otoño, y que la profundidad del agua cálida crecía a medida que avanzaba la temporada.

focas antártida
Una foca de Weddell con un sensor en la cabeza. | Nobuo Kokubun/NIPR
29/12/2021

Al combinarlo con modelos meteorológicos y oceanográficos, los investigadores demostraron que el viento del este que prevalece estacionalmente durante el otoño provoca un flujo de aguas cálidas de la superficie fuera de la plataforma, así como presas posiblemente adicionales hacia la plataforma continental. De hecho, los datos de buceo de las focas registrados simultáneamente indicaron que el agua cálida y de baja salinidad tuvo efectos positivos en el comportamiento de búsqueda de alimento de las focas. En general, los investigadores consideran que el proceso físico impulsado por el viento puede mejorar la disponibilidad de presas en el ecosistema marino costero antártico.

Además, la investigación demostró que las focas con sensores oceanográficos adjuntos podrían ser herramientas poderosas para explorar las condiciones oceanográficas y ecológicas en una amplia gama de plataformas continentales antárticas cubiertas con hielo terrestre. Ahora que esto se ha probado, el equipo quiere ir más allá y estimar la cantidad de agua y presas que se transportan a los estantes mediante este proceso impulsado por el viento. En última instancia, los investigadores esperan poder utilizar estos datos para predecir cómo está respondiendo el ecosistema marino costero antártico a los rápidos cambios en curso en el hielo y analizar de esta forma cómo afecta el deshielo provocado por el cambio climático a la fauna local.



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