24 millones de toneladas de hidrógeno verde en 2030

24 millones de toneladas de hidrógeno verde en 2030

La producción de hidrógeno de bajas emisiones, producido con electrolizadores o con la tecnología de captura, almacenamiento y uso del carbono (CCUS), será de entre 16 y 24 millones de toneladas al año en 2030, según el informe ‘Global Hydrogen Review 2022’ de la Agencia Internacional de la Energía


La crisis energética actual ha fortalecido aún más el interés por el hidrógeno, pero se necesita un mayor apoyo político para impulsar nuevos usos y más limpios en la industria pesada y el transporte de larga distancia, según el informe ‘Global Hydrogen Review 2022’ de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Con estos apoyos la producción de hidrógeno de bajas emisiones será de entre 16 y 24 millones de toneladas al año en 2030, producido con electrolizadores o con la tecnología de captura, almacenamiento y uso del carbono (CCUS).

Presentación del informe ‘Global Hydrogen Review 2022’ de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en Enerclub. ENERCLUB

«Deberían alcanzarse los 34 millones de toneladas de hidrógeno de bajas emisiones en 2030»

El informe, presentado en un acto organizado por Enerclub, destaca que en 2021 la producción de hidrógeno de bajas emisiones en todo el mundo fue menor a un millón de toneladas, proveniente de plantas que utilizan combustibles fósiles con captura, utilización y almacenamiento de carbono. y que en la actualidad la capacidad de fabricación de electrolizadores es de casi 8 gigavatios (GW)/año  una cifra que, según los anuncios de la industria, podría superar los 60 GW/año para 2030, con China y Europa a la cabeza.

No obstante, los expertos subrayan que esta producción estará vinculada a la demanda, por lo que podría haber movimientos hacia otros países como Estados Unidos, que apuesta por el desarrollo de estos proyectos
a través de importantes ayudas y medidas políticas claras y flexibles.

En la presentación, José Miguel Bermúdez, analista en Tecnologías Energéticas, hidrógeno y combustibles derivados de la AIE, consideró que aún queda camino por recorrer para alcanzar los objetivos presentados por los países, pues para cumplirse deberían alcanzarse los 34 millones de toneladas de hidrógeno de bajas emisiones en 2030.

Asimismo, el estudio estima que para alcanzar las cero emisiones netas en 2050 a nivel mundial se requerirían alrededor de 100 millones de toneladas para 2030.

Por otra parte, el informe considera que, con los precios actuales, el hidrógeno renovable ya podría competir con el hidrógeno proveniente de combustibles fósiles en regiones que cuentan con recursos renovables y que actualmente dependen de combustibles fósiles importados para la producción de hidrógeno.

El hidrógeno verde: clave de la transición energética

Es el elemento químico más abundante en el universo. El más liviano. El que hizo funcionar el primer motor de combustión de la historia y propulsaba los inicios de las aeronaves. Su uso como combustible lleva tiempo ocupando a científicos e ingenieros y podría ser una parte clave en la transición energética ya que, cuando se quema, solo deja tras de sí vapor de agua.

Aunque por ahora la gran mayoría del hidrógeno que se produce en el mundo proviene de los hidrocarburos, la innovación permite producir cada vez más “hidrógeno verde”, que se obtiene a través de la electrólisis del agua y que muchos expertos ven como la posible solución al reto de la descarbonización de la economía.

De manera general, el hidrógeno libera energía cuando se combina con el oxígeno del aire, generando solamente vapor de agua como producto de la combustión. Puede almacenarse como gas a presión y como líquido, aunque prácticamente no se encuentra en estado libre en la Tierra, por lo que no es una energía primaria. Es necesario producirla: a partir del reformado de vapor de gas natural sin captura de CO2, se obtiene el llamado hidrógeno gris, mientras que si se sigue el mismo proceso pero se captura de ese CO2, tenemos hidrógeno azul.

Ambos combustibles, sobre todo el segundo, tienen ventajas ya que desplazan la generación de contaminación de las ciudades y carreteras a las zonas de producción industrial, donde la baja emisión de carbono del hidrógeno azul permite reducir la polución. Pero no son gases renovables. Aquí entra en escena el hidrógeno verde, producido por electrólisis del agua a partir de electricidad proveniente de fuentes renovablesen un proceso que no emite CO2 y transforma el agua en moléculas de gases de hidrógeno y oxígeno.



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