El Plan de choque por la Ciencia y la Innovación, que compromete 1.056 millones, incluye medidas para fortalecer el sistema de investigación biosanitaria y de salud pública, incorpora instrumentos para impulsar la capacidad innovadora de las empresas y pretende reducir la precariedad e inestabilidad laboral del personal científico



El Gobierno ha presentado el Plan de choque por la Ciencia y la Innovación, que pretende colocar a la ciencia, la I+D+I y el talento en el camino de la recuperación tras «los recortes sufridos en el sector y la ausencia de reformas».
El plan incluye 17 medidas en torno a tres ejes: la investigación y la innovación en salud, la transformación del sistema de ciencia y la atracción de talento, y el impulso a la I+D+I empresarial y la industria de la ciencia.
«Si queremos protegernos de futuras pandemias debemos apostar por la ciencia» ha declarado Pedro Sánchez
A esta inversión hay que sumar los 508 millones de euros en préstamos en condiciones ventajosas a empresas innovadoras, a partir de los nuevos instrumentos de promoción de la I+D+I privada.
“España no puede seguir volviendo la espalda a la ciencia, debe apostar con contundencia por la ciencia. Si queremos estar preparados para futuras emergencias sanitarias, si queremos tomar medidas que aseguren salud y bienestar, competitividad y sostenibilidad, si queremos crear empleos cualificados, nuevas industrias, una sociedad más justa y una economía más resistente, tenemos que apostar por la ciencia”, ha declarado Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español.
Medidas de impacto
Tal y como informa el Gobierno, este plan no pretende cubrir el conjunto de actuaciones públicas en torno a la ciencia y la innovación, ni refleja la globalidad de los fondos y programas planeados desde el Ministerio de Ciencia e Innovación. En lugar de eso, se focaliza aquellas medidas de impacto de muy corto plazo con capacidad tractora para impulsar una recuperación rápida de nuestro sistema de ciencia e innovación.
Por otro lado, este plan está diseñado para alinearse y complementarse con las reformas y programas de medio y largo plazo del Plan de Inversiones y Reformas para la recuperación de la Economía que prepara el Gobierno de España y que enviará a Bruselas para financiación a través del Fondo de Recuperación New Generation EU.
Tanto el plan de choque como las medidas a medio y largo plazo en el marco del plan de recuperación están imbricados en la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027, que se presentará en las próximas semanas y en la que el Gobierno de España lleva trabajando más de un año bajo la coordinación del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Ejes de acción
El primer eje de este plan está centrado en la investigación e innovación en salud, y en el que se contempla el refuerzo de las capacidades humanas y materiales en este ámbito, con el objetivo de revertir los importantes retrocesos en financiación y recuperar fondos para investigación e innovación sanitarias. En concreto, las capacidades del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el principal organismo público en biomedicina y salud, que ha desempeñado un papel central en esta crisis.
El primer eje está centrado en la investigación e innovación en Salud y tiene una dotación de 215,9 millones
El plan incluye también los recursos que se han destinado a la convocatoria de proyectos de investigación frente a la pandemia, el Fondo COVID, que sigue en marcha.
Además, se va a impulsar la Estrategia de Medicina Personalizada para mejorar la prevención y el tratamiento de enfermedades. Su lanzamiento comenzará en el segundo semestre de 2020 y contará con 77,3 millones de euros. Uno de los planes que incluye se refiere a la creación de un Centro Estatal de Terapias Avanzadas, orientado a la investigación, desarrollo y potencial fabricación y distribución en el Sistema Nacional de Salud de terapias avanzadas personalizadas.
También contempla la reforma de la Ley de Investigación Biomédica de 2007 para desarrollar la carrera investigadora en el Sistema Nacional de Salud y el refuerzo de las instalaciones de alta seguridad biológica, en especial las del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (CISA-CNIA), con una inversión directa de 29 millones de euros.
El segundo eje plantea una reforma una reforma de la Ley de la Ciencia que incluirá la creación de una figura estable de entrada al personal investigador en el sistema público de ciencia español.
Además, se aumentará la financiación para los grupos de investigación, tanto en proyectos como en equipamiento científico-técnico y prórrogas de contratos. En concreto, se incrementará en 50 millones (hasta los 412, es decir un 14% más) la cuantía de la convocatoria de proyectos de I+D+I en 2020 y 2021, se creará una partida de 60 millones de euros para adquisición de pequeño equipamiento científico por parte de las instituciones que han sido beneficiarias de proyectos en las convocatorias de los últimos tres años y se lanzará otra convocatoria de equipamiento científico-técnico en 2021 con 120 millones de euros.
El segundo eje se centra en la transformación del Sistema de Ciencia y atracción y retención de talento y está dotado con un presupuesto de 523,5 millones
Ahora, podrán acogerse a esta medida los contratos con duración determinada que finalicen entre el 2 de abril de 2021 y el 1 de abril de 2023 (prórroga por un periodo de hasta cinco meses) y las instituciones que hayan establecido contratos indefinidos entre el 2 de abril de 2020 y el 1 de abril de 2023. Se calcula que esta medida, con un coste estimado de 20 millones de euros, beneficiará a más de 3.200 investigadores e investigadoras.
Otro de los objetivos concretos del plan de choque es fortalecer los contratos postdoctorales para atraer y retener el talento de personal científico doctor en los grupos de investigación españoles. Para ello, se aumentará en un 30% el presupuesto de los programas postdoctorales junior Juan de la Cierva y senior Ramón y Cajal, con un total de 56,1 millones de euros adicionales.
Este eje incluye también el refuerzo de la investigación oceanográfica española, mediante la construcción de un Buque Oceanográfico Multipropósito de Ámbito Global (BOMAG), que amplíe la capacidad operativa del Instituto Español de Oceanografía y le permita abordar nuevas responsabilidades y retos.
También contempla la creación de una Plataforma Española de Germoplasma Vegetal para la Agricultura y la Alimentación en Red, que contribuirá, desde el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), a la mejora de la conservación y utilización del patrimonio vegetal de España.
El tercer eje desea impulsar el I+D+I empresarial e industrial de la ciencia a través de un presupuesto de 317 millones y otros 508 millones en préstamos a empresas
Esto lo quieren alcanzar a través de un plan a tres años para duplicar las ayudas a la I+D+I empresarial a través del nuevo Plan Estratégico de la Agencia de Innovación CDTI, hasta alcanzar los 2.156 millones de euros anuales..
Además, se incluyen dos planes específicos de apoyo a la I+D+I empresarial en el sector de la automoción, con 25 millones de inversión directa en 2020, a través de la ampliación del programa Misiones Ciencia e Innovación del CDTI, más otros 100 millones de euros en créditos en 2021. Y un segundo plan de I+D+I del sector aeronáutico, con 65 millones en ayudas directas destinadas a proyectos dirigidos al aumento de eficiencia de las futuras aeronaves y a la reducción de las emisiones contaminantes del transporte aéreo.
Este eje también incorpora un programa de ayudas directas a PYMEs innovadoras para que puedan madurar su tecnología y su modelo de negocio y afianzar su estructura de cara a su posterior escalado. Comenzará con un piloto en 2020, con diez millones de euros, y continuará con 50 millones en 2021.
Asimismo, y con el objetivo de desarrollar la industria de la Ciencia y reforzar la transferencia de tecnología, se añade otro programa de apoyo a PYMEs innovadoras que promoverá la compra de prototipos a entidades y centros de investigación y tecnología que quieran desarrollar startups que exploten un conocimiento novedoso o que planteen la colaboración con una empresa con capacidad tecnológica para industrializar y comercializar este conocimiento tecnológico. Se lanzará también con un piloto en 2020, con dos millones de euros, y se desarrollará en 2021 con una inversión prevista de 50 millones.
