El BCE inyectará 750.000 millones de euros para calmar los mercados

El BCE inyectará 750.000 millones de euros para calmar los mercados

El Banco Central Europeo reacciona contra el riesgo económico que supone el coronavirus y lanza un plan de compra de 750.000 millones de euros en activos públicos y privados, un balón de oxígeno para planes de estímulo como el de España


El Banco Central Europeo saca el bazuca. Antes las continuas bajadas en los mercados financieros y el miedo a una nueva explosión de la prima de riesgo de los países del sur de Europa, la máxima autoridad moneteria de la UE ha decidido lanzar un programa de compra de bonos públicos y privados de 750.000 millones de euros. El objetivo: contrarrestar los «serios riesgos» que supone la crisis del coronavirus para su política monetaria y ayudar a mitigar el impacto económico de la pandemia.

El plan, anunciado la medianoche de este miércoles por sopresa tras una reunión extraordinaria del consejo rector del BCE, supone un balón de oxígeno para los países europeos que, como España, han lanzado un paquete de estímulos económicos para evitar el colapso de sus empresas y empleos. La compra de deuda permitirá a estos países aumentar su déficit público sin miedo a que su financiación suba por las nubes.

Christine Lagarde, presidenta del BCE, reacciona así al error que cometió la semana pasada, cuando presentó un paquete de medidas que se reveló como insuficiente para calmar a los mercados y aseguró que la función del banco no era la de reducir la prima de riesgo de los países con problema.

Sin embargo, este jueves de madrugada, Lagarde ha optado por una nueva estrategia. Haciendo casi suyas las palabras de Mario Draghi cuando ayudó a resolver la crisis del euro de hace casi una década, la nueva presidenta del BCE lanzó su particular órdago: «El Consejo de Gobierno del BCE está comprometido a ejercer su papel en apoyo de todos los ciudadanos de la zona euro a través de estos tiempos extraordinariamente difíciles». Y para ello hará «todo lo necesario dentro de su mandato«.

En concreto, el nuevo Programa de Compra de Emergencia por Pandemia (PEPP) realizará adquisiciones de «todas las categorías de activos elegibles» según el actual Programa de Compra de Activos (PPA) hasta finales de año. Las adquisiciones serán «flexibles» y no se distribuirán de forma regular a lo largo del tiempo y el espacio. «Esto permite fluctuaciones en las distribuciones del flujo de compras en el tiempo, en los tipos de activos y entre jurisdicciones», asegura el BCE en un comunicado.

Programa prorrogable

En lo relativo a los bonos soberanos, el BCE mantendrá en el PEPP las cuotas por países dependiendo de su porcentaje de capital en la entidad, tal y como hace en otros programa de compra de bonos. Por otro lado, para la compra de bonos privados se ampliará el espectro de activos que puede adquirir con respecto al Programa de Compra del Sector Corporativo (CSPP) a activos no financieros, aunque mantendrá los criterios de calidad crediticia de este programa.

En cualquier caso, el Consejo de Gobierno de la autoridad monetaria se reserva el derecho de prolongar el programa si considera que la «fase de crisis» del COVID-19 aún no ha concluido. Según se explica en el comunicado, la autoridad monetaria «se asegurará de que todos los sectores de la economía«, de familias a empresas, pasando por bancos y gobiernos, «se puedan beneficiar de condiciones de financiación beneficiosas que les permitan absorber este impacto«.

Además, el BCE afirma que está «plenamente preparado para incrementar el volumen de sus programas de compra de activos y ajustar su composición, tanto como sea necesario y por el tiempo que sea preciso». Para lograrlo, comenzará por rebajar los estándares que fija para la garantía.

En conclución, la máxima autoridad monetaria «explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar a la economía en este choque», un objetivo para el cual está dispuesto a revisar algunos de sus criterios si estos le impiden actuar con la contundencia precisa para cumplir con su mandato.

«El BCE no tolerará ningún riesgo a la transmisión eficaz de su política monetaria en todas las jurisdicciones de la eurozona», concluye la nota.



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