Un océano subterráneo surgió hace 3.300 millones de años - EL ÁGORA DIARIO

Un océano subterráneo surgió hace 3.300 millones de años

Un reciente estudio ha descubierto que el “océano” surgido a raíz del movimiento de las placas se originó mucho antes de los pensado, concretamente hace más de 3.300 millones de años. La inmersión de la corteza oceánica comenzó en los primeros mil millones de años


El planeta Tierra es un cuerpo celeste único dentro del Sistema Solar. No solo por estar presente, junto a la Luna, en un sistema planetario sin igual, o por poseer agua, sino porque es el único mundo alrededor del Sol que sufre un proceso de convección que sustenta la teoría de la tectónica de placas. Un proceso con el que se originó, antes de lo que se ha pensado, un vasto “océano” subterráneo que transformó la superficie de la Tierra y que, actualmente, juega un importante papel en la mecánica de placas, según un estudio publicado en la revista Nature.

Según las nuevas investigaciones, un «océano» subterráneo se originó en el interior de la Tierra hace 3.300 millones, mucho antes de lo que se pensaba

“Hace más de 3.300 millones de años, el mecanismo que causó que la corteza, que había sido previamente alterada por el mar, se hundiera estaba activo”, ha explicado el líder del proyecto y coautor del artículo Alexander Sobolev, miembro de la Academia Rusa de Ciencias (RAS) y doctor de Ciencias geológicas y mineralógicas.

“En este artículo presentamos datos geoquímicos que indican que el ciclo de inmersión global de la corteza oceánica en el manto comenzó mucho antes de lo que la mayoría de los expertos creían, y podría haber funcionado desde los primeros mil millones de años de la historia de la Tierra», ha añadido.

La corteza de la Tierra está compuesta por grandes bloques en continuo movimiento que son conocidos como placas tectónicas. Estas son responsables de muchos fenómenos en la superficie terrestre, como la formación de montañas o la aparición de terremotos o tsunamis.

El movimiento que sufren estas placas, sobre todo en la superficie oceánica, provoca que minerales y el agua se hundan en las profundidades del manto de la Tierra. El agua, en este caso, se libera parcialmente debido al efecto de las altas temperaturas. Sin embargo, otra cantidad continua su descenso hasta acumularse a una profundidad de entre 410 y 610 kilómetro

El análisis de los materiales terrestre

Para estudiar el manto, los geoquímicos han hecho uso de muestras de rocas volcánicas obtenidas a través de erupciones volcánicas. Cabe destacar que existen varios tipos de lava que se pueden recoger de esos fenómenos. En esta ocasión, los científicos se han centrado en uno en especial: en magma komatiítico, que se originó durante los primeros compases de vida de la Tierra.

Según el estudio, estas rocas aún contienen restos del mineral magmático olivino que atrapó las inclusiones de magma solidificado durante el proceso de cristalización y los protegió de los cambios posteriores. Dichas inclusiones, de solo unas decenas de micras de ancho, retuvieron información detallada sobre la composición de los fundidos komatiíticos, incluido el contenido de agua y cloro y la composición isotópica del hidrógeno.

Nuevas zonas de estudio

océano
Vista del río Komati en Barberton Mountain Land | Alexander Sobolev

En 2016, un grupo internacional encabezado por científicos del Instituto Vernadsky de Geoquímica y Química Analítica, estudió el magma komatiítico del cinturón de piedra verde Abitibi, en Canadá, que tiene 2.700 millones de años.

En ese momento, los científicos recopilaron datos iniciales sobre el contenido de agua y una variedad de elementos lábiles, como cloro, plomo y bario, en la zona de transición entre las capas del manto superior e inferior a una profundidad de 410-660 kilómetros.

En el curso del actual trabajo, los científicos una vez más investigaron la composición del magma komatiite, pero de un origen diferente: se recolectó en el cinturón de piedra verde de Barberton, en Sudáfrica, que tiene 3.300 millones de años. El magma se calentó a través de una herramienta especial que puede soportar temperaturas de hasta 1700 ° C. Los geoquímicos descubrieron que el reservorio que contenía aguas profundas, previamente descubierto, ya estaba presente en el manto de la Tierra en la era del Paleoárquico, 600 millones de años antes de lo establecido en el estudio anterior.



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