La UE aprueba un plan ambicioso para mostrar liderazgo en la COP26

La UE aprueba un plan ambicioso para mostrar liderazgo en la COP26

La delegación de la UE en la COP26 de Glasgow (Reino Unido) defenderá que los objetivos climáticos se revisen cada cinco y no cada diez años, un ambicioso mandato negociador que ha sido aprobado este miércoles por los ministros de Medio Ambiente de los Estados miembros


La Unión Europea (UE) quiere ser protagonista en la COP26. Los ministros de Medio Ambiente del club europeo aprobaron este miércoles un ambicioso mandato negociador de cara a la Cumbre del Clima que se celebrará en Glasgow (Reino Unido) a inicios de noviembre, donde la delegación enviada por Bruselas defenderá que los objetivos climáticos se revisen cada cinco y no cada diez años. España ha apoyado el criterio europeo favorable a una respuesta ambiciosa a la emergencia climática en un contexto de crisis sanitaria y ambiental sin precedentes, con la vicepresidenta Teresa Ribera defendiendo que la COP26 debe materializar esta ambición en todas sus agendas, la de mitigación, la de financiación y la de adaptación.

«La UE pedirá a todas las partes del Acuerdo de París que presenten ambiciosos objetivos nacionales de reducción de emisiones y para que los países desarrollados intensifiquen la financiación internacional para el clima», ha señalado el Consejo de la UE en un comunicado. «El mundo no está actualmente en camino de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados. Se necesitan muchos más esfuerzos colectivos para mantener la temperatura de nuestro planeta dentro de límites seguros», ha agregado el Consejo, que representa a los países de la UE.

Por ello, desde Bruselas se exhorta «a todas las partes a que presenten Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) ambiciosas y reconozcan la necesidad de intensificar los esfuerzos de adaptación colectivamente». En concreto, uno de los puntos de fricción previo al debate era el plazo de revisión de los objetivos climáticos, un debate que se quiere zanjar desde la UE al abogar finalmente por que se actualicen cada cinco años, y no cada diez, a partir de 2031.

«Las conclusiones enfatizan la extrema urgencia de acelerar la respuesta global para abordar la emergencia climática y subrayan la necesidad de una transición climática justa y equitativa en todo el mundo», ha apuntado el Consejo, que recuerda que la UE y sus Estados miembros son «los principales contribuyentes del mundo a la financiación climática y reafirman su compromiso continuo de aumentar la movilización de la financiación climática internacional». En ese sentido, han invitado «a otros países desarrollados a aumentar sus contribuciones como parte del objetivo colectivo de los países desarrollados de movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares al año» entre 2020 y 2025 para financiar la transición de las economías pobres.

“Es fundamental que la UE sea una fuerza de progreso, que no cuestione ninguna de las medidas que nos permitan avanzar sobre el acuerdo de París, especialmente el sistema de transparencia y el ciclo de revisión de la ambición de 5 años», ha explicado por su parte Ribera, que subraya que «para avanzar en todos los puntos en la cumbre de Glasgow la unanimidad en el seno del Consejo Europeo de Medio Ambiente es clave». Para la vicepresidenta tercera, los flujos financieros globales deben ser compatibles con la acción climática, pero más importante es permitir el acceso y utilización de estos fondos a los países en desarrollo, por lo que hay que conseguir que la estructura actual de financiación cambie para responder al reto de la transición económica y social que tenemos por delante.

Por otro lado, en este Consejo de los titulares de las carteras ambientales también se ha dado luz verde a la comunicación de la nueva Estrategia Forestal de la UE para 2030 como documento guía para ayudar a los 27 a alcanzar sus metas en mitigación y adaptación al cambio climático, conservación de la biodiversidad, impulso a la bioeconomía y apoyo al desarrollo rural, así como otros objetivos incluidos en el Pacto Verde de la UE y la Estrategia europea sobre Biodiversidad para 2030. Ribera ha destacado en este sentido el potencial de los bosques como proveedores de servicios no sólo ambientales y climáticos, sino también su capacidad para general cadenas de valor ligadas a la gestión forestal, la conservación de especies y, en suma, a la economía circular sostenible.

Subida del precio eléctrico

Más allá de la COP26, el Consejo de Ministros europeo también se ha centrado en la complicada situación eléctrica que atraviesan varios países de la UE, con la factura de la luz disparada por culpa de la escalada de precios del gas, entre otros motivos. En este sentido, Ribera ha defendido que la mejor estrategia ante la escalada en los precios de la electricidad “debe ser una respuesta conjunta europea que nos permita conciliar la protección de los consumidores domésticos, de los consumidores industriales y el interés legítimo de las empresas energéticas y de los inversores, que son pieza clave en este proceso de descarbonización”.

Es más, Ribera ha señalado que espera que la próxima semana la Comisión presente medidas que den respuesta a las circunstancias que estamos viviendo. “No basta con clarificar que se puede hacer uso de la fiscalidad, que se pueden hacer transferencias del presupuesto público al sistema eléctrico o que se puede proteger a los consumidores más vulnerables. Eso es algo que ya hemos aplicado y no es suficiente. Ante situaciones excepcionales, es necesario adoptar medidas excepcionales”, ha insistido la vicepresidenta.

UE

 

La inclusión de la escalada de los precios energéticos en el orden del día de la reunión del Consejo había sido solicitada por España, Polonia y Grecia, que han presentado un documento de debate con propuestas para que la UE en su conjunto afronte la coyuntura, tal y como ya hizo en el Consejo informal de Energía, celebrado hace unas semanas en Liubliana. España ha insistido en la necesidad de “actuar ante una situación de crecimiento muy importante de los precios que no se corresponde con un crecimiento equivalente en los costes de generar electricidad”. La vicepresidenta Ribera ha explicado que “los precios de la energía están sufriendo las consecuencias de un rally nunca visto en los precios del gas en los mercados internacionales, que está amplificando sus efectos en los mercados eléctricos”.

En este sentido, una de las propuestas que España ha incluido en el documento para la discusión es la creación de una plataforma europea centralizada para la compra de gas natural, que facilite la creación de reservas estratégicas de gas que nos permitan mitigar nuestra exposición a las fluctuaciones del mercado. “Lo hemos hecho con bastante éxito para las vacunas y deberíamos reproducir este modelo a otros campos estratégicos”, ha señalado Ribera a sus homólogos en el Consejo.

Además, España propone a la Comisión el diseño de un conjunto flexible de directrices con las que ofrecer diferentes opciones políticas a los Estados miembros para amortiguar el efecto de las subidas repentinas de los precios de la energía; reformar el mercado mayorista de la electricidad para que los combustibles fósiles no sean los que marquen el precio y poder trasladar a los consumidores los beneficios de las tecnologías renovables más baratas, y adoptar medidas para evitar la especulación financiera en el mercado europeo de derechos de emisión.



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