Si a comienzos de año nos hubieran contado por lo que estamos pasando, no lo hubiéramos creído. Desde el pasado 14 de marzo millones de españoles estamos confinados en casa, por orden gubernamental y, también por sentido común y responsabilidad social.
Como dice uno de los memes que circulan estos días, y que recogemos en nuestro diario, tenemos la oportunidad de hacer algo bueno por la sociedad … no haciendo nada. No es el momento de fallar. Así que lo mejor es cumplir con el #YoMeQuedoEnCasa y no contribuir a la expansión de la pandemia que tanto dolor ha causado hasta ahora.
Lo que sí puede empezar a preocuparnos es el efecto que este largo encierro, que tiene visos de alargarse, puede causar en nuestros cuerpos, carentes de movimiento, espacio y aire libre.
Quienes saben mucho al respecto, por su experiencia en largas estancias en espacios minúsculos y atmósferas artificiales, son los astronautas.
En los últimos días, algunos de ellos han atendido a los medios para transmitir algunos consejos sobre cómo mantener la forma en espacios reducidos.
En El Ágora hacemos un repaso de algunas de las claves que los navegantes espaciales transmiten a las personas de a pie. Pocas veces una sociedad se habrá enfrentado a un experimento tan extraordinario como medio planeta está viviendo estos días, un encierro que nos convierte a todos en habitantes de la estación espacial de nuestra casa y navegantes de las ventanas.
Recientemente, nuestra colaboradora América Valenzuela nos explicaba cómo se gestiona en la naves espaciales el ciclo del agua. Merece la pena ver el vídeo. En estos días, todos somos habitantes de una pequeña nave espacial llamada hogar y de otra llamada Tierra. Nos lo recordaba el actual ministro de Ciencia y ex astronauta, Pedro Duque, en una reciente entrevista en nuestro diario.
De ella hace apenas tres meses, pero era un momento muy distinto, antes de que España se sumiera en la distopía hecha carne que estamos viviendo. “La Tierra es nuestra nave, y si la temperatura sube tenemos que bajar la energía”, afirmaba, hablando sobre cambio climático, en la entrevista que le hizo nuestro redactor Carlos de Pablo.
Como nos avanzaba el ministro de Ciencia, hemos descubierto la pequeñez y la vulnerabilidad del globo en que habitamos. Un virus se ha extendido por el planeta, poniendo patas arriba la sociedad global y recordándonos lo maravilloso y endeble del bienestar que disfrutábamos.
La globalización, con sus innumerables ventajas, también ha servido para demostrarnos que habitamos un planeta muy reducido. La aldea global de la que habló Marshall McLuhan es ahora un pueblo conectado y aterradoa por la misma enfermedad, por la crisis sanitaria y por la económica que ya se está sintiendo.


Saltar, saltar y saltar, dicen los astronautas
El ejercicio físico lleva hasta una cuarta parte del día de trabajo de un astronauta en la Estación Espacial Internacional (ISS). Cada astronauta tiene una rutina a medida de entrenamiento cardiovascular y de fuerza, para mantener la función muscular, ósea y cardiaca durante muchos meses de vida en microgravedad.
Como informa la agencia Europa Press, un estudio reciente financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) concluye que dar saltos puede ser clave para que los astronautas mantengan la forma en situaciones de poco espacio, como por ejemplo, las futuras misiones a la Luna y Marte.
Este fácil y sencillo ejercicio podría aplicarse en los hogares, dada la situación de confinamiento general de la población para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
Aunque este enfoque es efectivo, existe una variación en la respuesta de cada astronauta, según indica el líder del equipo de proyectos médicos y tecnología en el Centro Europeo de Astronautas de la ESA, Jonathan Scott.
Por eso, junto con sus colegas de la ESA, Tobias Weber y David Green, se interesó en cómo otras técnicas de entrenamiento, como el entrenamiento de intervalos de alta intensidad HIIT podrían aplicarse en el espacio.
«Cuando se trata de saltar, no hay nada nuevo o inteligente, pero los datos de un reciente estudio de reposo en cama muestran que este tipo de ejercicio puede ser notablemente efectivo a pesar de no llevar mucho tiempo y ser relativamente simple», explica Scott.
Los programas de ejercicio tradicionales combinan ejercicio aeróbico como ciclismo y carrera con entrenamiento de fuerza. Pero Scott cree que los sistemas musculoesqueléticos y cardiopulmonares del ser humano no conocen la diferencia entre las dos formas, pues solo responden al estrés mecánico y metabólico.
«El salto parece proporcionar el nivel adecuado de estímulo para muchos sistemas diferentes. Si lo reducimos a lo que es esencial para futuras misiones, este ejercicio apunta a las áreas requeridas para mantenerse físicamente saludable mientras aborda los desafíos que enfrentamos, como la falta de tiempo, la falta de espacio y menos acceso al equipo».
Habitualmente, se ha recomendado a los astronautas practicar el método HIIT de entrenamiento. El High Intensity Interval Training o entrenamiento de alta intensidad a intervalos sirve para tonificar, fortalecer y quemar calorías e incluye rutinas de gimnasio con diversos ejercicios, algo que el común de los mortales no tiene a mano en casa.
«Aunque vemos que los protocolos HIIT son efectivos, también sabemos que no son populares porque son más intensos y no son el tipo de ejercicio que esperarías hacer durante meses», dice Scott. «Estamos viendo cómo se podrían incorporar nuevos conceptos de ejercicio junto con el ejercicio tradicional», aclara el astronauta de la ESA.
Al ser preguntados sobre cómo podrían las personas corrientes afrontar el tiempo de confinamiento causado por el coronavirus, los expertos de la ESA consultados por Europa Press son directos: “Una dosis diaria de saltar a la comba de la vieja escuela» bastaría.
«Este ejercicio simple puede proporcionar una forma divertida pero efectiva de ayudar a mantener en forma nuestros sistemas musculoesqueléticos y cardiopulmonares, incluso cuando están atrapados en un espacio muy confinado durante meses», añaden.


Seis consejos de salud física y mental
Si la comba, un recurso que ha servido desde siempre para divertir a niños y entrenar a curtidos boxeadores no es suficiente, existen otros consejos que proporcionan los astronautas.
Laura Chaparro, divulgadora científica y habitual colaboradora de nuestro diario, ofrece este listado de consejos difundido por la agencia Sinc y elaborado tras consultar a Scott Kelly, quien pasó 340 días en el espacio. Nadie mejor que él para echarnos una mano en mantener no solo la forma física, sino un estado mental equilibrado.
- Sigue un horario estricto, diferenciando el fin de semana.“Mi mujer y yo limpiamos la casa a fondo y ordenamos cosas el sábado pasado y así el domingo lo tuvimos libre”.
- Ten hobbies.“Es importante tener pasatiempos y tiempo para poder separar lo que está pasando, por salud mental”.
- Infórmate con moderación.“Es importante estar informado, saber qué está pasando y los protocolos que tenemos que seguir, pero no hay que entrar en un ciclo de noticias de 24 horas los siete días de la semana”.
- Contacta con tus allegados.“Dedica tiempo a conectarte con tu familia, con tus amigos. Es algo muy importante en el espacio. Aunque cada situación sea diferente, una llamada, una vídeollamada o un email sirven”.
- Confía en los expertos.“Necesitamos escuchar a los expertos para saber qué hacer. Confía en las fuentes que emplean los medios, no en tus amigos o en lo que aparece en Facebook”.
- Recuerda: juntos podemos conseguirlo.“Nuestra especie es capaz de hacer cosas increíbles. Podemos conseguir grandes desafíos si ponemos nuestras mentes en ello y, lo más importante, si trabajamos juntos, como un equipo”.
