Un robot autónomo, no dirigido por conductor ni control a distancia, ha logrado bajar al fondo del Egeo para tomar muestras volcánicas frente a Santorini. Para la Woods Hole Oceanographic Institution, la entidad oceanográfica de EEUU que lo ha diseñado, es un avance que hace pensar en nuevas formas de exploración marina y en el espacio



Un vehículo híbrido operado a distancia ha tomado la primera muestra automatizada realizada por un brazo robótico en el fondo marino. El aparato ha sido construido por la Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), la entidad de referencia en investigación oceanográfica en EEUU.
El mes pasado, un equipo internacional de investigadores utilizó uno de los robots submarinos de WHOI, Nereid Under Ice (NUI), para explorar el volcán Kolumbo, un cono submarino activo frente a la conocida isla de Santorini en Grecia.
«Tomar una muestra sin un piloto conduciendo fue un gran paso adelante», afirma Rich Camilli, científico asociado del WHOI que lidera el desarrollo de la tecnología de automatización como parte del programa de investigación interdisciplinaria de Ciencia y Tecnología Planetaria de la NASA (PSTAR). «Uno de nuestros objetivos era prescindir del joystick, y pudimos hacer exactamente eso».
Al igual que con los automóviles sin conductor, entregar el volante a un algoritmo de computadora puede ser inquietante. Lo mismo ocurre con los robots oceánicos, especialmente cuando necesitan trabajar en entornos difíciles y peligrosos.


Camilli formó parte de un equipo internacional de investigadores en una expedición destinada a aprender sobre la vida en el ambiente hostil y cargado de químicos de Kolumbo, y también a explorar en qué medida los científicos pueden entregar los controles a los robots oceánicos y permitirles explorar sin intervención humana.
Ligeramente más pequeño que un utilitario pequeño, NUI estaba equipado con un software de planificación automatizado basado en inteligencia artificial, incluido un planificador llamado Spock, que permitió al explorador decidir qué sitios visitar en el volcán y tomar muestras de forma autónoma.
Gideon Billings, un doctorando de la Universidad de Michigan cuya investigación de tesis se enfoca en tecnologías automatizadas, obtuvo el honor de usar su código para recolectar la primera muestra automatizada, que era de un parche de sedimento del fondo marino rico en minerales. Dio una orden al manipulador autónomo y, momentos después, una manguera conectada al brazo robótico se extendió hasta la ubicación precisa y absorbió las muestras.
Billings considera que este nivel de automatización será importante para la NASA, ya que buscan desarrollar tecnologías para explorar mundos oceánicos más allá de nuestro sistema solar. «Si tenemos esta gran visión de enviar robots a lugares como Europa, en Júpiter, y Encélado, en Saturno, en última instancia, deberán trabajar de forma independiente y sin la ayuda de un piloto».
