El sector pesquero pierde un 30% de ingresos por el Estado de Alarma -

El sector pesquero pierde un 30% de ingresos por el Estado de Alarma

El cierre del canal horeca y las dificultades para cumplir con las distancias de seguridad a bordo de los buques de pesca ha llevado al sector pesquero a perder casi un 30% de sus ingresos medios desde que se decretó el Estado de Alarma


El Comité de crisis del sector pesquero, que representa a la Confederación Española de Pesca (Cepesca), la Federación Nacional de Cofradías de pescadores (FNCP) y a la Federación de Minoristas (Fedepesca) reconoce que desde el inicio del Estado de Alarma han perdido una media del 30% de sus ingresos por el cierre del Canal HORECA ( hostelería y restauración) y el turismo y las dificultades de la flota para cumplir los requerimientos de sanidad en cuanto a distancia de seguridad a bordo de los buques.

Esa merma de ingresos -que en muchos casos han desaparecido-, barcos que no faenan, lonjas y tiendas cerradas, sumados a la falta de financiación y a la dificultad para recibir ayudas estatales, supone la pérdida de la rentabilidad y puede abocar a cierres definitivos y despidos una vez superada la crisis del COVID-19, afirma el Comité pesquero.

La necesidad económica ha llevado a muchos buques de litoral a volver a faenar, tanto en el Mediterráneo como en el Cantábrico, lo que está teniendo un impacto negativo en los precios en primera venta y no se descarta que algunas flotas tengan que amarrar en los próximos meses por la falta de mercado y el consiguiente hundimiento de los precios, como está sucediendo en el Cantábrico con la anchoa.

En el País Vasco el kilo de anchoa se ha llegado a pagar estos días a 0,04 euros

Para entender la situación el sector explica que en la flota del Cantábrico, terminada la campaña de la caballa, los barcos intentan retornar a pescar sus especies de origen, pero muchas de ellas, como el percebe, el erizo y los bivalvos, no tienen demanda a causa del cierre del canal HORECA, y hay pocas alternativas viables; ni el congrio, ni el pulpo –cuya campaña se ha alargado por el aumento de la cuota anual, previo al COVID-19–, dan para todos, y tampoco es solución la recién abierta costera de la anchoa, cuyos precios están obligando a faenar bajo coste. En el País Vasco el kilo de anchoa se ha llegado a pagar estos días a 0,04 euros.

La situación tampoco mejora en las flotas de altura y gran altura. Segmentos como la flota marisquera congeladora o el palangre de superficie, que han continuado pescando, están optando en muchos casos por el almacenamiento debido a la dificultad para colocar su producto en el mercado.

Es el caso de la flota congeladora marisquera de Huelva, que pesca en las aguas de varios países de África. En estos momentos continua con su actividad, aunque tiene el mercado prácticamente cerrado, ya que no se están produciendo subastas públicas desde el cierre del mercado de la restauración y, por lo tanto, están teniendo que almacenar el marisco congelado.

La previsión de un desplome de los precios cuando se reabra el mercado de la restauración, generará graves problemas de tesorería y augura serias dificultades para la supervivencia de las empresas afectadas.

Estas flotas siguen, al igual que el resto de la flota de gran altura, además, con el problema cada vez más acuciante de los relevos de las tripulaciones, para lo que precisan urgentemente de test de detección.

Distribución y consumo

Por su parte, la mayoría de las lonjas permanecen abiertas desde que se decretó el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo, aunque la actividad es claramente menor que antes de la crisis.

Los servicios de entrega a domicilio de pedidos en las pescaderías han crecido un 80%

También siguen operativos la mayor parte de los distribuidores minoristas, más de 10.000 pescaderías y 25.000 trabajadores, pese a contar con dos fallecidos por coronavirus y a registrar un 2% de afectados por el Covid-19 y otro 2% en cuarentena por contacto estrecho con casos confirmados, y a las dificultades tanto para abastecerse (restricciones de acceso a a determinadas lonjas y Mercas) como para asumir los repartos a domicilio que se han multiplicado hasta alcanzar casi el 80%.

Respecto a los precios, tras dos semanas de cierta estabilidad, se percibe una caída en ciertos productos, unos por estar muy asociados al canal HORECA, y otros porque las ventas de la última semana han descendido en el comercio minorista, a causa, posiblemente, de que se compró más en la Semana Santa. Estamos a finales de mes, y empieza a sentirse la incertidumbre económica al no tener claro un calendario de desescalada.

En este sentido desde el Ministerio afirman que España se ha volcado en la búsqueda de soluciones para mitigar los efectos de la crisis sanitaria en el sector pesquero, sin desatender las actuaciones ordinarias de gestión de las pesquerías, como la ordenación de la pesquería de la caballa por provincias, la actualización de los censos o las gestiones para desarrollar una campaña de la sardina ibérica satisfactoria.

Según ha detallado el ministro Luis Planas se han agilizado diferentes trámites como por ejemplo flexibilizar la operativa de acuerdos para asegurar que la flota de larga distancia pudiera continuar su actividad de la manera más normal posible en los caladeros de Marruecos, Guinea Bissau y Mauritania.

El ministro ha destacado el esfuerzo realizado por España ante las instituciones comunitarias para que el paquete de medidas de apoyo recogidos en el FEMP sea el más beneficioso posible para el sector pesquero y acuícola.

Planas ha valorado la incorporación de medidas como la posibilidad de establecer ayudas para las paradas temporales dirigidas a armadores, tripulantes y, a petición de España, la inclusión de los mariscadores.

También se financiará la ayuda al almacenamiento, medida que se dejó de aplicar en 2018, el aumento de las compensaciones a las pérdidas económicas en las Islas Canarias y modificaciones reglamentarias de apoyo específico a la acuicultura.

La merluza pescado estrella del confinamiento

En cuanto a las especies más demandadas por los consumidores son: merluza, lubina, dorada, salmón, calamar, anchoas, sepia, bacalao y lenguado.

Los pedidos online, por teléfono y por WhatsApp, representan alrededor del 80% del total y se va imponiendo Bizum como nuevo sistema de pago.

Así, se confirma una semana más el abastecimiento de productos pesqueros frescos y congelados a la población, que se mantendrá, aunque se prolongue el periodo de confinamiento decretado a raíz de la crisis de la COVID-19.

La cadena completa del sector pesquero, de las flotas a los comercializadores -estos últimos pese a haber sido excluidos de las medidas de la Unión Europea para mitigar el impacto de la COVID-19 en el sector pesquero- confía en que las nuevas ayudas previstas en el FEMP cubran el periodo comprendido entre el 1 de febrero y el 31 de diciembre de este año, como han autorizado los organismos de la UE, para reducir, aunque sea parcialmente, las consecuencias de la crisis de la COVID-19, que se prolongarán terminado el periodo de alarma ya que, tardará en haber consumo suficiente para cubrir la oferta.


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