Coronavirus: el inesperado aliado contra la crisis climática - EL ÁGORA DIARIO

Coronavirus: el inesperado aliado contra la crisis climática

La rápida propagación por todo el mundo de este coronavirus ha puesto en jaque a la comunidad internacional. Como efecto colateral, las medidas de confinamiento decretadas por algunos gobiernos para evitar el contagio han conseguido que descienda la polución en China, Italia o incluso Madrid. ¿Cómo afectará esta crisis a la otra gran crisis global, la emergencia climática?


Si a Greta Thunberg le dicen en la Cumbre del Clima de Madrid que solo tres meses después la polución de China, Italia o España iba a descender drásticamente probablemente pensaría que le estaban tomando el pelo.

El coronavirus SARS-CoV-2 se ha convertido en un inesperado aliado para frenar la contaminación del aire. Hace unos días veíamos imágenes de satélites que mostraban cómo en China y en Italia habían disminuido los niveles de dióxido de nitrógeno (N02) tras las medidas de confinamiento decretadas por ambos gobiernos para frenar el avance del COVID-19, la enfermedad causada por este coronavirus.

Los niveles de polución por óxidos de nitrógeno en China entre el mes de enero (izquierda) y febrero (derecha). | NASA.

Los óxidos de nitrógeno se forman sobre todo por la combustión de hidrocarburos, como los motores de explosión de los vehículos diésel. “En Europa no hemos registrado antes nada similar”, asegura a El Ágora Claus Zehner, experto de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el Centro para la Observación de la Tierra (ESRIN).

En el caso de China, Zehner recuerda que sí se registró una situación parecida durante los Juegos Olímpicos de 2008, cuando se detuvo el tráfico y la actividad industrial en el país. El experto de la ESA es el responsable de la misión Sentinel-5P de Copernicus, que ha tomado las imágenes de Italia.

Además del dióxido de nitrógeno, el satélite Sentinel-5P lleva un instrumento capaz de cartografiar otros gases como ozono, metano, dióxido de azufre, monóxido de carbono y aerosoles, que afectan al aire que respiramos.

Contaminación por óxido de nitrógeno en Europa durante la crisis del coronavirus captada por el satélite Sentinel-5P el 11 de marzo. | Copernicus

“Es importante distinguir entre dos tipos de contaminantes: gases y aerosoles”, explica a El Ágora Juan José Gómez Navarro, investigador del Grupo de Modelización Atmosférica de la Universidad de Murcia. Los gases son moléculas independientes moviéndose por el espacio mientras que los aerosoles son aglomeraciones de tamaño mucho mayor que pueden tener naturaleza sólida o líquida.

Como detalla el físico, los aerosoles se clasifican de muchas formas, pero sobre todo por su tamaño, en micras. Son las partículas en suspensión PM10 (de 10 micras o menos) y los PM2,5 (de 2,5 micras o menos). “En general, los segundos son más peligrosos que los primeros porque, al ser más pequeños, penetran más en los alvéolos pulmonares”, señala el científico.

En el caso de Madrid, los niveles de estas partículas en los últimos días están siendo “muy buenos” y no han sobrepasado los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud, como sí ocurrió en 2019 en varias ocasiones, tal y como recoge el Resumen de Calidad del Aire del Ayuntamiento de Madrid.

El ‘efecto COVID-19’ frente al ‘efecto Thunberg’

En vista de estos datos tan positivos la pregunta que surge es si, además de disminuir la contaminación del aire, la pandemia en la que nos encontramos podría servir para cambiar nuestros hábitos de vida y frenar la crisis climática.

John Bryson, profesor de Empresa y Geografía Económica de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), se muestra optimista. “En el corto plazo ha habido un impacto inmediato y medible sobre contaminantes ambientales que contribuyen al cambio climático y que pueden estar directamente relacionados con COVID-19”, comenta Bryson a El Ágora. Según el experto, esta enfermedad “alterará el comportamiento y algunos de estos cambios pueden tener impacto a más largo plazo”.

En un análisis titulado “El efecto COVID-19: por qué el coronavirus está eclipsando a Thunberg en el cambio climático”, Bryson sostiene que el ‘efecto Thunberg’ –caracterizado por las constantes llamadas a la acción de la joven activista–, ha tenido un impacto relativamente pequeño en el cambio climático. Sin embargo, este nuevo virus que se originó en Wuhan (China) ha tenido un impacto inmediato y puede que incluso a corto y medio plazo en el cambio climático.

Greta Thumberg ha abanderado el movimiento de los jóvenes que luchan contra el cambio climático. En la imagen, en su llegada a la Cumbre del Clima de Madrid | Foto: Francis Tsang-MITECO
Greta Thumberg ha abanderado el movimiento de los jóvenes que luchan contra el cambio climático. En la imagen, en su llegada a la Cumbre del Clima de Madrid | Foto: Francis Tsang-MITECO

De esta forma, a juicio del docente, el ‘efecto COVID-19’, en contraste con el ‘efecto Thunberg’, está produciendo resultados que son probablemente más importantes, inmediatos y efectivos. Algunos de ellos los estamos viendo o experimentando todos: el teletrabajo, la sustitución de viajes o reuniones cara a cara por teleconferencias, el menor uso del transporte, tanto público como privado, y un menor consumo de bienes que no son de primera necesidad.

“Las personas tienden a tener poca memoria pero puede ser que el alcance de esta perturbación lleve a crear nuevas rutinas y también nuevas soluciones tecnológicas. Por lo tanto, podríamos ver formas interesantes de adaptación a largo plazo”, mantiene Bryson. En cuanto a gobiernos y empresas, en su opinión esta pandemia les obligará a alterar sus actuaciones para mejorar la seguridad del suministro, lo que debería reducir la contaminación ambiental.

El reto de disminuir gases de efecto invernadero

Aunque estos pronósticos son esperanzadores, otros expertos recalcan que no es lo mismo una mejor calidad del aire que conseguir un descenso de los gases de efecto invernadero, los grandes responsables de la crisis climática.

“El CO2 que tenemos ahora mismo es producto de la emisión antropogénica y su lenta acumulación durante décadas. Difícilmente va a verse afectado notablemente por un parón en la economía global, si se diese, de unos meses”, puntualiza Gómez Navarro. “Haría falta probablemente un parón global durante varios años para que se notara”, baraja.

Por su parte Cristina Linares, investigadora del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, muestra sus dudas sobre si esta situación de menor polución se mantendrá una vez que pase la pandemia.

La epidemióloga pone como ejemplo las iniciativas puestas en marcha antes de los Juegos Olímpicos (como Pekín o Atlanta), con descensos de la contaminación atmosférica a nivel local por las medidas puntuales. “Sí se registran mejoras en la salud en comparación a una situación de ‘normalidad’, e incluso hay un menor número de bebés nacidos con bajo peso, pero una vez pasadas las olimpiadas se vuelve a lo mismo”, recalca a El Ágora.

La crisis climática, en un segundo plano

Respecto a la crisis climática, que alcanza un nivel global y no local como en los casos anteriores, según Linares es muy pronto para evaluar la incidencia que está teniendo la pandemia. “Puede servir ‘como ejemplo’ de que se pueden disminuir las emisiones”, apunta la experta en salud pública, que señala que aún es muy pronto para analizar qué efectos podría tener en la salud de la población esta menor contaminación.

La pandemia puede que produzca cambios que hagan que las sociedades estén más dispuestas a actuar sobre la crisis climática pero a largo plazo

Otros expertos temen que las medidas económicas puestas en marcha por los gobiernos para hacer frente a esta pandemia puedan disminuir los fondos de los planes de acción previstos para frenar la emergencia climática.

Como indica en un artículo el director del Instituto Internacional para el Medioambiente y el Desarrollo (Reino Unido), Andrew Norton, se necesita una respuesta urgente tanto en el clima como en la pandemia, pero la inmediatez de la amenaza del coronavirus hará que sea más fácil conseguir esa urgencia en el segundo caso.

En opinión del experto, la pandemia puede que produzca cambios que hagan que las sociedades estén más dispuestas a actuar sobre la crisis climática, pero a largo plazo. Sin embargo, las dos crisis comparten un rasgo común: necesitan que la humanidad se una.



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