En vista del papel secundario del agua en la COP26, el primer Pabellón del agua situado en la zona azul de la Conferencia tratará de buscar sinergias e involucrar a responsables de distintos sectores para lograr que el líquido elemento tome la posición que le corresponde en las negociaciones por el clima y el desarrollo sostenible



La vigesimosexta Conferencia de las Partes (COP26) arranca hoy con la misión de cerrar cuatro grandes brechas en lo que se refiere a la acción climática: financiación, mercado de carbono, mayor ambición en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y no dejar a nadie atrás en este proceso.
La mitigación y la adaptación serán claves para abrir la ventana hacia una nueva oportunidad de mantener con vida los objetivos climáticos expuestos en el Acuerdo de París, siempre y cuando se tome en consideración que la crisis climática es mucho más que un problema de emisiones.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) puso de manifiesto esta idea con el lanzamiento de un informe especial a principios del mes de octubre en el que expuso que la crisis climática es también una crisis del agua y que sin una visión en el que tomase en consideración ambos elementos podría ser imposible alcanzar cualquier objetivo en materia climática.
“El aumento de las temperaturas está generando cambios en las precipitaciones a nivel mundial y regional, lo que ha dado lugar a variaciones en la distribución de las lluvias y las estaciones agrícolas, con importantes repercusiones en la seguridad alimentaria, así como en la salud y el bienestar de los seres humanos”, declaró la OMM en aquel momento, al tiempo que insistía en “tomar mayor consideración la inminente crisis del agua”.Como ejemplo, el agua, con ayuda de la transformación climática, fue protagonista de los eventos climáticos más devastadores de los últimos 50 años. Solo las sequías y las tormentas causaron más de un millón de muertos y cientos de miles de millones de pérdidas en daños desde 1970, por lo que una adaptación eficaz requiere tomar en consideración la adaptación de estos fenómenos.
Las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), como la apuesta por los manglares o el uso de humedales, se presentan como un importante aliado en este proceso ya no solo por los beneficios directos contra los fenómenos extremos, sino por su condición de sumideros de carbono y reductos de biodiversidad. Todos ellos tienen en común el agua, pero también que apenas reciben el 3% de la financiación climática mundial.
Ante esta falta de consideración por la naturaleza y sobre todo por el agua que les da vida, son cada vez más las voces que se unen para que en esta COP26 el agua se posicione como un eje central de las negociaciones, tomando así el papel que le corresponde. Los últimos en hacerlo fueron 10 organizaciones internaciones de gran calado, como la OMM, la FAO, UNCEF o la Asociación Mundial para el Agua (GWP), que pidieron en concreto que se consiga integrar las agendas de agua y clima en la Conferencia de Glasgow.
El testigo lo recoge ahora el primer Pabellón del agua, un espacio ubicado en la zona azul de la COP26 donde tratará de unificar las voces de la comunidad global del agua para concienciar y hacer llegar a los niveles más altos posibles el papel del agua en el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París. El espacio cuenta con el apoyo de varias agencias de la ONU como la Unesco o el Global Compact, además de la colaboración de importantes actores internacionales del mundo hídrico como el Instituto del Agua de Estocolmo.
Favorecer alianzas hídricas
En concreto, el Pabellón buscará interactuar directamente con los expertos y planificadores que representan el sector de la energía, la agricultura y la industria, al ser estos los grandes consumidores de agua y quienes tienen la capacidad de aplicar prioridades, medidas y sobre todo involucrar a los gobiernos para integrar el agua en los compromisos de mitigación y adaptación articulados en los planes climáticos nacionales.
Todo esto en un contexto en el que el agua apenas es reconocida. Y es que esta se trata de unas de las Conferencias en las que el líquido elemento apenas tiene espacios reservados en los eventos más relevantes.
“La acción climática debe ser justa, rápida y eficaz, y esto solo se puede hacer cuando se escuchan todas las voces. El agua, en este sentido, funciona como un potente aliado”, resalta el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo.


En su primer día de vida en la COP, el pabellón acogerá eventos en los que se debatirá sobre el futuro del agua en un contexto de cambio climático, mitigación y capacitación o como a colaboración es eje de residencia. En este último punto, el sector del agua tiene claro que, aunque la responsabilidad de tomar medidas y crear un marco común corresponde a la comunidad internacional, la lucha contra los problemas hídricos es un trabajo conjunto que exige alianzas entre los sectores público y privado.
De hecho, solo así destacan que será posible no solo alcanzar una salida a la crisis climática, sino construir sinergias que encabecen la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, al igual que cambio climático, han hecho del agua su eje vertebrador y palanca de desarrollo.
