La reciente emisión con enormes audiencias en plena Semana Santa de la irreverente película La Vida de Brian demuestra que el humor del colectivo británico Monty Python sigue siendo imperecedero cuando se han cumplido los cincuenta años de su fabulosa serie Monty Python’s Flying Circus que va a ser nuestra gran propuesta para este miércoles en El Ágora.
Su creación fue en una época en la que los humoristas tenían total libertad para hacer y decir lo que les viniera en gana sin ser vilipendiados por determinados grupos en las redes sociales y sin estar sometidos a censuras preventivas anteriores o correctivas posteriores por lobbys de ambos lados del espectro social.
En ese lejano lugar de la historia, los reyes indudables de la incorrección en la comedia fueron el grupo británico Monty Python, con su humor brillante y absurdo a partes iguales que nos ha legado algunos de los mejores gags de la historia televisiva, tan vigentes en la actualidad como hace medio siglo cuando fueron escritos y creados y que han influenciado enormemente a todos los comediantes posteriores.
Monty Python’s Flying Circus es una comedia de sketches independientes unidos por tiras cómicas animadas, que podían tratar sobre cualquier tema del presente o del pasado.
El colectivo se formó a partir de la fusión de dos grupos, el primero formado por Terry Jones (delante a la izquierda) y Michael Palin (delante a la derecha), que se conocieron en la universidad de Oxford y el trío de John Cleese (delante en centro), Graham Chapman (detrás a la izquierda) y Eric Idle (detrás en el centro), provenientes de Cambridge, con el americano Terry Gilliam (detrás a la derecha) como el último elemento añadido al grupo.
Los seis creadores trabajaban de forma muy democrática en sus sketches que eran desarrollados en tres grupos de trabajo, que correspondían a sus filias y amistades iniciales. Michael Palin y Terry Jones tenían un estilo onírico y visual, buscando contrastes surrealistas en todos los aspectos de la sociedad, mientras que John Cleese y Graham Chapman preferían los enfrentamientos directos y los diálogos abusivos con mucha comedia física, quedando Eric Idle en solitario, que prefería los juegos de palabras y malentendidos verbales en sus sketches.
Las escenas escritas por los grupos eran sometidas a la votación general para decidir lo que iban a grabar o no, decidiendo en ese momento repartirse entre ellos mismos los personajes que iban a interpretar de acuerdo a sus preferencias personales y su forma de actuar.
Una norma que tuvieron clara desde el principio era huir de toda convencionalidad, empezando por despreciar la importancia del final del sketch, para no hipotecar el resto de la trama a una ingeniosa frase final que cerrara la historia. No les importaba cortarlo por lo sano y utilizar las animaciones surrealistas de Terry Gilliam como transiciones entre el final interruptus de una escena con el inicio de la siguiente, como en esta memorable escena del baile con pescados que ejemplifica en pocos segundos toda su idiosincrasia, incluyendo las animaciones.
Mis preferidos eran los gags físicos y de entre todos ellos, debo destacar mi favorito de toda la serie, el surrealista Ministerio de Andares Raros, con un sublime John Cleese que me ha hecho reírme de lo lindo al volver a revisarlo para escribir el articulo y recordar sus andares de máster y su conversación con un aspirante a una beca para poder desarrollar su propio andar raro, mira y disfruta.
La importancia de la serie ha sido tal que ha introducido palabras y frases en el uso cotidiano del ingles, lo que no deja de ser la mayor herencia y legado cultural que una serie puede dejar, con expresiones como ‘pitonesco’. Pero su mayor aportación al léxico es el termino ‘Spam’, que en principio hacia referencia a esa carne de lata tan británica muy popular en la dura posguerra, pero que ahora todos relacionamos con el correo molesto e intrusivo que deriva de este gag inicial y que entró en el léxico británico y posteriormente en el nuestro desde ese mismo instante.
Es imposible evitar reconocer la influencia de Monty Phython’s Flying Circus y de sus seis creadores en toda la comedia posterior, similar a la de los Beatles en el apartado musical y nada mejor que compartir contigo en estos tiempos tan complicados, una de las mejores comedias de la historia de la televisión.
Monty Python’s Flying Circus está disponible al completo en Filmin.