La agricultura es la más castigada por los desastres naturales - EL ÁGORA DIARIO

La agricultura es la más castigada por los desastres naturales

Según un nuevo informe de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el grueso de las pérdidas provocadas por desastres naturales se produce en el sector agrícola, que padece un 63% de las repercusiones de catástrofes, un desproporcionado porcentaje frente a otros sectores como la industria, el comercio o el turismo


De los cada vez más frecuentes desastres y catástrofes naturales que asolan al planeta, como consecuencia del cambio climático, la agricultura se lleva la peor parte.

Según el último informe sobre el impacto de las catástrofes climáticas elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre 2008 y 2018 en el sector agrícola de los países en desarrollo, “la pérdida por estos fenómenos naturales ascendió a 91.000 millones de euros en pérdidas o daños en producción agrícola y ganadera”.

Una cifra que representa el 63% de las consecuencias de los desastres. Así el sector agropecuario es el que más impacto recibe por inclemencias climáticas como incendios de gran magnitud, fenómenos meteorológicos extremos, enjambres de langostas o el mismísimo COVID-19; por encima de otros sectores como la industria, el comercio o el turismo.

El estudio analiza la década de 2008 y 2018, una década de pérdida de desastres exacerbada, calor global excepcional, hielo en retirada y aumento del nivel del mar. Pero además de a todas estas catástrofes, la humanidad y nuestra seguridad alimentaria se enfrentan a una serie de peligros nuevos y sin precedentes, como mega incendios, fenómenos meteorológicos extremos, enjambres de langostas del desierto de magnitudes nunca antes vistas y la pandemia COVID-19.

Enjambre de langostas en el noreste de Kenia | Foto: FAO/SVEN TORFINN

La FAO reitera que la agricultura sustenta los medios de vida de más de 2.500 millones de personas, la mayoría de ellas en países en desarrollo de bajos ingresos, y sigue siendo un motor clave del desarrollo.

Destaca que en ningún otro momento de la historia la agricultura se ha enfrentado a una serie de riesgos familiares y desconocidos, interactuando en un mundo hiperconectado y un paisaje que cambia precipitadamente.

Y la agricultura sigue absorbiendo una parte desproporcionada de los daños y pérdidas causados por los desastres.

Su creciente frecuencia e intensidad, junto con la naturaleza sistémica del riesgo, están poniendo fin a la vida de las personas, devastando los medios de vida y poniendo en peligro todo nuestro sistema alimentario.

Este informe pretende ser un poderoso argumento para invertir en resiliencia y reducción del riesgo de desastres, especialmente en la recopilación y el análisis de datos para una acción informada sobre la evidencia, para garantizar el papel crucial de la agricultura en la consecución del futuro que queremos.

Añade que la respuesta a los riesgos de origen natural depende de elementos clave como los planes integrales y la colaboración entre sectores.

Las poblaciones más pobres de Níger sufren inseguridad alimentaria. | Foto: PMA S.P. Diouf

También plantea la necesidad de que las estrategias integren no solo los riesgos naturales “sino también las amenazas provocadas por el ser humano y las amenazas biológicas, como la pandemia de la COVID-19”.

Entre las nuevas herramientas para la recopilación de datos que pueden ayudar a disminuir el riesgo de catástrofes en la agricultura, se apunta a la compilación de información geoespacial, los drones y la robótica.

Calorías perdidas

El informe presenta un apartado novedoso ya que por primera vez incluye una relación entre pérdidas económicas y su equivalencia calórica y nutricional.

Así, el estudio estima que los perjuicios causados a la producción agrícola y ganadera en los países menos adelantados y los de ingresos medios y bajos entre 2008 y 2018 equivalen a una pérdida de 6,9 billones de calorías al año. Esta cifra equivale al requerimiento calórico anual de siete millones de adultos.

En América Latina y el Caribe, las repercusiones de las catástrofes durante el período estudiado arrojaron una pérdida de 975 calorías per cápita al día, lo cual supone el 40% de la cantidad diaria recomendada, seguida por África, con 559 calorías y Asia, con 283.

Regiones más castigadas

Durante el período analizado, Asia fue la región con mayores pérdidas económicas, con 49.000 millones de dólares, seguido por África con 30.000 millones, y muy cerca América Latina y el Caribe con 29.000 millones, señala el estudio de la FAO.

Los fenómenos meteorológicos que más pérdidas causan en el sector agrícola en los países menos adelantados y países de ingresos bajos y medianos son las sequías, que suponen un costo total para el sector de 37.000 millones de dólares. También ostentan un peso importante las inundaciones, las tormentas, las plagas y las enfermedades y los incendios forestales.

langostasOtros factores problemáticos para la agricultura y la ganadería estudiados en el informe son las plagas, las enfermedades y las infestaciones como la que se produjo en 2020 cuando enormes enjambres de langostas del desierto devastaron el Gran Cuerno de África, la Península Arábiga y Asia sudoccidental, destruyendo cultivos y comprometiendo la seguridad alimentaria.

El documento destaca además que la pandemia del coronavirus supone “una carga adicional para los sistemas agroalimentarios”, agudizando los riesgos ya existentes con efectos en cadena sobre las vidas, los medios de subsistencia y las economías de todo el mundo.


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