Las principales claves para entender la COP26 - EL ÁGORA DIARIO

Las principales claves para entender la COP26

Se avecina la COP26, la que para muchos será la última oportunidad de la humanidad para tratar de frenar las consecuencias del cambio climático. Por tanto, muchas son las esperanzas depositadas en esta reunión de la que destacamos las siguientes claves


Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lanzó no hace mucho un mensaje aterrador: “si no cambiamos conjuntamente el rumbo, existe un alto riesgo de que fracasemos”.

Con esas palabras se refirió al cambio climático y a la deriva que está siguiendo nuestro planeta en relación con las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la destrucción indiscriminada de la naturaleza, entre otras grandes crisis.

La ciencia ha situado el 2030 como la fecha de caducidad de nuestro planeta, y en vista que quedan menos de nueve años para mitigar gran parte de nuestros impactos, la necesidad de poner sobre la mesa acciones ambiciosas e inmediatas se ha vuelto un imperativo durante el 2021, sobre todo después de ver que son posibles tras la respuesta multilateral a la pandemia.

Oportunidades ha habido, pero, sin duda, la COP26 será el evento que marque “un punto de inflexión” en las llamadas negociaciones climáticas y de ella se espera que la humanidad por fin se encamine en la senda verde que lleva deseando desde el Acuerdo de París. Estas son sus claves:

¿Qué es la COP?

La COP, o Conferencia de las Partes, se define como el órgano supremo de decisión dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático (CNMUCC). Aquellos Estados, o Partes, que constituyen la Convención forman parte de la COP y examinan la aplicación de la Convención y de cualquier otro instrumento jurídico que la COP adopte.

Del mismo modo, toman las decisiones necesarias para promover la aplicación efectiva de la Convención, incluidos los arreglos institucionales y administrativos, algo que se verá en la COP26.

La Convención, a su vez, es un marco ratificado por 197 países y que entró en entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Ésta reconoce la existencia del problema del cambio climático, por lo que establece el gran objetivo de estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para impedir los cambios masivos antropogénicos.

¿Por qué es la COP26?

Según la Convención, la COP se reúne cada año, a menos que las Partes decidan lo contrario. La primera tuvo lugar en Berlín, en 1995, y la última en Madrid, en el 2019. El número que acompaña consigna el número de reunión por lo que, como hasta ahora se han celebrado 25, la siguiente cumbre será la vigesimosexta.

¿Cuándo y dónde tendrá lugar la COP26?

En febrero del 2020, a las puertas de la pandemia, el Grupo de los Estados de Europa Occidental y otros Estados (WEOG, por sus siglas en inglés) respaldó que Reino Unido, en asociación con Italia, acogiese el 26 periodo de la Conferencia de las Partes.

Debido a la pandemia, el evento se pospuso al 2021, año en el que se aceptó la propuesta de Reino Unido de celebrar la reunión del 31 de octubre al 12 de noviembre.

Como norma general, la COP se celebra en la ciudad alemana de Bonn, sede de la secretaría, a menos que una Parte se ofrezca a acoger el período de sesiones. Del mismo modo, la Presidencia de la COP rota entre las cinco regiones reconocidas de la ONU, por lo que existe una tendencia a que la sede de la COP también cambie entre estos grupos.

Este año, la petición cayó sobre la ciudad escocesa de Glasgow, y será allí donde tenga lugar.

¿En que punto se encuentra el planeta?

De acuerdo con las conclusiones del Primer Grupo de Trabajo del Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el planeta está a las puertas de atravesar un masivo punto de inflexión.

Por ahora, las emisiones han alcanzado un punto sin precedentes en 2.000.000 de años de historia de 410 partes por millón (ppm), aunque algunos observatorios elevan esa cifra hasta las 419 ppm. Las temperaturas medias globales, en consecuencia, han aumentado 1,09 grados Celsius desde la era preindustrial, según ese informe, y 1,2°C de acuerdo con el balance anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Los gases de efecto invernadero son los artífices del calentamiento del planeta.

Los océanos, por su parte, han subido su nivel base casi 0,2 metros desde el siglo pasado, gracias en parte a la expansión térmica y al deshielo del hielo posado. En este sentido, la desaparición del 25% del permafrost que pronostican los expertos con el incremento de un grado de temperatura más, millones de personas perderían el único de reservorio de agua dulce con el que sobreviven, sin hablar de que sin ellos millones de toneladas de metano, un gas 25 veces más potente que el CO2, se lanzarían a la atmósfera.

El hielo marino ártico, a su vez, podría desaparecer por completo para mitad de este siglo. El año pasado, la cifra del hielo marino ártico llegó a un mínimo de 3,74 millones de kilómetros cuadrados, mientras que este ha sido el duodécimo menos extenso, con 4,72 millones de kilómetros cuadrados.

¿Hemos hecho algo hasta ahora?

En distintas COP vitales, como la COP21 del 2015, celebrada en París, se llegaron a alcanzar acuerdos históricos para acabar con las emisiones de GEI. En esa en concreto se alcanzó el Acuerdo de París, un acuerdo histórico que dicta que la humanidad no debe superar los 2°C de temperatura media global, a poder ser 1,5°C.

El problema, y a pesar del muy leve impulso verde tras la transformación con la pandemia, el informe Unidos por la Ciencia de 2021 dictó que las emisiones seguían creciendo a niveles sin precedentes, llevando al mundo a ese punto de no retorno.

¿Y se ha planteado hacer algo desde ahora?

Para que el Acuerdo de París sea efectivo, se planteó ser dividido en periodos de cinco años en los que cada Parte involucrada debía presentar planes concretos de acción climática, teniendo en cuenta las limitaciones y fortalezas nacionales.

Esos planes son los llamados Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN o NDC, por sus siglas en inglés) y, para la ONU “constituyen el principal mecanismo del Acuerdo de París para cumplir con el segundo artículo del acuerdo relativo a la temperatura mundial”.

Este año se han presentado las actualizaciones de estos planes y, si bien 113 NDC, que abarcan aproximadamente el 59% de las Partes del Acuerdo de París y representan el 49% de las emisiones de GEI, podrán disminuir sus emisiones un 12% de media (que es un paso), si se toma en consideración todos los planes, las emisiones crecerán un 16% en comparación con el 2010.

Para Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático, ese aumento es un motivo de preocupación que contrasta fuertemente con los llamamientos de la ciencia para una reducción de emisiones rápida, sostenida y a gran escala.

¿Cómo podría ser un éxito la COP26?

Para Patricia Espinosa, los cuatro pilares que sostendrán un resultado exitoso de la COP26 son los siguientes:

En primer lugar, los países en desarrollo tienen que reafirmar sus promesas, en espacial la de movilizar 100 mil millones de dólares en financiamiento climático. En segundo, se deben resolver los puntos pendientes, como los mercados de CO2, que lleven al cumplimiento del Acuerdo de París. En tercer lugar, que se logre más ambición en los esfuerzos de mitigación, adaptación y resiliencia. Por último, que ninguna voz se quede atrás en las negociaciones.

¿Estamos a tiempo de acabar con el cambio climático?

El cambio climático es un fenómeno que ha venido para quedarse, aunque eso no significa que no se puedan reducir sus efectos. Según el IPCC, si la humanidad se sitúa en un escenario de muy bajas emisiones a corto plazo es posible que lleguemos a situarnos en el límite de los 1,5°C, con todas las consecuencias que atañe.

La adaptación también será una pieza clave para adaptarnos al nuevo mundo, aunque para ello se necesitarán nuevas tecnologías e innovación que hagan de nuestro día a día lo más circular posible. Ejemplos son las energías renovables, las soluciones basadas en la naturaleza o infraestructuras innovadoras como las biofactorías, que reciclan en agua mediante un proceso por el que se extraen también recursos de gran valor, como la estruvita.

Cada grado de calentamiento, según el IPCC, puede suponer la extinción masiva de nuestra especie porque muchos otros animales ya se están adaptando, pero eso no significa que nosotros podamos hacerlo. Por un futuro, más que nunca, se debe actuar de inmediato y la COP26 es nuestra última oportunidad.



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