Desescalada del confinamiento: cuestiones previas y metodología - EL ÁGORA DIARIO

Desescalada del confinamiento: cuestiones previas y metodología

Por Ramón Tamames

El Profesor Tamames analiza hoy la situación económica y social a tener en cuenta en la preparación de un plan de desescalada del confinamiento por parte del Gobierno, cuyas medidas deben ir precedidas por decisiones sanitarias adecuadas

Hace días, Pedro Sánchez encargó a la Ministra para la Transición Ecológica, y 4ª Vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, la preparación de un Plan Moncloa para desescalar el confinamiento y prever la recuperación social y económica. Para lo cual Doña Teresa ya está en relación con los agentes sociales (CEOE/sindicatos) y expertos interdisciplinares [1].

En ese Plan se supone que se plantearán los sectores y calendarios para terminar con el confinamiento, en hostelería, trasporte, industria, servicios, etc., para liberar, paulatinamente, las actividades productivas de bienes y servicios, sentando las bases para la recuperación de la vida normal.

Se sabe también que la Vicepresidenta 4ª podría tener como gran palanca de sus propuestas el documento del European Green Deal, en cuya preparación participó ella misma, haciendo así una desescalada gradual, con el trasfondo de la transición ecológica a más largo plazo.

Ese Plan podría estar preparándose por la Vicepresidenta 4ª, con la Vicepresidenta 3ª (Nadia Calviño), Reyes Maroto (Industria), José Luis Escrivá (Seguridad Social) y Salvador Illa (Sanidad). Sin ninguna presencia de Unidas Podemos, lo cual no pasa desapercibido. Aparte de ello, el Plan no se hará sin contar con una serie de previsiones, más o menos concretas, sobre el problema sanitario.

Habrá que hacer un desglose estadístico del PIB, según grandes sectores, tal como figura en el cuadro 1, con las cifras de 2019. Naturalmente con un detalle mucho mayor, según las Cuentas Nacionales.

Por su parte, y sin que haya un encaje exacto, en el cuadro 2 figura la lista de los ocupados al 31.XII.2019 (INE), según ramas de producción. A partir del cual habrá de hacerse la desmovilización de trabajadores hoy inactivos, terminando así, gradualmente, con el parón del confinamiento en términos de empleo. Teniendo en cuenta ya más de un millón de parados efectivos desde el primer Real Decreto Ley del Estado de Alarma, y considerando igualmente los más de tres millones de afectados por los ERTEs. Toda una operación enjundiosa, en la que será precisa una gran agilidad, para evitar un malestar social que ya se siente.

Naturalmente, la desescalada, en su acepción más amplia va a depender, insistimos en ello, de la flexibilidad del Gobierno para la aplicación de las medidas ya adoptadas sobre cuestiones económicas. Y en ese sentido, la visión del caso, hoy por hoy, no es muy optimista, como pasamos a ver en varios temas concretos:

  • Concesión de los avales del ICO al crédito preferente a pymes y autónomos con aval del Estado hasta por el 80 por 100. La cosa va muy lenta por una relación banca privada/ICO que no parece muy fluida, y con un tipo de interés que podría estar en el 3,70 por 100, a todas luces excesivo si el BCE da el dinero a tipo cero. Por lo demás, sólo se ha puesto en marcha un primer paquete de 20.000 millones de crédito, en principio; estando pendientes otros 20.000 sobre el total de 100.000 millones. El dinero no ha empezado a fluir y eso también es una nota muy negativa.
  •  En el caso de los recursos para los ERTEs, la capacidad de gestión está colmatada por los 400.000 expedientes a cargo de las CC.AA., que carecen de recursos humanos y fondos para atender rápidamente las necesidades de recursos de tres millones de trabajadores en suspenso. Los primeros pagos se harían en mayo, como muy pronto.
  • La recluta de 80.000 trabajadores temporeros para las recolecciones de las cosechas de primavera (frutas y hortalizas), parece que va lenta y habrá problemas de efectivos humanos en los trabajos de los regadíos de La Rioja, Levante y el Sur.
  • El acuerdo en el Eurogrupo sobre 500.000 millones de euros disponibles por Comisión, BCE y BEI, todavía hay que firmarlo e instrumentarlo. Y eso lleva tiempo.

Ya se ha dicho antes que las medidas de desescalamiento deben ir precedidas por decisiones sanitarias adecuadas. Un tema harto vidrioso, si bien en el plano científico, como dice César Nombela[2],  será necesario “empezar pronto una descompresión basada en criterios científicos, y controlar los contagios, incluida una adecuada clasificación de la situación de todos. Además, todo eso ha de llevarse a cabo con agilidad de los ensayos clínicos, en especial los que combatan la gravísima reacción inflamatoria pulmonar de los enfermos más graves, abocados a un fatal desenlace, y activarse un imaginativo programa de desarrollo rápido de vacunas. Son planteamientos imprescindibles, como lo es el que la actividad de los organismos regulatorios sea flexible y eficaz”.

Por otra parte, la cuestión de higiene profiláctica no está nada clara en la nueva etapa de lucha contra el coronavirus. En esa dirección, el epidemiólogo David Heymann[3], sostiene que “en el caso de los sanitarios: sólo estarán protegidos si utilizan una mascarilla N-95 con un visor que cubra sus ojos. En segundo lugar, la gente que tosa y estornude también debe usar una, y hay que seguir manteniendo la distancia de seguridad. Y tercero, seguir cuidando a las personas ancianas o enfermas de manera regular”[4].

Otro tema científico es la decisión de hacer y estudiar una muestra de 60.000 casos, para saber cuántos pueden haber pasado por el virus sin cuidados médicos, a fin de conocer la posible autoinmunidad que pueda haberse creado en los contagiados. Mucho más numerosos de los imaginados en cualquier caso, hasta llegar, tal vez, a siete millones no computados anteriormente.

Por último, está el tema de la vacuna, y la verdad es que no sabemos para nada si funcionará una vacuna, porque no entendemos la respuesta inmunitaria a este virus –dice el ya citado David Heymann—. Por lo que se sabe de otros coronavirus, hay siete conocidos en humanos que provocan gripes comunes, pero sin que se cree inmunidad duradera frente a ellos. Uno se puede infectar un año con uno y, al siguiente, volver a contagiarse. Todavía hay muchas cosas que tenemos que entender sobre la respuesta inmunitaria al SARS-CoV-2, y en eso se centran muchos de nuestros esfuerzos. En el grupo de expertos que asesora a la OMS, y que dirige el Dr. David Heymann, esa es una de nuestras principales preocupaciones[5].

Por último, con vistas a la recuperación, habremos de tener un presupuesto extraordinario de 2020/2021, para calcular los recursos disponibles: propios y sobre todo de la UE, con medios de la Comisión, posibles bonos a emitir en mercados de capitales, liquidez a proveer por el BCE a la banca, compras de deuda pública y bonos corporativos a adquirir por el propio BCE; y a más largo plazo, créditos del BEI.

Todo lo anterior se supone que irá en el marco del acuerdo que el PSOE va a negociar, sobre todo con el PP, y luego tal vez pueda haber un gran pacto a definir y a designar, para mayor cooperación de cara a la gravedad del panorama que tenemos por delante.

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[1] El Español, 14.IV.2020.

[2] Ex Presidente del CSIC y ex Rector de la UIMP, ABC, 13.IV.2020.

[3] School of Hygiene and Tropical Mecidine de Londres y asesor de la OMS.

[4] El Mundo, 13.IV.2020.

[5] El Mundo, 13.IV.2020.



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