Las ONG denuncian el bloqueo de la COP25 mientras Chile defiende “grandes avances”

Las ONG denuncian el bloqueo de la COP25 mientras Chile defiende “grandes avances”

El cierre tardío de la Cumbre del Clima de Madrid ha levantado duras críticas de la sociedad civil. Chile, país organizador, asegura que se lograron “grandes avances”, pero la ONU y las ONG expresan “decepción” y lamentan la falta de compromiso de los países


El resultado de la COP25 parece no haber contentado a nadie. La Cumbre del Clima de Madrid se clausuró este domingo sin acuerdo sobre la regulación de los mercados de carbono, su principal objetivo, que se discutirá el año que viene en Glasgow. Aunque la presión final de Chile y España consiguió introducir una tímida llamada la ambición en la declaración final, que reconoce que los esfuerzos actuales no son suficientes para frenar el calentamiento global, la falta de resultados concretos contrastó mucho con la importancia que está cobrando la lucha climática para la sociedad civil.

La propia Carolina Schmidt, ministra chilena de Medio Ambiente y presidenta de la COP25, resumió a la perfección el sentir de muchos de los países que participaron en las negociaciones. «Necesitamos actuar con mayor ambición. Desgraciadamente, los acuerdos tomados no son suficientes para responder a la crisis climática que estamos viviendo en el mundo», aseguró el domingo tras cerrar el pleno. Para Schmidt, los consensos alcanzados por las partes «claramente» no responden a las necesidades del mundo.

Las ONG: un resultado “inaceptable”

Varios activistas de Greenpeace despliegan una pancarta en una torre de iluminación del recinto ferial IFEMA. | EFE/ J.J. Guillen

La Climate Action Network (CAN), que aglutina a más de 1.300 ONG de un centenar de países, ha denunciado que se está ampliando la brecha entre lo que la sociedad está demandando para un futuro climático seguro y lo que los líderes están dispuestos a hacer, lo cual conlleva un crecimiento de las emisiones.»Esto es inaceptable«, han sentenciado.

Para estas organizaciones, los culpables son evidentes: los grandes contaminantes, como Estados Unidos, China o Rusia, que en Madrid han optado por ponerse de perfil. «Han ignorado los contundentes informes científicos, empeorando las evidencias de la destrucción climática, así como las demandas de millones de jóvenes por su futuro. En Madrid, los países más contaminantes, responsables del 80% de las emisiones se quedaron quietos, mientras que los pequeños países anunciaron que trabajarán para reducir sus emisiones en el próximo año», ha señalado Jake Schmidt, uno de los portavoces de la plataforma.

Para el movimiento juvenil Fridays for Future, al que pertenece la conocida activista Greta Thunberg y que están detrás de gran parte de las movilizaciones por el clima del pasado año, la COP25 ha sido un “fracaso”. «La falta de acuerdos ambiciosos en la toma de decisiones ha provocado aún más frustración en la juventud, que continuará saliendo a la calle los viernes», ha anunciado el movimiento, que urge a la clase política a buscar medidas más ambiciosas en Glasgow. «Esta COP ha fallado a la gente y al planeta«, añade Extinction Rebellion, un movimiento de características similares.

Chile y España defienden su trabajo

A pesar de las palabras de Carolina Schmidt al finalizar la COP25, el Gobierno de Chile, que ostentaba la presidencia de la cumbre, ha querido reivindicar el trabajo de su delegación. El presidente, Sebastián Piñera, ha asegurado que en la cumbre «se han logrado grandes avances pero no los suficientes frente al enorme riesgo y desafío» al que se enfrenta el mundo en materia climática.

«Terminó la COP25 donde 195 países deben acordar por unanimidad pasos a seguir. Sin duda se lograron grandes avances. Pero no son suficientes frente al enorme riesgo y desafío que enfrentamos como humanidad por el cambio climático y el calentamiento global. Necesitamos más ambición«, ha indicado en un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter.

Desde el Gobierno de España se ha optado por un mensaje similar, destacando el trabajo negociador de la delegación pero poniendo el acento en la necesidad de avanzar másrápido. Para la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, la Cumbre ha tenido un «sabor agridulce».

Teresa Ribera, este domingo durante las negociaciones. | EFE/Zipi

«Lo agrio es que había una expectativa muy grande de ir más allá de lo que corresponde«, ha afirmado la ministra, que se ha referido a que había que gestionar asuntos de orden interno, organizar el incremento de la ambición a partir de 2020 y completar reglas que faltaban, y muchas de ellas «no se han logrado».

En cambio, lo «dulce» de esta Cumbre es, según ha explicado, que «se ha impuesto la acción multilateral» y «se ha impuesto el recordatorio de que hay que hacerlo más deprisa y conforme a la ciencia». De hecho, a su juicio ha habido «victorias» que, aunque han sido «moduladas», han sido «unas cuantas y muy importantes», como que se ha reivindicado la ciencia o que se ha incluído el género por primera vez en las políticas climáticas.

La ONU muestra su “decepción”

A pesar de esta visión de los países organizadores, las Naciones Unidas y muchos países, sobre todo en vías de desarrollo, no han podido ocultar su “decepción” con los resultados de la COP25. «Estoy decepcionado con los resultados de la COP25. La comunidad internacional perdió una oportunidad importante para mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y financiamiento para enfrentar la crisis climática. Pero no debemos rendirnos, y no me rendiré«, ha señalado el secretario general de la ONU, António Guterres.

También el Grupo de Países Menos Desarrollados (LDC, por sus siglas en inglés) se va «decepcionado» de Madrid porque considera que se han dejado de resolver «cuestiones clave». «Nuestra gente ya está sufriendo los impactos del cambio climático. Nuestras comunidades en todo el mundo están siendo devastadas. Las emisiones globales deben reducirse de manera drástica y urgente para limitar más impactos, y el apoyo financiero debe ampliarse para que nuestros países puedan abordar mejor el cambio climático y sus impactos», han explicado en un comunicado.

Entre el resto de países negociadores, la situación es parecida. La sensación general el domingo era de «tristeza» y «decepción» tras unas intensas negociaciones en las que no se ha logrado estar a la altura de lo que la sociedad y la ciencia ya advierten: los próximos diez años son decisivos para evitar los peores efectos del cambio climático.



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