La mayoría de las políticas climáticas no tiene en cuenta a los niños

La mayoría de las políticas climáticas no tiene en cuenta a los niños

Unicef alerta de que tan sólo el 34% de las políticas climáticas nacionales tienen en cuenta a los niños e insta a los gobiernos a incrementar la inversión en adaptación y resiliencia para fortalecer servicios sociales de los que dependen los más pequeños, como agua, salud o educación


A pesar de que los niños de hoy serán los que hereden el clima de mañana, los planes actuales para frenar el calentamiento global no tienen suficientemente en cuenta a los más pequeños. De hecho, tan solo el 34% de las políticas climáticas nacionales tienen en cuenta a los niños y apenas el 12% ha contado con su participación para ser elaborados. Así lo ha denunciado este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que ha publicado el informe Creando políticas climáticas y medioambientales para y con la infancia y la juventud coincidiendo con la celebración de la 26ª Conferencia Cambio Climático de la ONU (COP26) que se celebra en Glasgow (Reino Unido).

«Mientras les hablo, ha habido muchas declaraciones de líderes mundiales en las que las palabras ‘niños’ y ‘jóvenes’ se han mencionado varias veces. Pero mientras los políticos están hablando una vez más sobre el impacto de la crisis climática en los niños, muy pocos han convertido estas palabras en acciones significativas que realmente los tengan en cuenta», ha asegurado líder Mundial para Clima, Energía y Medio Ambiente de Unicef, Gautam Narasimhan, que apunta que de los 103 planes nacionales solo 35 de ellos son sensibles a la infancia, mientras que tan solo 1 de cada 5 alude a los derechos de los niños o a la justicia y a la equidad intergeneracional.

Una realidad que choca con la situación especialmente vulnerable de la mayoría de los menores de edad del mundo. Según el ‘Índice de Riesgo Climático de la Infancia’ que publicó el propio Unicef el pasado mes de agosto, el 99% de los 2.200 millones de niños que hay en el mundo se encuentra expuesto al menos a una amenaza ambiental, principalmente a través de fenómenos meteorológicos extremos como por ejemplo inundaciones, sequías, enfermedades, olas de calor o contaminación. De ellos, cerca de 1.000 millones de niños viven en países en «riesgo extremadamente alto» de sufrir los efectos del cambio climático, lo que supone una auténtica «amenaza» a su salud, educación y supervivencia.

En este sentido, la organización ha instado a los gobiernos a incrementar la inversión en adaptación y resiliencia climática para fortalecer servicios sociales de los que dependen los niños, como el agua, la salud o la educación, y ha vuelto a recordar a los líderes políticos la promesa de movilizar 100.000 millones de dólares al año para financiación climática del año 2009. Esta reclamación parece estar siendo un punto común de esta COP26, donde la necesaria inversión que deben hacer los países más ricos para mejorar la situación de los más vulnerables está siendo reclamada de forma cada vez más intensa.

También hay que mejorar en participación. «Como confirma el análisis de hoy, los niños y los jóvenes siguen estando infrarrepresentados en las políticas y los debates sobre el clima, a pesar de que son los clientes más críticos para las soluciones sostenibles. Esto limita su capacidad para influir en las decisiones que son fundamentales para su futuro y no les ayuda a liderar el mundo que heredarán», ha apuntado Narasimham.

El clima, solo en la mitad de los planes educativos

La de Unicef no fue la única advertencia sobre la necesidad de centrar nuestra mirada en los más jóvenes que se produjo este martes en la COP26. La Unesco también se ha sumado a esta idea, pero enfatizando la necesidad de mejroar la educación: solo el 53% de los planes de estudio en todo el mundo hacen referencias al cambio climático y lo hacen otorgándole una “prioridad muy baja”.

Estos datos se han obtenido en una encuesta realizada por la organización en cien países, en la que el 40% de los docentes encuestados ha afirmado no sentirse “seguros” a la hora de enseñar acerca del cambio climático, y solo un tercio se siente capacitado para explicar los efectos de este fenómeno en su región o localidad. De los 58.000 docentes encuestados por la Unesco, un 30% afirmó no estar “familiarizado con las pedagogías adecuadas”, y más de una cuarta parte consideró que algunos enfoques de la enseñanza sobre el clima no eran adecuados para la enseñanza en línea, informó la organización en un comunicado.

La crisis climática es ya una “realidad global” y la solución pasa por la educación, ha alertado la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay. En este sentido, la dirigente francesa destacó la importancia de que los alumnos comprendan este cambio climático, así como la necesidad de que los docentes estén capacitados para enseñar sobre ello, por lo que pide a los estados que se movilicen.

Ante los resultados de la encuesta, la Unesco decidió organizar junto a los copresidentes de la COP26, Reino Unido e Italia, la primera reunión conjunta de ministros de Medio Ambiente y Educación, “Juntos por el mañana: educación y acción climática”. Esta tendrá lugar el 5 de noviembre en Glasgow en el contexto de la COP26, dentro de la sesión de educación Youth4Climate que organizan Unesco y el ministerio de Educación italiano. Allí, la organización de la ONU subrayará la necesidad de colaboración entre los sectores de la educación y el medioambiente.



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