Estudiarán el vínculo entre tormentas y clima desde el espacio

Estudiarán el vínculo entre tormentas y clima desde el espacio

La NASA prepara el lanzamiento de tres satélites para estudiar las tormentas extremas y su relación con el calentamiento global, una investigación que podría facilitar los esfuerzos de adaptación y resiliencia


El cambio climático está aumentando el calor en los océanos y aumenta la probabilidad de que las tormentas se intensifiquen con más frecuencia y rapidez. Un estudio reciente de la Organización Meteorológica Mundial ponía de manifiesto este septiembre cómo el aumento de las temperaturas está favoreciendo la aparición de condiciones meteorológicas más extremas, multiplicando por cinco el número de desastres en los últimos 50 años. Tormentas, ciclones o huracanes han pasado de ser excepciones a convertirse en un fenómeno regular, y son los responsables de la muerte diaria de al menos 115 personas y la pérdida económica de 202 millones de dólares todos los días.

Aunque conocemos el vínculo entre el cambio climático y tormentas, todavía no sabemos lo suficiente sobre la relación causa-efecto que hay entre ellos. Por eso, la NASA quiere observarlas desde el espacio: la agencia estadounidense ha anunciado esta semana una nueva misión de ciencias de la Tierra llamada INCUS (Investigation of Convective Updrafts) para estudiar las tormentas extremas y su relación con el calentamiento global.

En concreto, la misión consistirá una colección de tres satélites de tamaño reducido, volando en estrecha coordinación, y se espera que se lance en 2027 como parte del Programa Earth Venture de la NASA. Esta agencia estadounidense seleccionó a INCUS a través de la solicitud de Earth Venture Mission-3 (EVM-3), que buscaba investigaciones completas basadas en el espacio para abordar cuestiones científicas importantes y producir datos de relevancia social dentro del campo de las ciencias de la Tierra.

«Conocemos el vínculo entre el cambio climático y tormentas, pero todavía no sabemos lo suficiente sobre la relación causa-efecto que hay entre ellos»

En total, la NASA recibió 12 propuestas para misiones EVM-3 en marzo de 2021. Después de una revisión detallada por paneles de científicos e ingenieros, la agencia seleccionó INCUS para continuar con el desarrollo porque, según explicó en un comunicado Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la agencia en Washington, «INCUS llena un nicho importante para ayudarnos a comprender el clima extremo y su impacto en los modelos climáticos, todo lo cual sirve para proporcionar información crucial necesaria para mitigar los efectos del clima en nuestras comunidades».

INCUS tiene como objetivo abordar directamente por qué ocurren exactamente las tormentas convectivas, así como cuándo y dónde se forman. La investigación se deriva de la Encuesta Decenal de Ciencias de la Tierra de 2017 realizada por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, que establece una guía de investigación y observación ambiciosa, además de «críticamente necesaria», según la NASA.

Calor oceánico y tormentas

Sabemos que el cambio climático está aumentando el calor en los océanos y acrecienta la probabilidad de que las tormentas se intensifiquen con más frecuencia y rapidez, pero aún no nos explicamos del todo el proceso. Las tormentas comienzan con un rápido aumento de vapor de agua y aire que crean nubes altísimas preparadas para producir lluvia, granizo y descargas eléctricas.

NASA ESA tormentas clima
Los satélites son grandes suministradores de información contra el cambio climático.

Cuanto mayor es la masa de vapor de agua y aire que se transporta hacia arriba en la atmósfera, mayor es el riesgo de condiciones meteorológicas extremas. Este transporte vertical de aire y vapor de agua, conocido como flujo de masa convectivo (CMF), sigue siendo una de las grandes incógnitas en el tiempo y el clima.

Las mediciones sistemáticas de CMF en toda la gama de condiciones mejorarían la representación de la intensidad de las tormentas y limitarían la retroalimentación de nubes altas, que pueden agregar incertidumbre en los modelos meteorológicos y climáticos.

La misión costará aproximadamente 177 millones de dólares, sin incluir los costes de lanzamiento para los que la NASA seleccionará un proveedor en el futuro. El programa Earth Venture de la NASA consiste en misiones de bajo coste impulsadas por la ciencia, seleccionadas competitivamente, que según la agencia estadounidense brindan oportunidades de inversión en ciencia innovadora para mejorar nuestra capacidad de comprender mejor el estado actual del sistema de la Tierra y mejorar aún más las predicciones de cambios futuros.



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