Llega al mercado la primera mascarilla española FFP2 biodegradable

Llega al mercado la primera mascarilla española FFP2 biodegradable

El CSIC anuncia la llegada al mercado de unas mascarillas con un filtro compuesto de nanofibras que transforma a estas mascarillas en biodegradables, lavables, con una capacidad de filtración 10 veces mayor que los materiales normales, con certificación FFP2 y con una vida útil de varios días


La nueva normalidad nos ha conducido hacia un mundo dominado por las mascarillas, esos utensilios que se presentan como nuestra mejor arma para combatir la expansión del virus. Sin embargo, se tratan de productos de doble filo pues, del mismo modo que nos están protegiendo a corto plazo, tienen el potencial de degradar el mundo en un espacio temporal más prolongado.

Esto es porque la mayoría de las mascarillas son de usar y tirar, algo que, si bien es positivo para preservar nuestra seguridad, es nocivo para el medio ya que en muchas ocasiones no se desechan correctamente y acaban depositadas en el medio, donde necesitan hasta 400 años para degradarse.

Para evitar esta linealidad en su uso, expertos recomiendan el uso de mascarillas alternativas más beneficiosas con nuestro planeta, como las que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado y acaba de poner en el mercado.

En concreto, se tratan de unas mascarillas compuestas por unos filtros de nanofibras, aplicables a mascarillas sanitarias FFP1, FFP2 y FFP3 y quirúrgicas, que prometen una capacidad de filtración 10 veces mayor que los materiales normales, además de ser biodegradables, lavables y con una vida útil de varios días.

mascarillas
Las mascarillas son nuestra mejor herramienta frente al coronavirus

“Estas mascarillas podrán ser utilizadas por la población durante varios días. También están pensadas para profesionales sanitarios, personal de líneas aéreas y para fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, en cuyo caso la recomendación es usar una al día”, destacan desde el CSIC.

Cabe destacar que estas mascarillas cuentan con la certificación especial CPA FFP2, que Europa ha lanzado para resolver la emergencia que se creó al interrumpirse el comercio de ciertos materiales de filtración que provenían principalmente de China. Además, han sido certificadas por DEKRA y APPLUS+.

“Alcanzar niveles de FFP2 en fabricación es muy complejo sin el uso de la tecnología convencional, y que sepamos solo la empresa Bioinica S.L, quien distribuirá estas mascarillas, puede ofrecer este tipo de infraestructura a nivel nacional y en otros países de Europa para fabricar este tipo de mascarillas”, explica José María Lagarón, investigador del Instituto de Agroquímica y Técnica Alimentaria (IATA-CSIC) quien ha desarrollado estas mascarillas.

Esta iniciativa no pretende competir a medio y largo plazo con los fabricantes de mascarillas ya existentes sino crear una red de fabricantes de calidad a los que servir el filtro o las máquinas industriales para hacerlo.

Se estima que se fabriquen alrededor de 800.000 unidades en julio, agosto y septiembre, hasta llegar a fabricar 4 millones por mes. A partir de octubre, se espera fabricar 11 millones a la semana.

“Próximamente, se espera que varias empresas españolas lancen al mercado unas mascarillas sanitarias y quirúrgicas lavables utilizando este filtro. También estamos a punto de cerrar un acuerdo de distribución con una gran empresa que distribuye en Latinoamérica, Canadá y Estados Unidos, para comercializar entre 2 y 4 millones de mascarillas durante los meses de julio y agosto”, añade Lagarón.

Este grupo de investigación también ha desarrollado un modelo de filtro antimicrobiano y otro biodegradable, que llegarán al mercado en septiembre. A partir de entonces, todas las mascarillas hechas con el filtro de Bioincia S.L., denominado PROVEIL, serán por defecto antimicrobianas.



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