Desde hace ya dos semanas, los españoles estamos confinados en nuestras casas con el fin de evitar la expansión del coronavirus. Para evitar caer en malo hábitos durante esta cuarentena, El Ágora ha contactado con varios expertos en salud que nos han transmitido algunas recomendaciones



Querido diario, deseo que todo esto acabe pronto.
Hoy me he despertado de nuevo media hora antes de que sonase la alarma. Aunque me suelo acostar muy tarde, me cuesta conciliar el sueño, por lo que, aunque mi cuerpo me pide seguir en la cama, mi cabeza se apresura por arrancar el día.
Siguiendo la voluntad de mi mente, cojo el móvil, desactivo la alarma y me desplazo hacia la ventana entre la inmensa oscuridad de mi habitación. Solo pido que todo sea un sueño, pero al alzar la persiana me vuelvo a sumergir en la miseria que me corroe todos los días. Nada cambia en mi pueblo y todo indica que debemos permanecer un día más en nuestras casas sin poder ver a las personas que más quiero, como mi novia, a la que no veo desde hace casi tres semanas.
Desde las instituciones nos piden que seamos fuertes, y eso hago, pero a veces cuesta mucho encontrar el ánimo. Y es normal. Álvaro Moreno Martín, médico residente del centro de salud en Bembibre, en León, me explicó que debido al confinamiento se están incrementando las patologías psiquiátricas, en especial la ansiedad y la depresión.
«Muchos pacientes con enfermedades crónicas y los ancianos no siempre manifiestan síntomas marcados cuando, en realidad, su cuerpo está sufriendo un descontrol importante, por lo que se recomienda a los convivientes y cuidadores de este grupo de la población que informen a los sanitarios de todo aquello que consideren fuera de lo común en la actitud de estas personas»
En los niños la situación es mucho peor, ya que se encuentran en un proceso de desarrollo en el que es muy importante su interacción con diferentes estímulos sensoriales, tal y como me adelantó Alicia Pablos López, residente de Pediatría en Salamanca.
En mi casa, por suerte, no hay niños, pero si tenemos que cuidar de dos personas mayores, un grupo especialmente vulnerable al coronavirus. Con ellos, siempre intentamos extremar todas las precauciones posibles que me transmitió Álvaro Moreno Martín y que se basan, sobre todo, en ejecutar un lavado de manos correcto, desinfectar las superficies y objetos de uso frecuente y taparnos con el codo la nariz y boca al estornudar y toser.
Lo que peor llevo es intentar no verlos, y más sabiendo que están tan cerca de mí, pero es lo que el doctor me recomendó al ser una población de riesgo.
«La dieta mediterránea es el perfecto ejemplo de dieta que se debería seguir, y más durante estos días de confinamiento»
Allí procuramos tomar un desayuno bajo en calorías, pero a la vez rico en nutrientes, basándonos en una recomendación de Héctor Bouzas Laconti, Profesor de Educación Física en Secundaria en el Colegio Salesianas San Juan Bosco, en las Palmas de Gran Canaria.
Según nos explicó, nos encontramos ahora en un momento en el que apenas consumimos energía, por lo que es muy posible que podamos caer en la obesidad, algo en lo que coinciden ambos facultativos de la medicina.
“Muchos pacientes que tienden a comer entre horas o que realizan una dieta muy restrictiva se verán tentados a comer para mitigar el aburrimiento. Las situaciones de ansiedad y depresión también pueden estimular esta tentación de comer más de lo debido”, señaló Álvaro Moreno Martín.
Siguiendo las indicaciones del profesor, mi hermano y yo comenzamos a ingerir alimentos bajos en grasa y a reducir el número de productos que comemos. Por eso, hoy hemos tomado un vaso de leche con galletas y una fruta.
«Los niños pueden presentar mayores dificultades para regular las emociones, por lo que pueden presentar comportamientos disruptivos con episodios de irritabilidad y tendencia al llanto, conducta hipermotriz o aumento de los miedos»
La vitamina D tiene un papel importante en el crecimiento y desarrollo de los huesos en los niños. De hecho, el déficit de esta vitamina da lugar en este colectivo al raquitismo que, en último lugar, puede producir fracturas óseas.
Por ello, le recomendé que es importante que la prima tomase el sol en los balcones de su casa y que era también muy importante que tomase alimentos ricos en esa vitamina, como pescado azul, lácteos o huevos.
Tras el desayuno nos pusimos a trabajar hasta las 6 de la tarde, hora a la que normalmente acabamos los dos. Una vez terminado el teletrabajo nos pusimos a invertir nuestro tiempo en nuestra gran pasión: los videojuegos, pero solo hasta las ocho de la tarde, y no porque no quisiéramos jugar más, sino porque también es importante realizar ejercicio físico.
Lo más fácil durante el confinamiento es caer en el sedentarismo, y eso nos puede llevar a la obesidad y a padecer otros problemas psíquicos relacionados. “Al hacer deporte, nuestro cuerpo libera endorfinas que nos ayudarán a regular el estado de ánimo. El ejercicio también contribuirá a que estemos más cansados por la noche y podamos conciliar mejor el sueño”, me explicó Héctor Bouzas Laconti.
«Sería imprescindible buscar actividades que mantengan a la población entretenida, aprovechar para buscar nuevas aficiones, fomentar una convivencia adecuada y hacer ejercicio»
Gracias a sus consejos, hoy he podido meterme en la cama realmente cansado y sintiéndome mejor conmigo mismo, que era lo que necesitaba. Escribir este diario también lo ha hecho porque, durante el periodo de confinamiento, es recomendable establecer unos horarios y unos hábitos diarios para mantener los ritmos biológicos, sobre todo en los niños, tal y como me explicó Alicia Pablos.
“Las rutinas proporcionan orden, estructura y seguridad, por lo que se puede realizar un horario visual, intercalando actividades de ocio con otras de hábitos de autonomía (higiene, vestimenta, orden) y colaboración familiar”, me señaló.
Por ahora, termino esta página y me preparo para escribir una nueva mañana. Nunca se sabe cuándo acabará este confinamiento y necesito fuerza para superar un día más.
Querido diario, de momento, he sobrevivido una jornada más al coronavirus.
Buenas noches.
Alicia Pablos explica que durante el periodo de confinamiento es recomendable establecer unos horarios y unos hábitos diarios para mantener los ritmos biológicos, especialmente en lo referente a la alimentación y el sueño en los más pequeños.
Por ello, las familias deben intentar realizar actividad física con los niños dentro del domicilio, así como mantener una dieta saludable, evitando alimentos procesados, ricos en grasas saturadas o azúcares, con el fin de prevenir que el sedentarismo produzca efectos deletéreos en la salud y se incremente el riesgo de obesidad en los infantes.
También recomienda realizar con los niños juegos simbólicos e imaginarios, además de utilizar recursos que estimulen sus órganos de los sentidos y que puedan suplir su interacción con el mundo exterior, para permitirles un adecuado desarrollo, como el uso de texturas que estimulan el sentido del tacto. En este sentido, «la música juega un papel muy importante, no solo para favorecer la relajación, sino también para estimular a los niños e interaccionar con ellos», tal y como nos ha señalado.
Además, explica que se debe fomentar la lectura, reservándole un espacio en el horario y evitar en la medida de lo posible el uso de pantallas, que limitan sus habilidades interpersonales, motoras y de comunicación y que han demostrado afectar a largo plazo a esferas como el habla, las habilidades sociales, motoras, el sueño y el desarrollo cognitivo.
Por otro lado, Alicia Pablos pone énfasis en que se debe explicar a los niños la situación según su edad y nivel madurativo, «tratando de averiguar previamente sus conocimientos acerca del coronavirus y sus repercusiones en la sociedad·.
«Es importante que conozcan la realidad de la situación y su carácter transitorio, así como es clave hacerlos partícipes del proceso, transmitiéndoles que su ayuda al quedarse en casa es importante para evitar que más personas susceptibles enfermen. Así mismo es importante enseñarles las medidas de precaución (higiene de manos, cubrirse la boca con el codo al toser, evitar tocarse ojos, nariz o boca) con juegos o canciones», comenta.
