Gracias al proyecto CVMar+i, desarrollado en Galicia y el norte de Portugal, los recursos marinos y sus innumerables propiedades aún por descubrir son objeto de investigación en laboratorios de medicina regenerativa y de las industrias farmacéutica y alimentaria



Algas, espinas o membranas de peces se están llevando del mar al laboratorio para crear prótesis, componentes de medicamentos, cosméticos o complementos alimenticios, en el marco de una iniciativa europea en la península ibérica.
Se trata del proyecto CVMar+i que está explorando si los subproductos de origen marino podrían tener impacto en el desarrollo de la industria farmacéutica, de la industria alimentaria y de la medicina regenerativa del Norte de Portugal y de Galicia.
Iniciado en junio de 2017, este proyecto ibérico, que integra el Programa de Cooperación Interreg V-A España-Portugal (Poctep), tiene como principal misión el aprovechamiento de los recursos marinos para sacar partido de compuestos que, actualmente, representan posibilidades inagotables por descubrir.
En total, son 17 los socios involucrados en esta colaboración transfronteriza, que busca el desarrollo de 11 líneas de investigación en áreas tan distintas como la medicina regenerativa, la industria alimentaria y la industria cosmética.
La Universidad del Minho es la entidad que coordina este proyecto. Su equipo de trabajo 3B’s Research Group está inmerso en tres líneas de investigación ligadas a la medicina regenerativa: en la creación de estructuras tridimensionales que pueden llegar a ser la nueva generación de prótesis vivas, en el aprovechamiento de polisacáridos de algas que pueden ser utilizados en piensos para encapsular células (medicamentos) y en la verificación de compuestos de algas que pueden tener actividad anticancerígena.
Es en esta última línea de investigación donde surge la colaboración con el Centro Interdisciplinar de Investigación Marina (CIIMAR) de la Universidad del Oporto, la entidad responsable para cultivar, extraer y aislar los compuestos de las microalgas y cianobacterias para ayudar en la «lucha contra el cáncer».
Resultados prometedores
Según el presidente del CIIMAR, Vitor Vasconcelos, ya son «prometedores» los resultados obtenidos y esperan lograr «un nuevo producto desarrollado a partir de microorganismos». «Tenemos una riqueza de diversidad de organismos marinos que todavía están poco estudiados y, por otro, podemos descubrir nuevas moléculas que tendrán una puesta en valor económica muy grande», explica a EFE.
El CIIMAR trabaja además en el desarrollo de «moléculas antibiofilmes» para frenar una forma física de crecimiento de bacterias que lleva a infecciones difíciles de tratar. En las industrias alimentaria y marina, el impacto puede ser significativo.
Con el objetivo de detectar «la concentración de determinadas especies químicas» y monitorizar el ambiente, el Centro de Investigación en Química de la Universidad de Oporto (CIQUP) aprovecha las espinas y membranas de peces para crear sensores ópticos y los resultados son «bastante prometedores», dice Manuel Augusto Azenha, uno de los coordinadores de la investigación.
De este proyecto ibérico, que termina oficialmente en diciembre, han salido ya varios prototipos: prótesis metálicas, extractos con potencial farmacéutico contra el cáncer y compuestos bioactivos que se van a convertir en nuevos alimentos o fórmulas cosméticas.
Además del 3B’s Research Group, del CIIMAR y del CIQUP, el proyecto tiene como socios a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Oporto (FEUP), la Escuela Superior de Biotecnología de la Universidad Católica, Stemmatters, Smart Inovation y Sarspec.
Del lado español, el CVMar+i cuenta con la colaboración de la Universidad de Vigo, la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago de Compostela, el Instituto de Investigaciones Marinas, el Centro Tecnológico del Mar de la Fundación CETMAR, DevelopBiosystem, BETA Implants, Iuvenor Labs e Bialactis Biotech.
