Pandemiados, el coronavirus ha llegado a México

Pandemiados, el virus ha llegado a México

Emiliano Rodríguez
México | 1 abril, 2020

Tiempo de lectura: 7 min



Emiliano Rodriguez es un eminente ingeniero mejicano con una brillante hoja de servicios en el mundo del agua, pasión a la que suma la fotografía, la naturaleza y la cultura. A partir de hoy El Ágora contará con su colaboración dos veces por semana.

Suena rara la palabra, pero así me siento y siento mi entorno, aunque todavía no estoy enfermo y no conozco personalmente a ninguna persona contagiada de COVID-19, la pandemia que ha avanzado desde China, está cubriendo todo el mundo, y  ha ocasionado que el 30 de marzo se declare en México el estado de emergencia sanitaria por un período hasta el 30 de abril.

Tengo 78 años y desde hace un año estoy prácticamente jubilado, en la medida de que mi única percepción es la pensión a que tengo derecho por mis 42 años de trabajo, pero no me considero retirado del todo, ya que busco dar algunas asesorías y he iniciado la publicación de una web para compartir mis experiencias de trabajo y vida. Estoy muy bien de salud, hago ejercicio diario, excepto los fines de semana y mi apariencia es de tener 10 años menos. Pero estoy en el grupo de mayor vulnerabilidad y tengo miedo. Estoy pandemiado.

No, no tengo miedo a la muerte. Es una alternativa no deseada, pero factible y dada mi edad, habiendo rebasado la edad máxima promedio de vida del mexicano, es algo por esperar en un tiempo no muy largo, con pandemia o sin ella.

Tengo miedo de las consecuencias sociales, económicas y familiares que serán la secuela de esta pandemia. Mis amigos puede que sean más jóvenes, pero se acercan a mi edad. Tengo un hijo diabético y que padece obesidad. Otro que está aislado con sus dos hijos y cuya esposa se fue a USA hace dos semanas a trabajar. Un amigo con un cáncer de próstata que debe ser operado en los próximos días. Un amigo mayor que yo, quien ha estado intervenido del corazón. Una hermana diez años mayor que yo, diabética. Y otros muchos hermanos, en todo el mundo con familias o sin ellas. Y también nietos y sobrinos. Y muchos pequeños que todavía no conozco.

Y no se a cuántos y a quienes voy a perder.

«Tengo miedo de las consecuencias sociales, económicas y familiares que serán la secuela de esta pandemia»

Todo empezó en los primeros días de enero. Noticias de un nuevo virus en los mercados de China. Conforme avanza el mes, más definiciones, se llama coronavirus. Muy contagioso. China empieza a tomar medidas sanitarias extremas y comienza el miedo de su diseminación y los esfuerzos que deben hacerse para contenerlo.

A fines de enero ya hay casos en Francia, Alemania, Canadá y Estados Unidos, además de Asia y Australia. El 30 de enero ya ha llegado a Italia y durante febrero se extiende, hasta que el primer caso se da en México el 28 de febrero. El 11 de marzo, la OMS declara pandemia global por el coronavirus.

La propagación en Italia y España, muestra un escenario ajeno a lo que podría haberse imaginado al principio cuando era un problema de Asia del que debíamos cuidarnos. La economía se colapsa con la caída de los precios del petroleo y las bajas incontroladas de las bolsas en todo el planeta. El petroleo mexicano, base de la precaria economía mexicana, que sufre el embate de un gobierno con poco rumbo empresarial, se desploma a la mitad del valor previsto en el presupuesto nacional, amenazando un entorno que será difícil de controlar, cuando todavía la violencia y la delincuencia representan una amenaza constante a la paz social del país.

Conforme aumentan los casos confirmados en el país, se ha observado un aumento de las compras de pánico en establecimientos comerciales de distintos estados, específicamente de productos de limpieza y de higiene personal. Esto ha propiciado el desabasto de cubrebocas, gel antibacterial, toallas desinfectantes y papel higiénico, entre otros artículos, tanto por consumidores nacionales como de Estados Unidos, en donde también se registra una situación similar por los efectos de la pandemia en ese país.

En opinión del psicólogo clínico Steven Taylor, profesor de la Universidad de Columbia Británica, «la difusión de noticias sobre compras de pánico, al tener un alcance exponencial en la era de las redes sociales, provoca que la gente asuma que hay motivos para temer, y tiene la necesidad de comprar en exceso, para sobrevivir ante lo que venga».

Otra situación que se ha presentado es el saqueo de establecimientos comerciales en distintos municipios de entidades como la Ciudad de México, Edomex, Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo, Yucatán y Guanajuato, varios de los cuales son organizados por medio de las redes sociales, de acuerdo con la Policía Cibernética.

El personal de seguridad del Senado de la República verifica la temperatura como medida preventiva para el coronavirus

A partir del 15 de marzo, durante el desarrollo del torneo clausura 2020, quedaron suspendidas las actividades futbolísticas de la Liga MX, mismo día en que se sugirió a la población evitar la realización de viajes internacionales no esenciales.  Esto conllevó a que algunas aerolíneas como Aeromexico e Interjet anunciaran una serie de medidas destinadas a los pasajeros para mitigar el impacto económico.  A finales del mismo mes, las cadenas Cinépolis y Cinemex cerraron temporalmente sus complejos en el país.

Durante este período también se suspendieron varias actividades culturales y turísticas, como es el caso del Tianguis Turístico, cuya realización se postergó a finales de septiembre. No obstante, a principios de marzo, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) determinó que no habrán de existir restricciones para los visitantes o ingreso de connacionales al país. Pese a lo anterior, el 20 de marzo se anunció un acuerdo conjunto entre los gobiernos de México y EE.UU para «suspender el tráfico no esencial» entre ambos países.

En cuanto al Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México, empleados gubernamentales distribuyen gel antibacterial para los usuarios en puntos estratégicos de la ciudad, específicamente en accesos y transbordos. Igualmente se instalaron sanitarios exclusivos para el personal que convive con el público en general.  De forma similar, desde finales de febrero se han cancelado más de 2500 vuelos nacionales e internacionales.

A partir del 24 de marzo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció la realización de pruebas de diagnóstico de COVID-19 a su comunidad de estudiantes y empleados en las instalaciones de la Ciudad Universitaria,  además de atención psicológica, psiquiátrica y psicosocial a través de una plataforma de telemedicina.  De acuerdo con una encuesta realizada a 1000 mexicanos mayores de edad, » el 63 % tiene miedo a contagiarse de coronavirus o de que algún integrante de su familia pueda ser víctima del COVID-19″, y «un 25,5 % mostró su temor a morir víctima del virus», aunque «el 28 % no está dispuesto a quedarse en casa».

De acuerdo con la encuesta realizada por Mitofsky a un millar de mexicanos entre el 20 y 22 de marzo, el 38,6 % de los encuestados consideraron que el gobierno «no está tomando las medidas correctas» para afrontar la pandemia por COVID-19, mientras que «más del 54 % considera que hay más infectados de los que estiman las autoridades».

«Más del 54 % de los encuestados considera que hay más infectados de los que estiman las autoridades»

Una cifra similar igualmente «opinó que ya es tiempo de prohibir a la gente que salga de sus casas durante un largo periodo». Otra inconformidad de la población tiene que ver con la dificultad para hacerse la prueba de diagnóstico de COVID-19 en el país, y la carencia de exámenes de este tipo en las clínicas de atención primaria, donde solamente «te recetan un tratamiento y te envían a casa bajo la calificación de potencialmente sospechoso de Covid».

El 26 de marzo se dieron a conocer 110 nuevos casos confirmados, con lo que se elevó a 585 afectados por la enfermedad. Debido a este incremento, el IMSS anticipó que «se empieza a perder la trazabilidad de los contagios, lo que significa que ya no es posible conocer quién contagió a quién». La cantidad de muertes por COVID-19 se elevó a ocho, una de ellas en Quintana Roo. Este día la atleta Mariana Arceo reveló que se había recuperado de la infección que contrajo en un campamento en Barcelona a principios del mes.

El 30 de marzo se decretó la «emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor» en el país ante la evolución de casos confirmados y muertes por la enfermedad. Hasta entonces se han confirmado 1094 personas contagiadas y 28 defunciones en México, además de 2752 casos sospechosos y 5635 casos negativos. En total se han realizado pruebas por COVID-19 a 9481 personas en el país.

A pesar de ser prácticamente alérgico a las redes sociales, por contactos familiares y amistades, recibo “noticias” de lo más variado y absurdo. Que el virus está registrado y patentado en X estado de norteamérica, lo mismo que la vacuna. Que Bill Gates y otra serie de magnates se reunieron hace tres años para planear la pandemia. Que se cura respirando el aire caliente del secador de pelo. Que tomes un vaso de jugo de limón con bicarbonato y no te contagias.

Pero lo patético son ciertas reacciones sociales en un país que presume su sentido de solidaridad. Rodrigo Fragoso viajó a la ciudad de Miami, Florida en Estados Unidos, días después de su regreso comenzó a sentir molestias como cansancio, ardor de garganta, fiebre arriba de 39 grados y dolor de cabeza intenso. Al identificar dichos síntomas, Fragoso decidió acudir al hospital de la Raza.

«Lo patético de la situación son ciertas reacciones sociales en un país que presume su sentido de solidaridad»

Después de realizarse la prueba, Rodrigo decidió regresar a su casa y autoaislarse, tres días después de haberse hecho el examen en la unidad médica, Rodrigo recibió una llamada en donde un especialista le confirmó su contagio por coronavirus.

Por recomendación de una amiga, Rodrigo decidió compartir su historia de manera pública, por lo que concedió una entrevista al periodista Ciro Gómez Leyva, quien en su noticiero del pasado viernes, transmitido por Grupo Imagen, dio la noticia sobre el contagio.

Al día siguiente de participar en el noticiero de Gómez-Leyva, un amigo que habita en un edificio contiguo al suyo, lo llamó para alertarlo sobre la presencia de elementos de seguridad pública afuera de su condominio.

“Rodrigo qué hiciste porque hay como diez patrullas y cuatro motocicletas de las Secretaría de Seguridad Pública afuera de tus condominios y dicen que vienen a buscarte porque hay 30 vecinos en el patio reunidos con la administradora del residencial y dicen que eres un irresponsable porque firmaste tu alta voluntaria y que tenías que estar en el hospital y que viniste a matar a gente, a niños y a viejitos, a contagiarlos”, fueron las palabras que, según el entrevistado, utilizó su vecino. El hostigamiento siguió hasta niveles casi criminales que no vale la pena mencionar. ¿Miedo? ¡Pánico! Pandemiados, estamos pandemiados.

Como dije al principio, tengo miedo, miedo por mi familia, por mis amigos, por nuestra sociedad, por nuestra economía, por nuestro país.