La COP25 quiere bajar a la calle EL ÁGORA DIARIO

La COP25 quiere bajar a la calle

La Cumbre del Clima que se celebrará en Madrid en diciembre no solo tendrá protagonismo institucional. El Gobierno, que estima que la cita costará 60 millones, quiere involucrar a la sociedad civil porque el calentamiento global “es cosa de todos”


«Es el momento de consolidar los mensajes contra el cambio climático en la calle». Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica en funciones, ha comparecido este lunes para informar sobre los detalles de la organización de la XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático (COP25), que se celebra entre el 2 y el 13 de diciembre en Madrid. En la reunión ha dejado claro que el Gobierno quiere que la cumbre depase lo puramente institucional para llegar a toda la sociedad civil española porque el cambio climático “es cosa de todos”.

Por ello, España va a aportar espacios en la calle, «donde la sociedad civil pueda participar y exponer sus agendas y propuestas e impulsar así la acción climática«. Uno de los primeros sitios que ha sido diseñado para este propósito es la zona Castellana Verde que transcurrirá desde Atocha hasta Plaza de Castilla.

La idea es que los numerosos ministerios y museos de la avenida más famosa de Madrid, además del Real Jardín Botánico, el Ayuntamiento de Madrid y las entidades públicas y empresas, puedan organizar, sin cortar el tráfico, diferentes actividades y mostrar su actividad climática. «El Ministerio está trabajando para la generación de todas las respuestas a las solicitudes recibidas», ha comentado Ribera.

Además, finalmente se celebrará también en Madrid la Conferencia de la Juventu, ajena a la ONU, a la que se espera que acudan 1.500 jóvenes. El Gobierno de España cree que tiene el deber de facilitar también este evento porque estaba previsto que se celebrase en Valparaíso al mismo tiempo que la COP25.

60 millones de inversión y 100 de retorno

Ribera ha asegurado que la celebración de la COP25 tendrá un coste aproximado de 60 millones de euros. De esa estimación, una parte se financiará a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, mientras que otra provendrá de las inversiones y desembolsos realizados ya por Chile y que sean trasladables a Madrid. También entra en esta financiación contribuciones internacionales, de organizaciones, actores y empresas.

Ribera confía en que, además, al celebrarse el evento en Madrid surjan «nuevos patrocinios» porque ha observado una «generosidad» de actores muy diferentes.

Por otro lado, la ministra en funciones ha señalado que, de acuerdo con estimaciones de Turespaña, la cita internacional, a la que se espera que acudan entre 20.000 y 25.000 asistentes podría tener un retorno de unos 100 millones de euros para Madrid y su entorno. En todo caso, Ribera ha dicho que son cifras que aún «hay que afinar» porque Chile ya había incurrido en un alto compromiso de gasto.

En cuanto a la seguridad, ha señalado que el Ministerio del Interior coordina todo el operativo, aunque dentro del espacio de la Zona Azul, la competencia es de la ONU. En todo caso, ha garantizado que se atenderá tanto la seguridad, como la atención sanitaria de los asistentes. Según Ribera, la Cumbre «no supondrá cortes de tráfico en Madrid» y se reforzará el sistema de transporte ferroviario «el favorito de muchos europeos».



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