El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha asegurado que el Gobierno movilizará la cifra histórica de 1.243 millones de euros para la modernización de regadíos en el periodo 2021-2026, con el objetivo de hacer esta práctica más sostenible y eficiente



España cuenta con casi 3,7 millones de héctareas de regadío, la mayor superficie de Europa. Sin embargo, el cambio climático y el aumento del estrés hídrico que conlleva exigen repensar esta práctica agrícola, apoyándose en la innovación y la tecnología para optimizar su consumo de agua y minimizar su impacto ambiental. Ese ha sido uno de los mensajes que ha transmitido el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ese miércoles durante un evento con la patronal de regantes, donde ha reiterado el «firme compromiso» del Gobierno con la modernización del regadío para hacerlo más sostenible, aportando para ello la mayor inversión pública de las últimas décadas.
Para el ministro, el futuro del regadío será sostenible “sí o sí”, lo que inevitablemente pasa por acometer su modernización. Para ello, los fondos del Plan de Recuperación junto al convenio ordinario del ministerio con la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) van a permitir movilizar una cifra histórica de 1.243 millones euros en el periodo 2021-2026, lo que supone casi 200.000 hectáreas de superficie regada y más de 20.000 regantes beneficiados. Según el ministerio, esta inversión «va a permitir un gran avance no solo en sostenibilidad medioambiental, en la eficiencia de los recursos y en la tecnificación, sino también en el incremento de la productividad y rentabilidad del sector agrario».
La inversión ha sido anunciada durante el discurso de clausura de Planas este miércoles durante la jornada técnica El regadío, una respuesta a la agenda del Gobierno, de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore). Además, ha subrayado que la importante dotación financiera de los fondos europeos contribuirá a que el sector agroalimentario sea «más competitivo, moderno, rentable y atractivo para las mujeres y los jóvenes».
En su intervención, el ministro también ha asociado el significativo crecimiento de la producción agrícola en las últimas décadas con el impulso del regadío. De hecho, ha detallado un crecimiento constante entre 2000 y 2020 que ha provocado un aumento del valor de la producción agrícola (sin ganadería) del 36%, pasando de 22.400 millones de euros en 2000 a 30.400 millones en 2020. Según ha precisado Planas, el regadío español «es un caso de éxito y uno de los más competitivos del mundo», ya que sólo ocupa el 23% de la superficie de cultivo y genera el 65% de la producción final agrícola. «Junto con el relevo generacional y la digitalización, el regadío va a sustentar el modelo de actividad agraria del futuro inmediato«, ha asegurado.
Para continuar en esta línea de crecimiento, el ministro ha señalado eso sí que este sector agrario debe afrontar una serie de retos, como la adaptación a los efectos del cambio climático. Y es que la menor disponibilidad de agua va a obligar a un cambio de paradigma en los modelos de gestión y a la adaptación gradual de los regadíos a los recursos disponibles, que aparte de mejorar su eficiencia deberán tener en cuenta fuentes alternativas como la reutilización o la desalinización. Todo ello, ha añadido, «de acuerdo con los acuerdos internacionales en materia de lucha contra el cambio climático y con las políticas comunitarias enmarcadas en el Pacto Verde Europeo»
Optimizar el regadío
En cuanto a las partidas concretas, el ministro ha precisado que el “Plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos”, dotado con 563 millones de euros, se lleva el 54% del total del Componente 3 del Plan de Recuperación que gestiona el ministerio. En este marco, se han seleccionado 93 actuaciones, con un presupuesto total de 810 millones de euros, sumadas la financiación pública y la privada. Este plan ya está en marcha, tras la firma del primer convenio entre el ministerio y Seiasa (en junio, por importe de 260 millones de euros), y tras las primeras firmas de los convenios con las comunidades de regantes, este mes de noviembre.
Asimismo, el ministro ha explicado que en el Plan Estratégico de la PAC se ha contemplado la agricultura de regadío de forma específica en las ayudas directas, con el mantenimiento de varias regiones de tierras de cultivo de regadío en el modelo de pagos desacoplados y con ecoesquemas específicos, y en el FEADER con la intervención “Inversiones en regadíos con objetivos medioambientales”.


El ministro ha asegurado que todas las actuaciones deben ser acordes a los nuevos Planes Hidrológicos, «pues es en ellos donde se establece el marco normativo para alcanzar los objetivos ambientales, lograr el equilibrio entre el desarrollo regional y sectorial y el conocimiento de los recursos disponibles«. En este sentido, ha recalcado que la interlocución y coordinación entre la política agraria y la hidrológica ha permitido incorporar, en la propuesta de tercer ciclo de planificación hidrológica, «numerosas obras estratégicas en alta que van a permitir culminar las infraestructuras en baja, necesarias para la mejora de algunos regadíos y que no se habían incluido inicialmente en el proceso de información pública».
Por último, Planas ha señalado que el ministerio está impulsando el uso de las nuevas tecnologías por parte de los regantes, mediante iniciativas como el Sistema de Información Agroclimática para el regadío (SIAR), el Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (Center), donde se va a instalar el futuro Digital Innovation Hub, la financiación de grupos operativos y proyectos innovadores, con casi 82,5 millones de euros del Programa Nacional de Desarrollo Rural (2014-2022) y la Estrategia de Digitalización del Sector Agroalimentario y Forestal y del Medio Rural.
