Los "padres" de los modelos climáticos ganan el Nobel de Física

Los «padres» de los modelos climáticos ganan el Nobel de Física

El jurado de la Real Academia de Ciencias Sueca ha galardonado con el Nobel de Física a los científicos Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi, claves en el desarrollo de modelos matemáticos para comprender el cambio climático y la responsabilidad de los humanos en este proceso global


Los modelos climáticos son un parte fundamental de la lucha para frenar el calentamiento global. Estas herramientas científicas complejas sirven para representar los procesos físicos, químicos y biológicos que afectan el sistema climático y usan métodos de investigación cuantitativa para simular las interacciones de la atmósfera terrestre, los océanos, el relieve terrestre y el hielo. Por tanto, es gracias a ellos que somos capaces de estimar las consecuencias del calentamiento progresivo del planeta e inferir sus efectos sobre fenómenos climáticos extremos como inundaciones, sequías o huracanes. Una cuestión fundamental en pleno siglo XXI que se empezó a investigar hace más de cinco décadas y cuya importancia ha sido reconocida por la Real Academia de Ciencias Sueca, que ha galardonado con el Nobel de Física a los «padres» de los modelos climáticos actuales: Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi.

En concreto, estos tres científicos han recibido el prestigioso premio «por sus innovadoras contribuciones a nuestra comprensión de los sistemas físicos complejos«. En su argumento, la Real Academia de las Ciencias Sueca señala que los sistemas complejos se caracterizan por la aleatoriedad y el desorden y son difíciles de entender, por lo que el premio de este año reconoce nuevos métodos para describirlos y predecir su comportamiento a largo plazo.

«Los descubrimientos reconocidos este año demuestran que nuestros conocimientos sobre el clima se apoyan en una sólida base científica, basada en un riguroso análisis de las observaciones», ha asegurado en la rueda de prensa de presentación del galardón, Thors Hans Hansson, presidente del Comité Nobel de Física. Según el académico sueco, todos los galardonados de este año han contribuido a que «conozcamos mejor las propiedades y la evolución de los sistemas físicos complejos».

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De izquierda a derecha, los ganadores del Nobel de Física 2021, Syukuro Watanabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi. | EFE

Manabe y Hasselmann han sido galardonados conjuntamente con una mitad del Nobel «por el modelado físico del clima de la Tierra, cuantificando la variabilidad y prediciendo de manera confiable el calentamiento global». La otra mitad del premio recae en Parisi «por el descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos desde escalas atómicas a planetarias».

El jefe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Peteri Taalas, ha saludado que el premio Nobel de Física de este año haya recaído en tres investigadores de «la ciencia del cambio climático» y confió en que esto subrayará la urgencia de actuar para mitigar los efectos de este fenómeno en los próximos años y décadas. Eso sí, la de este este año es tan solo la segunda vez que la Real Académica de Ciencias Sueca, que atribuye este galardón en sus diferentes versiones, basa su elección en el aporte de investigaciones relacionadas con el cambio climático: en 2007, el premio Nobel de la Paz fue concedido al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).

Descubrimientos que valen un Nobel

Los aportes de cada «padre» de los modelos complejos son, eso sí, diferentes. El japonés Manabe, de 90 años, demostró cómo el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera conduce a un aumento de las temperaturas en la superficie de la Tierra. En la década de 1960 dirigió el desarrollo de modelos físicos del clima terrestre y fue la primera persona en explorar la interacción entre el balance de radiación y el transporte vertical de masas de aire, por lo que su trabajo sentó las bases para el desarrollo de modelos climáticos actuales.

Por su parte, el alemán Hasselmann, de 89 años, creó aproximadamente diez años después un modelo que vincula el tiempo y el clima, respondiendo así a la pregunta de por qué los modelos climáticos pueden ser fiables a pesar de que el tiempo es cambiante y caótico. También desarrolló métodos para identificar señales específicas, como huellas de carbono, que tanto los fenómenos naturales como las actividades humanas imprimen en el clima, por lo que sus métodos se han utilizado para demostrar que el aumento de temperatura en la atmósfera se debe a las emisiones humanas de dióxido de carbono.

Por último, alrededor de 1980, el italiano Parisi, que actualmente tiene 73 años, descubrió patrones ocultos en materiales complejos desordenados. Sus descubrimientos se encuentran entre las contribuciones más importantes a la teoría de sistemas complejos, ya que permiten comprender y describir muchos materiales y fenómenos que parecen ser totalmente aleatorios, no solo en la física sino también en otras áreas muy diferentes, como las matemáticas, la biología, la neurociencia y el aprendizaje automático.

El anuncio del premio de Física sigue al de Medicina, este lunes, que fue para los biólogos moleculares David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos sobre los receptores de la temperatura y el tacto, y en los próximos días se conocerán los de Química, de Literatura, de la Paz y de Economía.



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