El pueblo: ni confirmo ni desmiento que fuere una gran comedia - EL ÁGORA DIARIO

El pueblo: ni confirmo ni desmiento que fuere una gran comedia

El pueblo: ni confirmo ni desmiento que fuere una gran comedia

La serie El Pueblo, con dos temporadas, es la nueva creación de los hermanos Alberto y Laura Caballero, autores de Aquí no hay quién viva y La que se avecina. Es una brillante mirada al choque cultural entre los urbanistas y el mundo rural. Ofrece momentos distendidos de humor elaborado y con mucho respeto hacia la España vaciada


Lorenzo Mejino
Madrid | 13 abril, 2020

Tiempo de lectura: 5 min



Entramos en nuestra quinta semana de cuarentena y como cada lunes empezaremos proponiendo una serie española en este espacio especial  de series alegres y divertidas de El Ágora.  En esta ocasión es el turno de El Pueblo una brillante mirada a esa España vaciada que tantas portadas de papel mojado ocupa en las promesas políticas.

El Pueblo es la nueva creación de los hermanos Alberto y Laura Caballero, él escribiendo y ella dirigiendo, que llevan la friolera de 17 años consecutivos  consiguiendo lo imposible, como es hacer comedias brillantes y trepidantes de 70 minutos de duración y con un enorme éxito de audiencias desde que crearon la mítica Aquí no hay quién viva en 2003 y su reinvención La que se avecina que todavía sigue en emisión.

En esta ocasión el equipo  ha aumentado con la presencia de Julián Sastre y Nando Abad en la creación junto a los guionistas Daniel Deorador y Araceli Álvarez de Sotomayor. El colectivo ha desarrollado  una historia basada en el contraste entre un grupo de urbanitas que se trasladan a Peñafría,  un pueblo que creen despoblado en las Tierras Altas de Soria. Al asentarse se  encuentran por sorpresa que el pueblo no está tan abandonado como se pensaban, explotando con brillantez el contraste entre el mundo rural y urbano a través de algunos  personajes memorables.

La historia empieza cuando la pareja ecologista  formada por Ruth (Ingrid Rubio)  y Moncho (Santi Millán), firmemente comprometida con la defensa a ultranza del medio ambiente llega al pueblo de Peñafría en su búsqueda del lugar ideal para fundar una comunidad tipo ecoaldea basada en principios de sostenibilidad, junto a su hijo pequeño Orion.

En su inspección descubren que muchas casas están en un estado impecable y muy bien conservadas, pero al no encontrarse con ningún habitante ni en las calles ni en las casas, piensan que el pueblo ha sido abandonado y les parece el lugar ideal para montar su utopía rural.

Tras publicar un anuncio en Internet acuden a su llamada todo un espectro de personajes variopintos de diversos lugares de la geografía española que básicamente están huyendo de su vida anterior para reinventarse en ese entorno rural, aunque todos ellos desconocen el concepto de ecoaldea, siendo el concepto de casa gratis, el principal reclamo.

Entre ellos destacan desde el principio la figura de Juanjo  (el brillante Carlos Areces) un constructor chanchullero y corrupto que ha tenido que huir por patas de su última promoción y se esconde en Peñafría junto a su pareja Amaya, una exuberante choni de Parla que se considera actriz para evitar el calificativo de mujer florero,  a la que da vida una genial María Hervás que parece extraída del catálogo femenino de Mujeres Hombres y Vicecersa.

Los problemas empiezan cuando tras su llegada a Peñafría se encuentran con los únicos cinco habitantes del pueblo, un grupo de personas mayores que quedan estupefactos ante la llegada de ese grupo de extraños urbanitas que vienen a ocuparles el pueblo, con alguna persona que les profesa una animadversión inmediata.

La mediación del alcalde Don Cándido, encantado de la llegada de personas que van a insuflar nueva vida al pueblo, hace que todos tengan alojamiento en las casas abandonadas de las personas que han ido muriendo y empiece la complicada convivencia entre dos mundos antagónicos, como el rural y el urbanita.

Ese contraste y la convivencia forzada es el motor de la serie jugando con la ventaja de que los lugareños están perfectamente adaptados a esa vida en Peñafría, mientras que los urbanitas no paran de meter la pata en todo tipo de situaciones. Poco a poco esos  intercambios forzados les van a hacer cambiar como personas, aunque es difícil saber en que dirección.

El grupo de lugareños es lo mejor de la serie empezando por la impagable pareja que forman el irascible Arsacio (hilarante Vicente Gil), un brutote de marca mayor y su abnegada mujer Emilia (maravillosa Empar Ferrer)  que cuando empieza a descubrir el feminismo de la mano de las recién llegadas se va a enfrentar al patriarcado local con armas y bagajes.

No están a la zaga la pareja que forman el alcalde Don Cándido (un fabuloso Ángel Jodra, izq), un personaje que parece extraído de Crónicas de un pueblo, tremendamente responsable  como la máxima autoridad local y que  destaca por su uso continuo del olvidado futuro de subjuntivo en sus parlamentos.

A su lado tenemos al pintoresco Ovejas, el pastor bonachón del pueblo tremendamente ingenuo pero con un enorme corazón, con una desternillante interpretación de Javier Losán.

Vas a tener hasta 18 personajes principales que completan un reparto coral, siguiendo el esquema de sus grandes éxitos televisivos, donde en cada episodio vas a ver multitud de historias entrecruzadas con dos, tres o cuatro protagonistas en cada una de ellas, buscando siempre el enfrentamiento entre esos dos mundos con muchos matices.

El Pueblo juega con la nostalgia de muchas personas, que a pesar de haber nacido en la ciudad, sus padres y sus abuelos nacieron en esos  pueblos de toda España a donde íbamos generalmente en las vacaciones veraniegas y donde seguro que recordarás personajes como los lugareños que salen en la serie.

Nunca dejará de sorprenderme la capacidad que tienen los hermanos Caballero de descubrir actores secundarios curtidos en escenarios y papeles pequeños y darles esa oportunidad para  conseguir que brillen con luz propia por primera vez en sus largas carreras artísticas.

En esta ocasión tienes a esta galería que te he mencionado con esos  memorables cómicos que interpretan a los naturales de Peñafría, como ya hizo anteriormente con gente como el genial riojano Nacho Guerreros que entró para una escena en Aquí no hay quien viva y ahora es uno de los favoritos del público con su Coque en La que se Avecina.

A pesar de los 70 minutos de duración (que han pasado a unos reducidos 50 en la 2T) El pueblo no tiene nada que envidiar a sus dos predecesoras, incluso con guiños hacia ellas como la presencia como cura de Manuel Millán, rememorando su papel en Aquí no hay quien viva. Todo ello sin dejar de lado la entrada de nuevos  personajes que con solo salir en una escena ya se convierten en geniales como la puta del club de alterne o el farfullante Isidro, además de desarrollar una enemistad secular con el vecino pueblo de Matute.

En mi opinión  y espero que en la tuya también, El Pueblo te va a proporcionar unos momentos distendidos con un humor muy elaborado y evitando reírse y ridiculizar el mundo rural sino más bien al contrario, valorando la resistencia de muchas de esas personas que evitan que muchos núcleos queden abandonados, a pesar de la evidente carencia de servicios que tienen que afrontar en todos ellos.

Para finalizar te dejo con el trailer de la serie

El Pueblo tiene sus dos temporadas enteras  disponibles en Amazon Prime y la primera se ha emitido en Telecinco


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