¿Se imaginan un sistema de digitalizacion de la ganadería extensiva que permitiera conciliar y compartir espacios naturales con la fauna salvaje y repeler sin daños ataques de lobos u osos? Pues ya ha llegado el cencerrodigital, internet de las cosas para resolver problemas cotidianos y facilitar el «telepastoreo»



Cercados, mastines y elementos sonoros tienen los días contados en la ganadería extensiva española para prevenir y repeler ataques de lobos en los pastos.
El Internet de las cosas ha llegado para salvar a este modelo de ganadería que tanta importancia tiene para la conservación del territorio, tanto en términos de población humana como vegetal y animal y para hacerla compatible con la fauna salvaje depredadora, fundamentalmente con los lobos ibéricos.
La digitalización se resiste a su implantación en la ganadería extensiva. Un sector que se ha mantenido, hasta el momento, ajeno a los procesos de digitalización y modernización que sí se están aplicando en otros sectores agrícolas y ganaderos. Además, este modelo productivo, uno de los más tradicionales y sostenibles, según todos los expertos, sufre diversos problemas que se podrían resolver con la ayuda de las nuevas tecnologías.
Para aprobar esta asignatura pendiente nace el proyecto GELOB (Gestión de la Ganadería Extensiva en Hábitat con Lobos) que cuenta con fondos de la Unión Europea y que gracias a la colaboración público y privada de la mano de empresas tecnológicas, ganaderos y universidades implantará cencerros digitales para monitorizar en tiempo real y en remoto los movimientos del ganado para repeler ataques de lobos en los pastos.
¿El germen del telepastoreo?
El objetivo principal de la iniciativa es analizar, mediante un dispositivo instalado en los cuellos de los animales, su comportamiento, y en su caso, detectar y prevenir ataques de lobos, uno de los problemas más graves a los que hace frente este sistema de producción.
Los ataques de lobos causan daños por valor de más de 4 millones de euros al año a la ganadería española
Tras el desarrollo tecnológico desarrollado en los últimos años por Digitanimal, una startup 100% española que está aportando la tecnología para desarrollar este proyecto piloto del que sus socios están sacando ya “importantes conclusiones” estos días se ha procedido a la instalación de los primeros cencerros digitales en varias ganaderías de toda España.
Los dispositivos usan diferentes sensores y tecnologías de conectividad para permitir a los ganaderos tener controlado al ganado en todo momento. Esta tecnología mejorará notablemente el manejo de los animales en extensivo, permitiendo un mayor bienestar animal y una mejor calidad de vida y eficiencia del tiempo de trabajo de los ganaderos.
Uno de los que colaboran en el proyecto GELOB, José Antonio González, de Gargantilla de Lozoya (Madrid), ve en esta iniciativa una posibilidad de reducir los daños por ataques de lobo, que son habituales en los últimos años. Además de poder prevenir los ataques, analizando el comportamiento de los animales, este ganadero ve una posibilidad de demostrar de forma fehaciente ante la Administración que se ha sufrido un ataque y poder recibir así una compensación.
¿Es posible repeler al lobo desde el móvil?
Paula Sánchez destaca que este proyecto podría hacer posible que desde el móvil un ganadedro pudiera repeler el ataque de los lobos a su rebaño en remoto.
La intención es que mediante los datos de control de constantes vitales de los animales y movimientos naturales del rebaño en extensivo una aplicación pueda emitir en tiempo real una alarma en el dispositivo móvil del pastor o ganadero que podría activar en remoto sistemas sonoros que asustarían a los depredadores y evitarían el ataque sin causar daños ni a ganado ni a fauna salvaje.
Las conclusiones y los datos que se extraigan en los próximos meses serán fundamentales para analizar si verdaderamente es posible evitar ataques de lobos y otra fauna salvaje al ganado que pasta en extensivo gracias al Internet de las cosas, añade Sánchez.
Una vez analizadas las alternativas tecnológicas innovadoras hay que comprobar su viabilidad en la prevención de ataques, mediante alertas enviadas al móvil del ganadero o ganadera y buscar fórmulas que hagan rentable la implantación de estos sistemas.
Además, el seguimiento continuo del ganado mediante dispositivos móviles permitirá a los ganaderos saber no sólo dónde se encuentra su ganado, sino analizar su comportamiento y ver qué zonas prefiere para pastar, mejorando así su manejo y su productividad.
El lobo ya no está en peligro
La población de lobo ibérico en España ha crecido un 20% en 10 años y a día de hoy causa más de cuatro millones de pérdidas por ataques a la ganadería, según se extrae del documental “¿Convivencia? Ganadería y lobos”, en el que UPA analiza esta problemática.
El lobo ibérico estuvo presente en toda la península ibérica durante siglos, tanto es así que llegó a habitar casi todo el territorio peninsular hasta principios del siglo XX; no obstante, estuvo a punto de extinguirse en los años 1970.
Tras la casi desaparición de la especie en los años 1970, desde los años 90 la especie está en expansión. En estos momentos no está considerada en peligro de extinción en el noroeste de la Península. La protección total del lobo al sur del Duero está llevando a una expansión muy importante en los últimos años.
Los lobos incluyen en su dieta especies de gran importancia para la ganadería, como ovejas, cabras y vacas. Por ello, la presencia de lobos en zonas en las que se desarrolla la ganadería extensiva da lugar a una gran conflictividad social, por los daños que se producen a las explotaciones.
Más allá de las soluciones tecnológicas es importante desarrollar una buena gestión del territorio para que exista un mundo rural vivo y con futuro, en el que sea posible la práctica de la ganadería extensiva y eso obliga a realizar un control poblacional del lobo mediante la caza controlada y estrictamente regulada según demandan los ganaderos.
La prohibición total de la caza, a su juicio, trae la expansión excesiva del lobo, su necesidad de alimento incrementa los ataques al ganado de forma directamente proporcional, y con ello se incrementa la conflictividad social y su rechazo en las zonas en las que se convive con él.
España cuenta con dos sistemas de gestión del lobo ibérico. Al sur del Duero, la caza del lobo está prohibida, por eso en los últimos años es la zona donde más se ha recuperado la especie. En caso de sufrir un ataque, es la Comunidad Autónoma la encargada de indemnizar al ganadero. Al norte del Duero, son los cotos de caza los que deben indemnizar, lo que dificulta habitualmente los trámites.
El proyecto GELOB es un grupo operativo financiado en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural-FEADER y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cuyos socios son UPA, la Fundación FIEB, Digitanimal, la Universidad Rey Juan Carlos y la empresa Consultores en Biología de la Conservación, y cuenta con la colaboración de la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, de WWF y de la Fundación Biodiversidad F.S.P.
