Digitalización para producir más con menos recursos y menos huella

Digitalización para producir más con menos recursos y menos huella

La transformación digital es uno de los paradigmas que marcan la nueva era a la que nos enfrentamos. Un cambio acelerado por la pandemia que se pone al servicio de los que tienen que producir más alimentos con menos recursos y, menos huella ambiental


Las nuevas herramientas tecnológicas, como el blockchain, el big data, la inteligencia artificial, la sensorización, la robótica, la teledetección o el “internet de las cosas” afectan a todos los sectores económicos y, en el caso de la agricultura, su impacto será tan profundo que cambiará radicalmente la producción de alimentos y el funcionamiento global de la cadena de valor, con la aparición de modelos disruptivos de negocio agroalimentario e induciendo profundos cambios estructurales.

Durante toda esta semana representantes de ámbito tecnológico, administraciones y productores agroalimentarios se darán cita en el Foro para el impulso de la transformación digital en el sector agroalimentario (Datagri) en el que abordarán las cinco grandes tendencias que determinarán cómo será este sector tras la pandemia.

De momento, en la nueva era agricultores y ganaderos se convertirán en productores y recolectores de datos. Estos datos constituyen la materia prima que toman diversas aplicaciones para convertirla en un conocimiento continuo acerca de todo lo que ocurre dentro y fuera del campo de cultivo o de la explotación ganadera.

Tenemos que prepararnos para recolectar, almacenar y procesar grandes volúmenes de datos de diferentes orígenes y desarrollar aplicaciones que respondan a los requerimientos de la producción
Así lo explica José Luis de Miguel, director técnico de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y coordinador del Foro Datagri 2020 que resalta que las tecnologías de digitalización permiten el tratamiento de grandes volúmenes de datos.

“Necesitamos aprender a utilizar toda esa información, todos esos datos para ponerlos al servicio de las personas que trabajan en el campo. Los datos constituyen la materia prima para ayudar al productor en la optimización de la toma de decisiones y permitir así la mejora de la rentabilidad, de la calidad de los productos, del medio y de la calidad de vida de los hombres y mujeres del campo”, a firma De Miguel.

Hay que prepararse para recolectar, almacenar y procesar grandes volúmenes de datos de diferentes orígenes y, a partir de aquí, desarrollar aplicaciones capaces de responder en tiempo real a nuestros requerimientos, afirma el portavoz de COAG..

Las aplicaciones convierten información en conocimiento y permiten a los agricultores tomar decisiones mucho más precisas en relación a sus cultivos y animales, evolucionando desde una agricultura intuitiva a una agricultura científica, afirma.

Así es como la propia Comisión Europea veía la agricultura del futuro, antes de que la pandemia lo pusiera todo del revés en la comunicación El futuro de los alimentos y de la agricultura que dedfnía cuatro retos para la agricultura europea en el horizonte 2020: conseguir un sector agrícola inteligente y resiliente, aumentando el valor añadido; reforzar el cuidado del medio ambiente y la acción climática; fortalecer el tejido socioeconómico de las zonas rurales y abordar las expectativas de la sociedad con respecto a la producción sostenible de alimentos, en particular en lo que respecta a la inocuidad y calidad de los alimentos, el medio ambiente y las normas de bienestar animal.

El agro digital y los Fondos Europeos

Sin duda, el esfuerzo tecnológico que está haciendo el sector es un gran apuesta del sector agrario, con ofrece grandes oportunidades, pero también riesgos y amenazas para el modelo de agricultura y alimentación, añade De Miguel.

“Desde nuestra perspectiva, cuando hablamos de transformación digital, hablamos de situar al agricultor en el centro del proceso y convertirlo en protagonista del mismo», explica.

Por tanto, la transformación digital es importante para el conjunto de la economía y la sociedad, y en concreto también para el agro español. «Perder el tren de la digitalización implica quedarse atrás en la optimización de los procesos que tienen lugar en una explotación agraria, lo que supone una pérdida de competitividad que dejaría a dichas explotaciones fuera del mercado en pocos años”, explica De Miguel.

En este sentido el portavoz de la organización de productores agrarios señala también la necesidad de que las empresas innovadoras y tecnológicas sepan aterrizar sus herramientas y hacerlas asequibles para que esta transformación digital sirva para mantener el modelo europeo de agricultura, basado en explotaciones familiares y profesionales, el modelo mayoritario en la Unión Europea y el que más beneficios genera desde cualquier punto de vista.

De Miguel avanza que la agricultura y la alimentación son elementos estratégicos para España y Europa, tanto desde el punto de vista económico como social y ambiental, así como para garantizar la seguridad alimentaria.

«Hemos visto durante lo peor de la pandemia cómo el sector no ha parado ni un minuto asumiendo los costes sanitarios necesarios para seguir produciendo alimentos para una sociedad confinada. Representamos más del 10% del PIB nacional y somos el único sector que ha crecido en el segundo trimestre”, añade el director técnico de COAG, quien insiste en que este carácter esencial tiene que hacerles protagonistas de los Fondos Europeos de Reconstrucción impulsando esta transformación digital al tiempo que se optimiza la sostenibilidad de la agricultura y la ganadería.

La misión de los agricultores es fundamentalmente producir alimentos sanos y seguros, en cantidad suficiente para el conjunto de la sociedad, a la vez que proporcionan a la comunidad otros bienes públicos de tipo ambiental, territorial o cultural, explican.

Tecnología al servicio de las personas

Las aplicaciones procesan y representan gráficamente estos datos, poniendo en evidencia procesos que no siempre son visibles a primera vista, desde el grado exacto de humedad del suelo o incidencia de mamitis subclínica en un rebaño.

El pastoreo digital que ya se está probando en España, incluso el monitoreo de los movimientos y constantes vitales de las cabezas de ganado para favorecer no solo la salud de la cabaña sino para anticipar ataques de fauna salvaje; o la incorporación de tecnología en las cosechadoras que facilitan en tiempo real mapas de rendimiento por hectárea, son ejemplos de las aplicaciones tecnológicas al agro del siglo XXI.

Incluso poder incorporar la variable climática y la predicción meteorológica a la hora de programar riegos, que permitiría un ahorro de hasta el 15%-20% de los recursos hídricos entra dentro del campo de lo que es posible con el desarrollo tecnológico actual.

“Ya no hay vuelta atrás para la revolución 4.0 del campo y esta tecnología nos ayudará a ser más eficientes y mas sostenibles, a producir más por menos”, concluye De Miguel.

El ministro Planas afirma que se dará un fuerte apoyo a la transformación digital del sector agrario

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha reiterado que el Gobierno de España dará un fuerte apoyo a la transformación digital del sector agrario, durante su participación en el foro Datagri para la transformación digital del sector agroalimentario, informa Europa Press.

«La digitalización será una de las herramientas necesarias para la reorientación del sector productor», ha señalado Planas, que ha reiterado que habrá que producir más con menos recursos y que la respuesta está en la agricultura inteligente.

El titular de Agricultura ha señalado que la digitalización permitirá generar condiciones de vida y trabajo que atraigan a jóvenes y mujeres hacia el medio rural y cumplir los objetivos de las estrategias europeas De la granja a la mesa y Biodiversidad 2030.

«La conectividad y la digitalización jugarán un papel decisivo en el ámbito agrario y rural», ha asegurado Planas.

De esta forma, ha señalado que el Gobierno está dando un «fuerte impulso político» y dedicando numerosos medios materiales y humanos a avanzar en la transformación digital, lo que permitirá al sector agroalimentario español seguir en sus posiciones de vanguardia y liderazgo en Europa y en el mundo.



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